¿Qué hizo el papa Francisco por la humanidad? La vida de un defensor de pobres y marginados que intentó cambiar la Iglesia
Durante su pontificado, el papa Francisco impulsó una Iglesia más inclusiva y menos jerárquica, con un llamado a la misericordia y reformas que promovieron la participación de mujeres en liderazgo.
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Tras el fallecimiento del papa Francisco el 21 de abril, el mundo recuerda con especial cariño aquel momento en 2013 en el que Jorge Mario Bergoglio apareció por primera vez ante la multitud reunida en la Plaza de San Pedro. Sin la tradicional capa roja ni la cruz dorada que distinguía a sus predecesores, eligió una sencilla sotana blanca y la misma cruz de plata que llevó como arzobispo de Buenos Aires.
Pero su sencillez no se limitó a la ropa o a los símbolos. También decidió no mudarse al lujoso Palacio Apostólico, prefiriendo quedarse en la Residencia de Santa Marta, un lugar más modesto donde podía vivir en contacto con otras personas. Desde ahí, impulsó una Iglesia más abierta, más humana y más cercana a quienes sufren. Su forma de vivir rompió con tradiciones en el Vaticano, por lo que su pontificado fue profundamente humano que ahora, con su partida, deja un vacío en el corazón de millones.
Así transformó el papa la Iglesia Católica
Desde el inicio de su pontificado, el papa Francisco expresó su deseo de construir una Iglesia menos elitista y más comprometida con el sufrimiento humano. Su recordada frase "Prefiero una Iglesia herida por salir a la calle, que enferma por encerrarse" resume su visión pastoral de una institución activa y cercana a las necesidades del prójimo. En su exhortación Evangelii Gaudium, instó a dejar de lado la rigidez doctrinal para colocar la misericordia como eje central del cristianismo.
Bajo su liderazgo, el Vaticano vio reformas concretas como el impulso de mujeres a cargos de liderazgo y un llamado a mayor transparencia. Estas decisiones no solo modernizaron la estructura interna de la Iglesia, sino que la alinearon con las necesidades y voces de los fieles del siglo XXI.
Francisco y su lucha por el medio ambiente
Con la encíclica Laudato Si’, publicada en 2015, puso a la Iglesia en el centro del debate ambiental mundial. En ella, calificó la crisis ecológica como una "cuestión moral urgente", y denunció la indiferencia hacia el deterioro del planeta, apelando tanto a gobiernos como a ciudadanos para actuar con responsabilidad.
Este enfoque transformador unió la ética cristiana con el activismo ambiental, resaltando que cuidar de la Tierra es también cuidar del prójimo. De esa manera, demostró que la fe y la ciencia pueden trabajar juntas por el bien común, consolidando su imagen como un líder espiritual con los pies en la tierra y los ojos en el futuro.
Papa Francisco: "Ser homosexual no es un crimen"
Aunque sin cambiar la doctrina oficial, el Papa Francisco marcó un antes y un después en la relación de la Iglesia Católica con la comunidad LGBTQ+. Afirmaciones como "Ser homosexual no es un crimen” y su respaldo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo mostraron una actitud más compasiva y realista. También pidió a los obispos más tolerancia y ternura, recordando que "todos son hijos de Dios".
Este cambio de tono, más pastoral que doctrinal, envió un mensaje poderoso: la Iglesia no debe excluir ni condenar, sino acompañar. Si bien no todos los sectores eclesiásticos lo apoyaron, sus palabras ofrecieron alivio y esperanza a miles de creyentes LGBTQ+ que por años se sintieron marginados.