Sociedad

Minedu revela que solo 3 de cada 10 escolares de cuarto de primaria entiende lo que lee: brecha se intensifica en regiones amazónicas

A pesar de leves avances, la mayoría de escolares a nivel primario sigue sin comprender lo que lee. Expertas advierten que el estancamiento en los aprendizajes responde a brechas estructurales.

ENLA revela los pocos avances que se han dado a nivel de calidad de educación. Foto: Andina.
ENLA revela los pocos avances que se han dado a nivel de calidad de educación. Foto: Andina.

Un año más, la educación en el país está en crisis. La inseguridad ciudadana, la presencia de intentas lluvias y la precariedad de la infraestructura son parte de un programa que se agrava aún más por el tipo de calidad de educación que reciben los alumnos en las aulas. Según la última Evaluación Nacional de Logros de Aprendizaje (ENLA) 2024, publicada por el Ministerio de Educación (Minedu), apenas el 32,8 % de estudiantes de cuarto de primaria ha alcanzado un nivel satisfactorio en comprensión lectora. El problema es claro: en promedio, seis de cada diez escolares no comprende adecuadamente lo que lee, una habilidad fundamental para todo aprendizaje posterior y la vida cotidiana.

Aunque la evaluación mencionada refleja una leve mejora frente al 2023, la cifra se mantiene estancada a niveles preocupantes. La prueba, la cual fue aplicada a más de 532 mil estudiantes en más de 18 mil escuelas a nivel nacional, mostró un incremento de 11 puntos en la medida promedio en Lectura, lo que representa un acercamiento a los niveles prepandemia. Sin embargo, el avance es insuficiente frente a la magnitud del desafío que enfrenta la educación nacional.

Regiones amazónicas en crisis: menos del 20% de estudiantes comprende lo que lee

Según la última encuesta de ENLA, en regiones amazónicas como Loreto, Ucayali y San Martín, han presentando leves mejoras en materias como matemática y comprensión lectora. No obstante, los avances son mínimo. Loreto, por ejemplo, es la región con el peor desempeño del país en Lectura: solo 12,8 % de los estudiantes de cuarto grado de primaria alcanzó un nivel satisfactorio. Si bien hubo una leve mejora respecto al 2023 (9%), los resultados siguen siendo críticos​. En Matemática, la situación es aún más alarmante, ya que en la misma región solo el 6,3 % de los estudiantes alcanzó un nivel satisfactorio.

Para Vanessa Villavicencio, jefa del programa ‘¡Qué maestro!’ de Enseña Perú, esta situación compromete el desarrollo personal de estos estudiantes. "Entender lo que lees no es solo una competencia, es una habilidad transversal. Si un estudiante no puede comprender lo que lee, no podrá resolver un problema matemático, analizar información o aplicar conocimientos en otras áreas", sentenció para este medio.

 Docente viaja 7 horas para dar clase a sus alumnos de primaria en medio de las inundaciones en Loreto. Foto: Composición LR/Captura de pantalla de bote/Yazmín Araujo.

Docente viaja 7 horas para dar clase a sus alumnos de primaria en medio de las inundaciones en Loreto. Foto: Composición LR/Captura de pantalla de bote/Yazmín Araujo.

Aunque uno de los datos más relevantes del estudio es el avance significativo de los estudiantes de zonas rurales, pues la medida promedio en lectura en este grupo aumentó en 24 puntos respecto del año anterior, y el porcentaje de estudiantes en el nivel satisfactorio también creció, este todavía se mantiene muy por debajo del promedio nacional. Y sí se habla de las zonas amazónicas, la problemática se hace mucho más evidente. "La Amazonía rural es, históricamente, la zona más olvidada. Es donde menos atención y recursos se destinan. Si queremos cerrar brechas, tenemos que ponerle más foco y presupuesto.”, argumentó la experta.

Como prueba de ello, el informe del Minedu evidencia que las brechas educativas persisten según sexo, tipo de gestión y ubicación geográfica: las niñas, los estudiantes de escuelas privadas y quienes asisten a instituciones urbanas obtuvieron, en comparación con los alumnos que acuden a escuelas en zonas rurales, mejores resultados en promedio. No obstante, la diferencia no hace que la educación sea de mejor calidad.

"En general, el resultado es pésimo. La mayoría de niños en educación pública y privada no está entendiendo lo que lee. Estamos hablando de un avance, pero no significativo. Es decir, los que estaban peor ahora están mal, ya no tan mal. Pese a ello, las brechas urbano-rural y público-privado siguen siendo muy grandes desde que se tiene registro", sentencia Mónica Muñoz-Nájar, directora ejecutiva de la Red de Estudios por el Desarrollo (REDES), para La República.

¿Docentes capacitados?: mejores sueldos, pero mismo nivel de enseñanza

El pasado 11 de abril, Cristyan Ricopa (44), un docente de la región Loreto, se hizo viral en redes sociales por transformar su embarcación en un salón de clases. Él, quien recorre durante 7 horas el río para enseñar a sus estudiantes, quienes no pueden asistir a la escuela debido al incremento de los problemas climáticos en la Amazonía, representa en gran medida los desafíos que enfrenta la educación rural en nuestro país. "En algunas zonas, llegar a la escuela puede tomar hasta 10 horas en mototaxi, automóvil y peque-peque”, afirma Villavicencio.

