Putin insiste con bombardear infraestructuras civiles en Ucrania: ataques con misiles dejaron múltiples heridos
La Fuerza Aérea ucraniana reportó que, de los 62 drones lanzados por Rusia, lograron derribar 40 de ataque y 11 señuelo cayeron sin causar daños.
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Rusia ha redoblado sus operaciones militares en territorio ucraniano con una serie de ataques que han tenido como objetivo principal infraestructuras civiles. Las ciudades de Odesa y Járkov vivieron otra jornada marcada por la violencia, tras ser alcanzadas por misiles y drones. El saldo provisional es de al menos 34 personas heridas, incluidos varios menores, según informaron autoridades locales.
Desde Moscú, el presidente Vladímir Putin ha reiterado que estas ofensivas responden a una supuesta “defensa estratégica”. Sin embargo, en el plano internacional aumentan las voces que cuestionan la legitimidad de estas acciones. Organismos de derechos humanos y representantes diplomáticos han advertido que estos ataques podrían constituir violaciones graves al derecho internacional humanitario, al comprometer directamente la seguridad de la población civil.
La estrategia de Putin: los objetivos civiles
Desde que comenzó de la guerra en Ucrania en febrero de 2022, el Kremlin ha mantenido una narrativa que justifica sus ataques como acciones “estratégicas” contra posiciones militares. Sin embargo, los hechos muestran una realidad distinta. Según el gobernador de la región de Odesa, Oleh Kiper, el reciente ataque nocturno provocó daños en zonas residenciales y hospitales, dejando varios niños heridos. “No hubo ninguna instalación militar cercana al lugar del impacto”, declaró.
Estas ofensivas parecen tener como objetivo debilitar la moral de la población ucraniana y generar caos interno. Analistas internacionales coinciden en que Putin apuesta por minar la resistencia civil para forzar una eventual negociación en sus términos. “El patrón de bombardeos muestra una intención clara de quebrar la infraestructura que sostiene la vida diaria en Ucrania”, señaló la investigadora Marta Zawadzka, del Instituto Polaco de Asuntos Internacionales.
Así responde Ucrania a la escalada de violencia
La respuesta del gobierno de Zelensky ha sido firme y cargada de llamados a la comunidad internacional. En su intervención más reciente, el presidente ucraniano acusó a Rusia de cometer crímenes de guerra y exigió el envío urgente de sistemas antiaéreos. “Cada misil que cae sobre nuestras ciudades podría haberse evitado con más apoyo defensivo”, sostuvo Zelensky.
Además de reforzar su red de defensa aérea, Ucrania exigió que se agilicen los envíos de armamento prometido por la OTAN. Paralelamente, busca documentar cada ataque contra civiles para presentarlos como pruebas ante la Corte Penal Internacional. La estrategia de Kiev se perfila a mantener el respaldo internacional, al tiempo que intenta preservar la cohesión interna frente a una guerra prolongada y cada vez más cruel.
Aumenta presión sobre Rusia por ataques contra Ucrania
Los recientes bombardeos sobre Odesa, Járkov y Sumy reactivaron la preocupación de organismos internacionales. La ONU condenó los ataques y reiteró que el uso indiscriminado de la fuerza contra zonas habitadas contraviene las normas del derecho humanitario. “Proteger a la población civil debe ser una prioridad absoluta en cualquier conflicto”, declaró Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general António Guterres.
En paralelo, Estados Unidos y la Unión Europea aumentaron la presión sobre Moscú mediante nuevas sanciones económicas y el envío de ayuda técnica para la reconstrucción de las zonas afectadas. Sin embargo, la comunidad internacional enfrenta el desafío de evitar que el conflicto se convierta en una guerra de desgaste indefinida. “Putin no da señales de querer cesar las hostilidades. Al contrario, cada ataque parece una declaración de que continuará a cualquier costo”, expresó el diplomático francés Jean-Yves Le Drian.