Sociedad

El sicario peruano que asesinó a 23 personas, se tatuó cada crimen y fue liberado en EE.UU. por no tener orden de captura internacional

Gianfranco Torres Navarro, mejor conocido como 'Gianfranco 23', es un temido sicario peruano que lideraba la organización criminal Los Killers, la cual operaba principalmente en Ventanilla.

'Gianfranco 23' ingresó de manera ilegal a los Estados Unidos junto con su pareja. Foto: Composición LR/ El País/ Swissinfo
'Gianfranco 23' ingresó de manera ilegal a los Estados Unidos junto con su pareja. Foto: Composición LR/ El País/ Swissinfo

En el Perú existen temibles sicarios, hombres y mujeres sin escrúpulos que, por dinero, son capaces de quitar una vida sin el menor remordimiento. Gianfranco Torres Navarro, alias ‘Chato’ o ‘Gianfranco 23’, es uno de ellos. Con 39 años y un amplio historial delictivo, es considerado uno de los sicarios más temidos del país. Ha sido capturado en varias ocasiones, la más reciente en Estados Unidos. Su apodo no es casual: se le atribuyen al menos 23 asesinatos, según informes de autoridades peruanas e internacionales. Los investigadores incluso especulan que Torres se tatuó el cuerpo por cada crimen que cometió, como una macabra forma de llevar la cuenta de sus víctimas.

Su última captura ocurrió el 14 de agosto del año pasado en la localidad de Endicott, en Nueva York. Gianfranco Torres era el principal sospechoso del asesinato de un agente policial y cabecilla de la organización criminal Los Killers, que operaba en Ventanilla y en otras zonas del norte de Lima y el Callao. Sin embargo, fue liberado por las autoridades estadounidenses al no existir una orden de captura internacional en su contra.

'Gianfranco 23' cometía sus crímenes con su pareja

Aunque su prontuario es extenso, Gianfranco Torres no actuaba solo. Su pareja, Mishelle Ortiz Ubillus, ha sido señalada como el brazo logístico de la banda: coordinaba operaciones, tomaba decisiones estratégicas y, según testimonios de otros integrantes, incluso habría participado directamente en algunos crímenes. La Policía Nacional del Perú (PNP) cuenta con audios que revelarían su rol activo dentro de la organización criminal.

Torres Navarro ya había sido detenido en 2021, cerca del peaje de la Panamericana Norte, cuando cumplía una orden de prisión preventiva. Sin embargo, en enero de 2024 volvió a quedar en libertad y, casi de inmediato, retomó sus actividades delictivas. Se enfocó principalmente en el cobro de cupos en el Callao, donde no solo controlaba amplias zonas, sino que también extorsionaba incluso a otros extorsionadores.

 A pesar de haber sido detenidos en Estados Unidos por ingresar al país sin documentación, Gianfranco Torres Navarro y su pareja, Mishelle Ortiz Ubillus, fueron liberados. Foto: YouTube

A pesar de haber sido detenidos en Estados Unidos por ingresar al país sin documentación, Gianfranco Torres Navarro y su pareja, Mishelle Ortiz Ubillus, fueron liberados. Foto: YouTube

Uno de sus últimos atentados habría sido contra José Seminario Cárdenas, alias ‘Cañejo’, en lo que sería una disputa por el control de otra red criminal. Además, se le atribuye la planificación del asesinato de un policía que, en sus horas libres, trabajaba como agente de seguridad en un restaurante de Ventanilla. Según las investigaciones, el crimen se habría gestado tras una reunión con miembros de su banda en dicho local.

Huyó con su pareja a Estados Unidos

Ante el aumento de la presión por parte de las autoridades, Torres Navarro huyó del país junto a su pareja, Mishelle Ortiz Ubillus. El 16 de mayo ingresaron ilegalmente a Estados Unidos por la zona de Roma, en Texas. Ambos fueron intervenidos por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE); sin embargo, quedaron en libertad con una comparecencia pendiente ante las autoridades migratorias.

La orden de captura internacional fue emitida en Perú el 3 de julio de 2024, pero recién se registró en el sistema de alertas el 8 de ese mismo mes. Fue en esa fecha cuando las autoridades estadounidenses actuaron y procedieron a detener a Torres Navarro.

En la actualidad, Michelle Ortíz y Gianfranco Torres permanecen en una cárcel de Estados Unidos a la espera de conocer la fecha de su juicio y su sentencia definitiva. Asimismo, se piensa que la condena para ambos puede ser severa, y especialmente para el sujeto, ya que se le imputa 23 homicidios perpetrados en su trayectoria delictiva.

'Gianfranco 23' y sus inicios como criminal

Según el coronel PNP Franco Moreno, jefe de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac), Torres Navarro se inició en el mundo del crimen desde muy joven, integrando inicialmente la organización criminal ‘Los Malditos de Angamos’. Su modus operandi era claro: eliminar a sus competidores para apoderarse del negocio del cobro de cupos.

Gracias a esa estrategia violenta, su organización logró expandirse por distritos como Comas, Puente Piedra, Carabayllo, Ventanilla y el Callao. En estas zonas, se consolidó como uno de los líderes criminales más temidos y peligrosos del país.