Francisco conoció la operación Valkiria: ¡pecadores sí, corruptos no!
Revelación. Correspondencia con Francisco, hasta ahora inédita, sobre el Sodalicio evidencia que fue un papa que pasará a la historia por su compromiso con la justicia y su defensa del periodismo de investigación.
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Escribe Paola Ugaz
En el 2023, Francisco puso en marcha una misión especial para el Sodalicio. Unos meses antes, el 10 de noviembre del 2022, le expliqué, en audiencia privada, cómo el Sodalicio quería llevar a la cárcel a los periodistas peruanos de investigación que sacaban a la luz sus abusos y corrupción. “Espero que después de esta reunión no te pongan más denuncias”, dijo invitándome a hacerla pública. Como así hice. Pero el deseo del papa no se cumplió.
El primer enojo de Francisco
El 24 de abril de 2023, me enteré de que me había denunciado Luciano Revoredo, famoso por su portal difamatorio ‘La Abeja’, excandidato al Congreso y hoy empleado del municipio distrital de Renovación Popular, partido de Rafael López Aliaga. Esta vez era por un presunto enriquecimiento ilícito con base en las mentiras publicadas sobre mí en Expreso en el 2020. Sorprendentemente, la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, lo derivó inmediatamente a un subordinado para que diese curso cuanto antes a la denuncia. De nuevo mandé un correo al papa.
A las pocas horas recibí de su secretario Gonzalo Aemilius un e-mail con una nota manuscrita de Francisco: “Señora Paola Ugaz, muchas gracias por sus dos correos. Pasé a la congregación de los institutos de vida religiosa, lo que usted mandó, para su estudio. Recuerdo con simpatía su visita…”.
Días después, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, me transmite otro mensaje del papa: “El papa está indignado por ese último ataque contra ti y me ha asegurado que pronto tendrás noticias de él”.
Gracias a nueva filtración de Alejandro Bermúdez de un documento reservadisimo del Vaticano utilizado por Giuliana Caccia y Sebastián Blanco en su ataque a Jordi Bertomeu, hemos sabido que Francisco autorizó de manera oficial la misión especial para investigar el Sodalicio, el 5 de julio del 2023. Lo cierto es que el 14 de julio recibí una llamada de monseñor Rastislav Zummer citándome a la Nunciatura el martes 25 de julio. Por fin sucedía lo que habíamos estado esperando durante años: que alguien nos escuchara.

Carta que en 2023 envió el papa Francisco a la periodista Paola Ugaz fue una luz de esperanza.

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Salaverry 600
Aquel día acudí junto con Pedro Salinas a la Nunciatura Apostólica. Salaverry 600 estaba rodeada de periodistas. La expectación era máxima. Recuerdo la pregunta que me lanzó monseñor Scicluna sobre los presuntos ataques recibidos por una influencer de parte de José Enrique Escardó y Martin Scheuch. Salinas había sido interrogado si sus apreciaciones sobre San Bartolo eran verdad o exageraciones, pues así lo había dicho un testigo el día antes.
Al día siguiente, una de las víctimas llamó a Salinas para decirle que el lunes habían entrado Giuliana Caccia y Sebastián Blanco. Pedro Salinas me llamó y dijo: “De nuevo, el Sodalicio y sus satélites buscando intoxicar todo”. Aquellos días había expectación y confianza porque las víctimas coincidían en la empatía que habían mostrado Charles Scicluna y Jordi Bertomeu con su sufrimiento.
Se acercaba la Navidad. Recordando aquel encuentro del 2022, el 23 de diciembre de 2023 quise felicitar al papa por las Navidades e informarle de primera mano de un hecho que consideré importantísimo para el Perú y para el mismo caso Sodalicio aún en curso. Se trataba de la operación Valkiria, hecha pública en aquellos días.

Paola Ugaz se reunió con el papa el 2022. Le informó de la persecución a víctimas y periodistas de investigación que denunciaban los abusos del Sodalicio de Vida Cristiana, sus allegados y abogados.
La operación Valkiria y el Sodalicio
Meses antes había empezado un operativo policial de inteligencia que señalaba a asesores de la Fiscalía General, policías, abogados, empresarios y otros personajes por sus estrechas conexiones con la entonces fiscal de la Nación, Patricia Benavides. Entre los presuntos delitos estaba la pertenencia a una organización criminal, colusión agravada y tráfico de influencias.

