Sociedad

Hampi Rantikuy, la tradicional venta de plantas medicinales por Viernes Santo en Cusco

Comuneros llegan al mercado de San Pedro de Cusco para ofrecer hierbas cargadas de fe y sabiduría ancestral. Una costumbre que persiste pese al olvido de las autoridades

Cada Viernes Santo, el Cusco revive una de sus tradiciones más antiguas: el Hampi Rantikuy, feria en la que comuneros de diferentes provincias llegan a vender plantas medicinales bendecidas por la lluvia. La creencia popular sostiene que, ese día, las hierbas aumentan sus propiedades curativas gracias a la sangre de Cristo derramada sobre la tierra.

Vendedores de “hierba santa”

Pilar, comunera de Ccorao, ubicado en el límite entre las provincias de Cusco y Calca,  acude desde hace años al mercado de San Pedro para ofrecer hierbas que crecen de forma silvestre en su comunidad. “Este día es especial porque el Señor bendice a todos, especialmente a las plantas. Tenemos hierbas para curar muchos males. Mucha gente busca plantas para bañarse y prevenir el reumatismo”, cuenta.

Muña para el estómago, ñucchu para la tos, llantén y romero que ayuda a bajar la inflamación de las heridas. Además de ortiga, retama, pillco-pillco, chapu-chapu, zabo qolota y ‘zapatito’ para problemas de próstata; son algunas de las especies que Pilar lleva cada año al popular mercado cusqueño.

La vendedora, con una sabiduría en la materia, atiende las consultas de los clientes y recomienda el debido uso de cada planta según el mal que los aqueja. Un conocimiento que adquirió de sus padres y abuelos.

Comerciantes adquirieron conocimientos sobre las plantas de sus padres y abuelos. Foto: Luis Álvarez - La República.

Comerciantes adquirieron conocimientos sobre las plantas de sus padres y abuelos. Foto: Luis Álvarez - La República.

La feria también atrae a turistas y estudiantes de ciencias de la salud, interesados en las propiedades curativas de estas plantas. “En los Andes peruanos hay una gran variedad de especies medicinales. Este conocimiento, biocultural, viene desde la época de los incas. De cada 100 personas, 80 usamos plantas para aliviar dolencias y males”, señala Rolando, estudiante de Biología.

Una tradición que resiste

Pese a su valor cultural y medicinal, el Hampi Rantikuy ha perdido espacios. Los yerbateros, que antes ocupaban la calle Túpac Amaru junto al mercado de San Pedro, hoy se ven desplazados por vendedores ambulantes y ferias autorizadas por la Municipalidad de Cusco.

“Ahora tenemos que acomodarnos al borde de la pista. Es solo un día al año que venimos a Cusco”, lamenta una de las comerciantes.