Estados Unidos

Audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, se pospone por tercera vez para junio en EEUU

Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo”, enfrenta múltiples cargos por tráfico de drogas y lavado de dinero, en medio de negociaciones judiciales que podrían llevar a un acuerdo de culpabilidad.

La nueva audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán, será el 2 de junio en Estados Unidos. Foto: El Colombiano/ Freepik
La nueva audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán, será el 2 de junio en Estados Unidos. Foto: El Colombiano/ Freepik

La audiencia de Joaquín Guzmán López, hijo de "El Chapo" Guzmán ha sido pospuesta por tercera vez en una corte federal de Chicago, Illinois. La nueva fecha será el 2 de junio y fue aprobada por la jueza Sharon Johnson Coleman, quien preside el caso en la Corte del Distrito Norte de Illinois. Guzmán López enfrenta varios cargos relacionados con el tráfico de drogas, como metanfetamina, heroína y marihuana, además de lavado de dinero y su implicación en "Los Chapitos", una facción del Cártel de Sinaloa encabezada por su hermano Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón". A pesar de haberse declarado “no culpable” de los cargos, la audiencia fue reprogramada debido a un acuerdo entre las partes involucradas.

La audiencia ya había sido pospuesta anteriormente, el 9 de marzo, cuando se reprogramó del 19 de marzo al 19 de abril debido a negociaciones entre la defensa de Guzmán López y la fiscalía estadounidense, con el objetivo de llegar a un acuerdo de culpabilidad para evitar un juicio. Estos cambios de fecha surgen en un contexto de acuerdos judiciales en los que Guzmán López y su hermano Ovidio podrían participar como “testigos protegidos” para cooperar con las autoridades de Estados Unidos.

Joaquín Guzmán López negocia un acuerdo con la fiscalía de Estados Unidos

La audiencia pospuesta del 18 de abril fue aplazada debido a negociaciones entre la defensa de Joaquín Guzmán López y la fiscalía estadounidense. Se especula que ambas partes buscan llegar a un acuerdo de culpabilidad, lo que evitaría que el caso llegue a juicio. Según el fiscal federal adjunto, Andrew Erskine, aún se explora una “resolución global” para el caso, lo que sugiere que la fiscalía sigue negociando un pacto con Guzmán López, quien ha declarado "no culpable" de los cargos que se le imputan.

Guzmán López fue detenido el 25 de julio de 2024 junto a Ismael “El Mayo” Zambada, otro de los líderes más importantes del Cártel de Sinaloa. Ambos fueron arrestados en un aeropuerto de Nuevo México, cuando viajaban en una avioneta proveniente de Hermosillo, Sonora. La captura de Zambada, que había evadido a las autoridades durante más de 50 años, fue un golpe significativo al narcotráfico en México y Estados Unidos. Aunque se ha informado que el gobierno mexicano no participó directamente en la operación, los arrestos fueron considerados un gran éxito en la lucha contra el crimen organizado.

Figura de "testigo protegido" y su relevancia en el caso de Guzmán López

Joaquín Guzmán López, al igual que su hermano Ovidio, podría beneficiarse de la figura de “testigo protegido” en el sistema judicial estadounidense. Este mecanismo, que permite a los acusados colaborar con las autoridades a cambio de beneficios judiciales, ha sido crucial en desmantelar organizaciones criminales. A través del Programa Federal de Protección de Testigos (WITSEC), los colaboradores reciben una nueva identidad y protección permanente, lo que les permite colaborar sin temor a represalias.

La colaboración de otros miembros del Cártel de Sinaloa, como Vicente Zambada Niebla, hijo de “El Mayo” Zambada, quien testificó contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, ya ha mostrado cómo el sistema de testigos protegidos puede desmantelar cárteles desde adentro. En este caso, la posible cooperación de Guzmán López podría generar nuevas investigaciones y sanciones contra otros miembros de la organización criminal, incluyendo socios financieros y operativos logísticos.

La figura de “testigo protegido” ha tenido un impacto notable en la lucha contra el narcotráfico, y su aplicación en el caso de los hermanos Guzmán López podría ser un factor determinante para el futuro del Cártel de Sinaloa y el narcotráfico en general. Con esta cooperación, las autoridades estadounidenses podrían obtener información clave sobre las operaciones del cártel, lo que afectaría tanto a su estructura interna como a sus redes de distribución en todo el mundo.