Científicos chinos hallan clave para reducir el daño por radiación en pacientes con cáncer y víctimas nucleares
Un estudio realizado en China reveló que la inhibición de la proteína STING aumenta la resistencia a la radiación. El hallazgo podría mejorar la radioterapia contra el cáncer y ayudar en situaciones de emergencia nuclear.
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Un equipo de científicos del Instituto de Biomedicina y Salud de Guangzhou, en China, identificó que bloquear la proteína STING mejora la supervivencia de ratones sometidos a dosis letales de radiación. Este descubrimiento, divulgado en la revista Cell Death and Differentiation, podría transformar los enfoques terapéuticos contra el cáncer y brindar una alternativa de protección ante la exposición a radiación nuclear en situaciones de accidentes o conflictos armados.
El estudio, liderado por la investigadora Sun Yirong, reveló que los ratones a los que se les eliminó la proteína STING tuvieron una tasa de supervivencia del 67%, frente al 11% de los ratones normales expuestos a la misma cantidad de radiación. Además, se observó que el daño celular en los intestinos de los ratones modificados fue significativamente menor, lo que sugiere un mecanismo clave para reducir los efectos de la radiación en el cuerpo humano.

El descubrimiento podría optimizar la radioterapia contra el cáncer, reduciendo los efectos secundarios y protegiendo los tejidos sanos de los pacientes en tratamiento. Foto: INEN
La proteína STING aumentaría la resistencia a la radiación
La proteína STING (Stimulator of Interferon Genes) es un componente clave en la respuesta inmunológica del cuerpo ante infecciones virales y el desarrollo de tumores. Sin embargo, el estudio chino demostró que esta misma proteína también desempeña un papel crucial en la muerte celular inducida por radiación.
Según los investigadores, la activación de la proteína STING tras la exposición a radiación provoca una señalización celular que acelera la destrucción de los tejidos. Al eliminar esta proteína en los ratones, se redujo el porcentaje de muerte celular del 45% al 12%, lo que propone que la inhibición de la proteína STING podría ser una estrategia viable para aumentar la resistencia a la radiación en humanos.
El equipo también observó un crecimiento 2,3 veces mayor en las vellosidades intestinales de los ratones sin STING, lo que indica que la eliminación de esta proteína protege el sistema digestivo, uno de los órganos más afectados por la exposición a radiación.
De la guerra nuclear a la oncología: el hallazgo que podría cambiar la medicina
El descubrimiento abre nuevas posibilidades tanto en el campo de la oncología como en la protección contra la radiación nuclear. Actualmente, la radioterapia contra el cáncer es uno de los tratamientos más efectivos para combatir tumores, pero su principal desafío es el daño colateral que causa en tejidos sanos. La inhibición de la proteína STING podría minimizar estos efectos secundarios, permitiendo terapias más seguras y efectivas.
Por otro lado, en un escenario de desastre nuclear, la radiación puede causar una destrucción masiva del ADN y provocar síndromes gastrointestinales mortales. La investigación sugiere que, si estos resultados pueden replicarse en humanos, el tratamiento contra la radiación basado en la eliminación de STING podría mejorar las tasas de supervivencia y reducir los efectos adversos en las víctimas expuestas a material radiactivo.