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El operativo culminó con el arresto preliminar de 7 personas y el allanamiento a varias residencias en Lima. El dueño y director del estudio de abogados que defendía a los líderes del Sodalicio, José Luis Hauyón, y el exministro Hernán Garrido Lecca fueron presentados como asesores en la sombra de Benavides. Se descubrió que también eran lobistas del Sodalicio y que pedían procesar a los periodistas a base de pruebas falsas de lavado de activos.
En concreto, el fiscal Rafael Vela destapó que Patricia Benavides le pidió que atendiera a Hauyón y que no desactivara el caso sin pruebas de lavado de activos contra mí. Jaime Villanueva dijo también que Hauyón y Garrido Lecca ayudaron a Benavides para ser nombrada como fiscal de la Nación. En conclusión, como destaparon los diarios peruanos, el 22 de diciembre del 2023, a partir de los testimonios de Jaime Villanueva y Rafael Vela, quedaba claro que “Jose Luis Hauyón se había infiltrado en el Ministerio Público para favorecer a sus clientes del Sodalicio”. Emergió por fin la causa de la persecución a nosotros como periodistas junto a Pedro Salinas y Daniel Yovera.

El fiscal Rafael Vela declaró que el abogado José Luis Hauyón tenía interés en las denuncias contra Paola Ugaz.
Francisco informado
Aquel 23 de diciembre del 2023, hice llegar directamente al santo padre una copia de las noticias publicadas en Perú con una nota mía. En ella le agradecía una vez más el envío de la misión especial y le explicaba lo difícil que lo habíamos tenido los periodistas de investigación peruanos en los años precedentes a causa del favoritismo de la Fiscalía hacia el Sodalicio, que llevaba más de 50 años en la total impunidad.
En la misma carta, le advertí al papa de lo difícil que sería para el Vaticano hacer justicia, pero le transmitía también las gracias por todo lo hecho hasta entonces. Lo hacía en nombre de los otros periodistas y de las víctimas. Pocas semanas después, a través de un tercero muy allegado al papa, este me confirmaba que había recibido aquella información y me pedía que tuviéramos un poco de paciencia porque la solución estaba en marcha.

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La salida de Eguren: algo se mueve
El 2 de abril del 2024 amanecimos con la noticia de que el arzobispo José Antonio Eguren, miembro de la generación fundacional del Sodalicio, presentó su renuncia a la Arquidiócesis de Piura y Tumbes ante el cardenal Robert Prevost, prefecto de Obispos, y que el papa se la había aceptado. Aquel día terminaba un primer capítulo doloroso para los periodistas. Desde el 2018, habíamos publicado que Eguren era un personaje clave en una trama de tráfico de tierras en Piura. Además, una empresa del Sodalicio había hostigado a 16 comuneros que no querían vender sus terrenos en complicidad con la banda criminal ‘La Gran Cruz del Norte’ y que incluso había fallecido uno de los campesinos.
Si bien la Arquidiócesis descansaba por fin tras la salida de Eguren, empezaba un largo calvario para el cardenal Prevost. El Sodalicio y sus terminales, esta vez, a través del exagustino condenado canónicamente por delitos sexuales Ricardo Coronado, lanzó un ataque enconado contra Prevost acusándolo falsamente de encubrimiento. El Sodalicio tenía que vengarse de la “renuncia” de Eguren.

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A partir del 2018, Eguren reaccionó con demandas por difamación agravada. El 8 de abril del 2019, Pedro Salinas fue condenado por la jueza Judith Cueva Calle del juzgado Unipersonal Penal de Piura. Hasta hoy es la única condena que los tribunales peruanos han emitido en el caso Sodalicio. Esta decisión suscitó las más airadas reacciones por parte de organismos internacionales que defienden los derechos humanos, en particular, la libertad de expresión.

Papa Francisco con el religioso Jordi Bertomeu, uno de los miembros de la misión que investigó al Sodalicio.
No obstante el miedo en Perú a molestar al Sodalicio y sus dirigentes, el escándalo que esta decisión suscitaba en el extranjero provocó el efecto contrario al deseado por los abogados de esta sociedad de vida apostólica. Seguramente, la persecución contra Salinas y Ugaz en Piura es la peor decisión que tomó en su vida Percy García Cavero, abogado de Eguren. Algunos obispos del país no daban crédito a lo que veían. Carlos Castillo, Reynaldo Nann, Pedro Barreto y Robert Prevost reaccionaron ante aquel atropello a los derechos humanos.
Por mediación del entonces nuncio Nicola Girasoli, el Vaticano y en particular, el papa Francisco —también escandalizado por lo que veía— amenazó a Eguren con retirarlo del ejercicio pastoral si no desistía de la demanda. No tardó ni cinco minutos apenas conoció la severa advertencia de Roma.
Durante la misión especial debieron emerger pruebas suficientes contra Eguren que aún no han sido publicadas, siempre referidas a los hechos que veníamos denunciando desde hacía años los periodistas.
Esta vez sí. El 2 de abril de 2024, Eguren caía. No se trataba de un año sabático, sino de una remoción total y absoluta de su importante cargo eclesial ejercitado durante 18 años.