Mario Vargas Llosa ayudó a Tamara Falcó a superar temible adicción que arriesgaba su vida: así fue su relación con la hija de Isabel Preysler

Mario Vargas Llosa, el insigne escritor peruano galardonado con el Premio Nobel de Literatura, fue mucho más que una figura intelectual en el entorno de Isabel Preysler. Durante los años que compartió con la socialité, el escritor del boom latinoamericano asumió un rol determinante dentro del círculo familiar de la expresentadora de televisión, en especial con su hija Tamara Falcó, a quien ayudó con un grave problema de salud que ponía en riesgo

Poco antes de que se hiciera pública su ruptura con Preysler, el autor de La ciudad y los perros tuvo una participación silenciosa, pero poderosa en la vida de la joven marquesa. Al notar cambios alarmantes en su físico y estado de ánimo decidió intervenir.

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Así fue como Mario Vargas Llosa ayudó a Tamara Falcó a superar su adicción

Durante su relación con Isabel Preysler, Mario Vargas Llosa advirtió que algo no marchaba bien en la vida de Tamara Falcó. La joven, cada vez más ausente en sus círculos habituales, presentaba síntomas evidentes de adicción alimentaria y descontrol metabólico que podría haberle costado caro a su salud.  

Según fuentes cercanas a la familia, el nobel de literatura, preocupado por la situación, tomó la iniciativa y sugirió a la marquesa de Griñón internarse en la Clínica Buchinger Wilhelmi, en Marbella, un exclusivo centro especializado en desintoxicación metabólica y reeducación nutricional donde la hija de Isabel Preysler recibió el diagnóstico definitivo: hipotiroidismo, una condición que afectaba profundamente su estabilidad corporal. Gracias al impulso del autor y al equipo médico, la joven inició una transformación integral, dejando atrás viejos hábitos, modificando su dieta y recuperando el equilibrio hormonal.

Los resultados fueron notorios y pocos meses después Tamara reapareció en público visiblemente renovada. Sin embargo, el verdadero cambio fue interno. Recuperó el control sobre su vida y, en varias entrevistas, dejó entrever que alguien muy sabio había sido clave en su proceso. Ese “alguien” era, sin lugar a dudas, Mario Vargas Llosa.

¿Cómo era la relación de Mario Vargas Llosa con Tamara Falcó?

La relación entre Mario Vargas Llosa y Tamara Falcó fue, en sus mejores momentos, casi paterna. El escritor no solo se integró al entorno familiar de Isabel Preysler, sino que generó un vínculo de confianza con la marquesa. Su presencia representó una figura de equilibrio en un universo mediático que muchas veces sobreexponía a la joven diseñadora de moda. Sin embargo, esa cercanía se fue diluyendo con el tiempo.

El punto de quiebre llegó en 2022. Durante un congreso ultracatólico en México, Tamara realizó declaraciones que chocaron con las convicciones liberales del nobel. Según fuentes cercanas, el escritor habría incluso ironizado en privado sobre los comentarios de la joven. Aquella actitud hirió profundamente a Isabel Preysler, quien priorizó la defensa de su hija por encima de la relación sentimental con el autor.

¿Cómo se conoció Mario Vargas Llosa con Isabel Preysler?

El primer encuentro entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler ocurrió en 1986, cuando ella lo entrevistó para la revista ¡Hola! en Estados Unidos. Ambos estaban casados en ese momento, él con Patricia Llosa y ella con el economista Miguel Boyer. Aunque hubo química desde aquel instante, la historia no avanzó hasta décadas después.

En 2014, tras la muerte de Boyer, el destino volvió a cruzar sus caminos durante un crucero por México y Perú. Poco después, coincidieron en un viaje a Londres, auspiciado por la firma Porcelanosa. En ese contexto, surgió un romance que fue oficializado en 2015. El Nobel dejó su matrimonio de más de 50 años y se mudó con Preysler a su residencia en Madrid, formando durante siete años una de las parejas más comentadas de la alta sociedad europea.

¿Por qué terminó la relación entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler?

Aunque en público lucían armoniosos, las diferencias entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler se volvieron irreconciliables. Según la periodista Mamen Sánchez, el detonante final fue una escena de celos y que no era la primera vez que el Nobel abandonaba la casa por este motivo. Esta actitud cíclica convenció a Isabel de que la relación no tenía futuro.

Por otro lado, el entorno del autor señaló que las tensiones derivaban de la constante exposición mediática de la familia de Preysler. Vargas Llosa, hombre reservado y centrado en la escritura, se sintió agobiado por las preguntas sobre la vida amorosa de Tamara Falcó. En palabras del colaborador Alessandro Lequio, “estaba agotado de responder sobre algo que no era de su mundo”.

Tras la ruptura, Mario retomó el contacto con sus hijos y con Patricia Llosa, con quien compartió sus últimos años. El fallecimiento del autor en Lima, a los 89 años, cerró un capítulo de su vida marcado no solo por la literatura, sino también por relaciones complejas y profundas, como la que tuvo con Tamara Falcó y su madre, Isabel Preysler.

¿Cómo era la relación de Isabel Preysler con los hijos de Mario Vargas Llosa?

La familia de Mario Vargas Llosa se preparaba para conmemorar su aniversario en Nueva York cuando una inesperada portada en la revista ¡HOLA! reveló públicamente la relación del escritor con Isabel Preysler. La noticia, conocida por los suyos a través de los medios de comunicación, provocó un profundo malestar entre sus allegados.

Durante ese complejo momento, Gonzalo y Morgana, los hijos menores del Nobel peruano, se mantuvieron firmes junto a su madre. Gonzalo, en particular, no dudó en expresar públicamente su desacuerdo con la relación de su padre, calificándola como un “producto comercial” y lamentando el impacto emocional que tuvo en su núcleo familiar. La lealtad hacia Patricia se convirtió en un eje irrenunciable para ambos hermanos, quienes dejaron en claro su decisión de no aceptar a Isabel en sus vidas.

¿Cuánto pagaba Mario Vargas Llosa por vivir en la casa de Isabel Preysler?

Según reveló Paloma Barrientos, autora del libro Reina de corazones, Mario Vargas Llosa no se caracterizaba por ser tacaño, como en algún momento se insinuó. Por el contrario, mantenía un estilo de vida generoso durante su relación con Isabel Preysler. “Se dijo, a veces por información directa o por filtraciones, que ella vivía prácticamente ajustada, pero eso no es cierto. Él aportaba una suma considerable para el mantenimiento de la casa”, indicó Barrientos. La periodista citó al comunicador Federico Jiménez Losantos, cercano al Nobel, quien estimó que Vargas Llosa destinaba unos 80.000 euros mensuales para sostener el lujoso ritmo de vida en la mansión conocida como Villa Meona.