A pesar de los incrementos salariales a los docentes registrados en los últimos años, los resultados del ENLA 2024 evidencian que no se han producido mejoras significativas en el rendimiento de los estudiantes en las escuelas, principalmente en las escuelas públicas. “A este ritmo, nos tomará 50 años cerrar la brecha. La mala infraestructura reduce la asistencia y, con ello, el aprendizaje”, acota Muñoz-Nájar.

En Matemática, por ejemplo, los escolares de sexto grado de primaria se mantienen estancados con un puntaje promedio de 509 puntos desde 2022, sin variaciones estadísticamente significativas. En lectura, los resultados son similares. Por ello, las especialistas advierten que el salario no es suficiente por sí solo para mejorar la calidad educativa, si no se acompaña de formación continua, materiales adecuados y políticas pedagógicas coherentes con los contextos reales de enseñanza, así como incentivos y fiscalización por parte de las autoridades competentes, como el Ministerio de Educación y los gobiernos regionales.

 Foto: Andina.

Foto: Andina.

"Muchas capacitaciones docentes se hacen solo para llenar legajos. Lo que necesitamos son recursos efectivos como guías de clase y prácticas pedagógicas claras. Solo el 8 % de docentes en una observación de aula incentivaba el pensamiento crítico. Nadie pregunta ‘¿qué piensas?’, ‘¿cómo te sientes con esta información?’. Eso hay que cambiar.”, expresa Muñoz-Nájar.

Además, el análisis plantea un dato relevante en relación a la labor del docente en las aulas. Según la encuesta, los estudiantes que reportaron que sus docentes los motivan a expresar ideas y opiniones obtuvieron mejores resultados en Lectura y Matemática. Sumando a ello, también se plantea la importancia de la permanencia de los profesores en los centros educativos, ya que eso genera un clima de confianza hacia por parte de los alumnos.

"Casi el 50 % de los docentes en zonas rurales tiene baja permanencia. Solo están un año con los estudiantes y luego son reemplazados. Esto afecta el vínculo y, por ende, los aprendizajes. Cuando un estudiante tiene al mismo docente por más tiempo, los resultados en lectura y matemática mejoran. La permanencia docente importa, sobre todo en contextos rurales. Nuestros docentes son los soldados de primera fila. Si están mejor preparados, si saben cómo enseñar y cómo generar vínculos, eso va a calar directamente en el aprendizaje de los estudiantes", acota Villavicencio.

¿La educación privada es de mejor calidad?

Durante años, la educación privada ha sido sinónimo de mayor calidad en comparación con la educación pública. Sin embargo, los resultados del ENLA 2024 ponen en duda esta idea, al revelar retrocesos significativos en el rendimiento de los estudiantes de sexto grado de primaria en colegios privados. “Existe la idea de que lo privado es mejor, pero no siempre es así. Hay privados de mala calidad que no ofrecen una mejor educación que los públicos", argumenta la especialista de REDES. Esto, según la misma Muñoz-Nájar, también tiene relación con las vacantes para la educación pública, pues en muchas ocasiones son insuficientes.

Según la evaluación de ENLA, los puntajes promedio en Lectura descendieron en 11 puntos respecto a la medición anterior, mientras que en Matemática la caída fue aún más pronunciada, con una reducción de 15 puntos. Estas cifras contrastan con la estabilidad de los resultados en escuelas públicas, donde, si bien no se registraron mejoras sustanciales, tampoco se evidenciaron retrocesos tan marcados.

 Foto: Gobierno del Perú.

Foto: Gobierno del Perú.

En cuarto grado de primaria, los estudiantes de instituciones privadas continúan mostrando un desempeño promedio superior al de sus pares en escuelas públicas y rurales. No obstante, cuando se analiza el progreso anual, las diferencias comienzan a matizarse. Las escuelas rurales, por ejemplo, lograron avances destacados entre 2023 y 2024: en Lectura, el puntaje promedio aumentó en 24 puntos, mientras que en Matemática se registró una mejora de 22 puntos. Este progreso permitió que estas escuelas pasaran del nivel “En inicio” al nivel “En proceso”, demostrando que la mejora en los aprendizajes no está determinada únicamente por el tipo de gestión educativa. "El diagnóstico general es claro: la educación en el Perú está muy mal. Y esto no es nuevo, lo arrastramos desde hace años", argumenta Mónica Muñoz-Nájar.

Además, al interior del propio sector privado existen disparidades. Las escuelas privadas de bajo costo alcanzan resultados muy similares a los de las escuelas públicas urbanas, lo que evidencia que no todas las instituciones privadas garantizan una educación de alta calidad. Así, los datos del ENLA 2024 permiten concluir que la calidad educativa no puede definirse únicamente en función de si la gestión es pública o privada, sino que responde a una combinación compleja de factores, entre ellos el entorno escolar, las prácticas pedagógicas, el nivel de involucramiento docente y la participación de las familias en el proceso educativo.