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EE. UU. aplicará nuevas sanciones contra red de lavado de dinero vinculada al Cártel de Sinaloa, aseguró Marco Rubio

El gobierno de Donald Trump anunció nuevas sanciones contra la organización criminal mexicana para desmantelar su red de lavado de dinero y "asfixiarla financieramente".

Estados Unidos responsabiliza al Cártel de Sinaloa por una porción considerable del tráfico de fentanilo y otras drogas hacia su territorio. Foto: Composición LR.
Estados Unidos responsabiliza al Cártel de Sinaloa por una porción considerable del tráfico de fentanilo y otras drogas hacia su territorio. Foto: Composición LR.

En un giro estratégico para combatir el narcotráfico trasnacional, el gobierno de Donald Trump, anunció nuevas sanciones dirigidas a desmantelar la red de lavado de dinero del Cártel de Sinaloa. Según el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, esta ofensiva busca asfixiar económicamente a una de las organizaciones criminales más poderosas del hemisferio. “Este es un paso decisivo para debilitar la estructura financiera del cártel y reducir su alcance dentro y fuera de México”, afirmó el legislador en una conferencia de prensa.

Rubio detalló que el Departamento del Tesoro implementará bloqueos sobre cuentas bancarias, propiedades y empresas fachada que operan en territorio estadounidense y mexicano. Las acciones forman parte de un nuevo paquete de sanciones económicas que apunta directamente a los operadores financieros de la organización. “Ya no solo vamos tras los capos. Vamos tras sus redes de apoyo, sus socios comerciales y sus fuentes de ingreso”, subrayó Rubio. Esta estrategia marca una nueva fase en la cooperación bilateral con el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ha reiterado su disposición para enfrentar a los cárteles con inteligencia y colaboración binacional.

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Debilitar el Cártel de Sinaloa: el objetivo de Trump

El Cártel de Sinaloa, conocido por su sofisticada estructura y su capacidad para adaptarse a los golpes del Estado, enfrenta ahora un tipo distinto de amenaza: el bloqueo sistemático de sus recursos financieros. Las sanciones anunciadas por Washington afectan a más de 15 personas y 30 entidades comerciales que, según investigaciones conjuntas, participan en el lavado de dinero del narcotráfico. Se trata de empresas que van desde constructoras hasta casas de cambio, ubicadas principalmente en Sinaloa, Ciudad de México, California y Texas.

Las medidas responden a la creciente preocupación en Estados Unidos sobre cómo estos grupos criminales aprovechan las debilidades del sistema financiero para mover millones de dólares sin ser detectados. En palabras de Rubio: “Si cortamos el flujo de dinero, debilitamos su capacidad de corromper instituciones, comprar armamento y expandirse”. Además, el senador destacó que esta iniciativa se complementa con tecnología avanzada de rastreo y vigilancia fiscal.

¿Cómo responde México ante esta nueva estrategia estadounidense?

La reacción del gobierno mexicano no se hizo esperar. La presidenta Claudia Sheinbaum expresó su respaldo a la iniciativa estadounidense, calificándola como “una oportunidad para fortalecer la cooperación en seguridad y justicia financiera”. Fuentes del gabinete de seguridad confirmaron que se activarán mecanismos para facilitar la captura y extradición de los implicados que se encuentren en territorio nacional.

En una declaración conjunta, autoridades de ambos países coincidieron en que la lucha contra el narcotráfico no solo debe ser militar o policial, sino también financiera. “Los cárteles no sobreviven sin dinero, y su dinero necesita moverse. Ahí es donde debemos actuar”, señaló un alto funcionario del Departamento del Tesoro. Esta coordinación binacional, que también involucra a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de México, marca un precedente en el combate al crimen organizado desde el frente económico.

¿Qué impacto podría tener esta medida en la relación bilateral?

La política de Trump respecto a México ha estado marcada por momentos de tensión, especialmente en temas migratorios y comerciales. Sin embargo, esta nueva ofensiva contra el Cártel de Sinaloa podría abrir una ventana de entendimiento entre ambas administraciones. La lucha contra el narcotráfico sigue siendo un punto de interés común, y estas sanciones podrían demostrar que una acción coordinada puede rendir frutos concretos.

“Esta es una muestra de que cuando ambos gobiernos trabajan en el mismo objetivo, los resultados pueden ser contundentes”, declaró Rubio. No obstante, algunos analistas advierten que la presión política en año electoral podría influir en la intensidad de estas acciones. A pesar de ello, la decisión de atacar las finanzas del cártel representa un cambio de enfoque que, según expertos, podría generar resultados sostenibles si se mantiene la cooperación entre Estados Unidos y México.