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El príncipe Harry exige protección policial en Reino Unido tras amenazas de Al Qaeda por sus acciones en Afganistán

El duque de Sussex presentó una apelación para obtener seguridad policial en Reino Unido después de que Al Qaeda lo señalara como objetivo por su pasado militar en Afganistán.

Harry argumenta que su pasado militar lo convierte en objetivo constante de grupos extremistas. Foto: AFP
Harry argumenta que su pasado militar lo convierte en objetivo constante de grupos extremistas. Foto: AFP

Tras recibir amenazas explícitas por parte del grupo terrorista Al Qaeda, el príncipe Harry solicitó al gobierno británico una revisión urgente de su nivel de protección. La amenaza surge por su participación en la guerra de Afganistán, conflicto en el que, como piloto de helicóptero, declaró haber eliminado a miembros del grupo y comparó a sus enemigos con piezas de ajedrez.

La solicitud forma parte de un proceso legal que enfrenta el principe Harry con el Comité Ejecutivo para la Protección de la Realeza y Figuras Públicas (Ravec), órgano que en 2020 decidió reducir su seguridad estatal tras su renuncia como miembro activo de la familia real. El duque argumenta que el riesgo que corre, sobre todo al ingresar a territorio británico con su familia, justifica una revisión inmediata de esa decisión.

Un conflicto legal que reabre el debate sobre la seguridad de los exmiembros reales

Harry ha llevado su disputa hasta los tribunales. A través de su equipo jurídico, elevó una apelación contra la resolución del Ravec que limitó su acceso a escoltas financiadas por el Estado. La amenaza por parte de Al Qaeda refuerza su argumento de que su vida, así como la de su esposa Meghan Markle y sus hijos, corre peligro cada vez que pisan suelo británico.

La organización terrorista difundió un manifiesto en el que menciona directamente al hijo menor del rey Carlos III como blanco, afirmando que asesinarlo sería motivo de celebración para algunos sectores radicalizados. El contenido de estas amenazas no ha sido revelado en detalle por las autoridades, pero se considera lo suficientemente grave como para reabrir el caso en tribunales.

Las consecuencias de su paso por el ejército

Durante sus dos misiones en Afganistán, Harry participó en operaciones militares como parte del ejército británico. En sus memorias, publicó que acabó con la vida de 25 combatientes talibanes, lo que generó controversia internacional y avivó críticas entre sectores militares y diplomáticos. Estas declaraciones ahora se vuelven un elemento central para justificar su solicitud de seguridad, ya que sirven de base para los ataques dirigidos contra él.

Las amenazas actuales estarían directamente vinculadas a su confesión pública sobre los enfrentamientos armados en los que participó. Expertos en seguridad nacional sostienen que personajes públicos como Harry, con antecedentes militares de alto perfil, se convierten en objetivos recurrentes para redes terroristas como Al Qaeda.

Seguridad, familia y derecho a la protección estatal

La disputa legal no solo se centra en la figura del príncipe, sino también en los derechos de cualquier ciudadano a recibir protección frente a amenazas creíbles. Harry sostiene que está dispuesto a cubrir personalmente los gastos de su seguridad, pero exige que se le permita contar con la misma infraestructura policial disponible para otros miembros de la realeza cuando se encuentra en el Reino Unido.

La decisión del Ravec, que se mantiene desde su retiro oficial en 2020, argumenta que ya no cumple con los requisitos de representación institucional. Sin embargo, su condición de figura pública global y su historial militar lo mantienen en el foco de amenazas concretas. El tribunal que estudia el caso deberá resolver si la protección estatal debe adaptarse a riesgos personales, aun cuando el beneficiario no forme parte activa de la Corona.