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¿Tribu caníbal? Los Dani, el pueblo de Indonesia donde las mujeres se mutilan como rito de duelo

La tribu Dani ha captado la atención internacional por sus antiguas y controvertidas prácticas culturales, las cuales fueron recientemente prohibidas por las autoridades de Indonesia.

Las amputaciones se realizaban solo a mujeres de la tribu Dani y usando piedras afiladas, cuerdas o hachas pequeñas, sin anestesia ni asistencia médica. Foto: composición LR/Gianluca Chiodini.
Las amputaciones se realizaban solo a mujeres de la tribu Dani y usando piedras afiladas, cuerdas o hachas pequeñas, sin anestesia ni asistencia médica. Foto: composición LR/Gianluca Chiodini.

En las tierras altas de Papúa, una provincia de Indonesia ubicada al oeste de la isla de Nueva Guinea, vive el pueblo Dani, una comunidad indígena que ha captado la atención del mundo por sus costumbres ancestrales. Aunque durante décadas fueron erróneamente señalados como caníbales, los estudios antropológicos más recientes confirman que ese mito carece de fundamento. Lo que sí es real —y profundamente impactante— es una antigua tradición femenina: la amputación de dedos como expresión de duelo por la pérdida de un ser querido.

La práctica, conocida como 'ikipalin', consistía en cortar una o varias falanges de los dedos de las mujeres, con instrumentos rudimentarios, como símbolo físico del dolor por la muerte de un familiar cercano. Aunque actualmente está prohibida por el Gobierno indonesio, aún se pueden ver sus huellas en mujeres mayores de la comunidad, lo que evidencia una historia marcada por rituales que sobreviven en la memoria colectiva.

¿Los Dani son realmente una tribu caníbal?

A pesar de haber sido presentados en algunos relatos antiguos como caníbales, no existe evidencia confiable ni actual que respalde esa afirmación. El mito se originó en el siglo XX, tras la llegada de expediciones occidentales a la zona, que documentaron aspectos de la vida Dani sin un conocimiento cultural adecuado. Algunos medios sensacionalistas contribuyeron a difundir esta narrativa errónea, al confundirlos con otras tribus de Papúa, donde sí existieron prácticas rituales relacionadas con el canibalismo.

Organizaciones internacionales, como la National Geographic Society, que han trabajado con antropólogos en la región, descartan completamente que los Dani hayan practicado el canibalismo. Jared Diamond, biólogo y autor de obras sobre sociedades tradicionales, también señala que esta tribu no está relacionada con esa práctica. Hoy se sabe con certeza que los Dani son una sociedad agrícola y guerrera, cuya cultura es compleja y ajena a los mitos difundidos desde el exterior.

¿Por qué las mujeres se mutilaban los dedos?

El ritual de amputación de falanges, conocido como ikipalin, era exclusivo de las mujeres Dani y se realizaba como una forma extrema de expresar el dolor tras la muerte de familiares directos, como padres, hermanos o hijos. Esta práctica tenía una fuerte carga simbólica: representar físicamente la pérdida emocional sufrida, con la idea de que el dolor debía dejar una marca visible en el cuerpo.

Las amputaciones se realizaban usando piedras afiladas, cuerdas o hachas pequeñas, sin anestesia ni asistencia médica. Aunque pueda parecer aterrador desde una perspectiva externa, para las mujeres Dani era una muestra de respeto, entrega y fortaleza. El Gobierno de Indonesia ha prohibido esta práctica y las nuevas generaciones ya no la realizan, pero aún se observan las secuelas en muchas ancianas de la comunidad.

¿Cómo viven hoy los Dani en Indonesia?

La tribu Dani sigue existiendo en la actualidad y se estima que cuenta con una población de aproximadamente 90.000 personas. Viven principalmente en el valle de Baliem, una región montañosa de difícil acceso. Aunque han tenido contacto con el mundo exterior desde 1938, cuando fueron avistados por una expedición aérea liderada por Richard Archbold, muchos miembros de la comunidad conservan prácticas tradicionales, como el cultivo de batata, la crianza de cerdos y el uso del koteka, una funda fálica hecha de calabaza que utilizan los hombres.

El Estado indonesio ha implementado medidas para integrar a los Dani al sistema educativo y de salud nacional, lo que ha modificado en parte su estilo de vida. Sin embargo, en festividades como el Festival del Valle de Baliem, aún es posible ver representaciones culturales que mantienen viva su identidad ancestral. Pese al paso del tiempo, los Dani siguen siendo un pueblo que desafía la visión occidental sobre lo que significa tradición, modernidad y memoria.