¿De qué lado están? Ni el Gobierno ni el Congreso escuchan a los transportistas que sufren extorsiones
Pese a que la paralización del transporte público fue contundente en Lima y Callao (98%), presidenta Boluarte dijo que “un día de paro no va hacer desaparecer esta lacra” y negó que la actual situación sea su responsabilidad.

Pararon todas ellas. Las llamadas empresas formales, las informales y las pequeñas que nunca son tomadas en cuenta por las autoridades del Gobierno. No salieron a trabajar, pero sí a protestar y denunciar que el Gobierno y el Congreso no están de su lado y que por eso son blanco de las mafias que los extorsionan y matan.
Fueron más de 700 las empresas de transporte que dejaron de operar, lo que afectó a cientos de miles de personas que debían ir a trabajar o estudiar de manera presencial.
Desde las 4 de la mañana se fueron agrupando en Puente Piedra y otros puntos de Lima con un solo fin: machar hacia el Congreso para exigir leyes efectivas y eliminar otras que solo favorecen a la delincuencia.
“Acá estamos todos, tanto trabajadores de las unidades de transporte formal como informal, representamos al 98% de empresas que apagaron sus motores y nos sumamos a este paro, porque la extorsión y la muerte afecta a todos”, señaló Julio Campos , vicepresidente de la Alianza Nacional de Transportistas.

Manifestantes caminaron desde distintos puntos de Lima hasta el Congreso. Foto: Grecia Infante
La inmovilización de vehículos se ha propuesto como una medida para enfrentar la inseguridad. Y es que, según Campos, el Gobierno no ha implementado hasta el momento ninguna estrategia efectiva que permita abordar la criminalidad de manera sostenible.
“El estado de emergencia no es la mejor estrategia, los policías están de manos atadas porque siguen órdenes y simplemente no funciona”, responde Campos.
Sin buses en las calles
Por la mañana, las calles eran recorridas solo por vehículos particulares o unidades de la Policía, mientras que los paraderos del Callao, Los Olivos, El Agustino, Puente Piedra, Comas, el Cercado de Lima, Ate, San Juan de Lurigancho y otros, mostraban largas colas de personas que esperaban algún transporte.
Esta situación obligó a miles de ciudadanos a buscar otras formas de movilidad, lo que fue aprovechado por vehículos informales y piratas para elevar el precio de los pasajes.

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“Los pasajes están bien caros, por ejemplo, de Acho hasta Santa Anita están cobrando S/ 5 , lo que normalmente es S/ 1.50 y para Atocongo está S/ 7”, indicó un usuario.
Asimismo, reportaron que hasta Huachipa y Ate algunas combis estaban cobrando entre S/ 10 a S/ 15, generando el malestar de los usuarios “ (…) Se aprovechan con los precios porque saben que no tenemos otra opción”, dijeron otras personas en Puente Nuevo.

La presidenta dijo que con un paro no se consigue frenar la delincuencia. Foto: Difusión
Barristas del Boys se suman al paro
La avenida Elmer Faucett con Venezuela fue otro punto de concentración de los trabajadores del transporte público. Ahí, cientos de personas unieron sus voces para pedir castigo para los autores de los recientes asesinatos de choferes. A la convocatoria se unió un grupo de barristas del club Sport Boys quienes exigieron justicia. “(…) Todos deberíamos estar unidos, porque nuestros hermanos transportistas están muriendo por culpa de la extorsión”.
Lo malo de la jornada fue el ataque sufrido por unidades informales que salieron a movilizar a las personas. Ocurrió en el Callao y algunos distritos de Lima, donde decenas de pasajeros fueron obligados a bajar de los vehículos, mientras algunos manifestantes arrojaban piedras a las unidades.
Ante estas acciones, Julio Campos condenó los ataques que “seguramente lo hicieron infiltrados” y señaló que aquellos conductores que se aprovechan de la situación son ajenos a lo que día a día sucede en nuestro país, “(…) Pareciera que la extorsión solo sucede acá, pero cuando les toque a ellos o alguien cercano, sufrirán como sufren muchas familias”.
El vandalismo también fue criticado por el dirigente Martín Valeriano, otro de los organizadores del paro de transportistas y la multitudinaria marcha hacia el Congreso.

Una de las razones del paro era pedir justicia para los choferes asesinados. Foto: Grecia Infante
Policías en las calles
Consultado sobre el despliegue policial en Lima, el general PNP Óscar Arriola informó que fueron 13 mil los agentes del orden desplegados en toda la capital para ofrecer seguridad a la ciudadanía durante el paro.
“Son diversos los esfuerzos desplegados hoy. Tenemos 13.000 policías y militares en las calles de Lima y Callao, (estamo realizando) patrullajes aéreos con drones, tenemos piquetes de seguridad, grupos de inteligencia”, detalló desde el Puente Nuevo, en El Agustino.

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Casi a la misma hora, en el óvalo de Tomás Valle, en Independencia, los transportistas denunciaban que la Policía solo estaba dedicada a cerrarles el paso y no a cuidar a los ciudadanos.
En ese punto se concentraron los diferentes gremios que acudieron con pancartas y banderolas, mientras buses de la empresa Etuchisa (‘Los chinos’) con lazos negros y globos blancos llegaban formando una caravana, en medio de los aplausos de vecinos y trabajadores.
“Matan a los choferes y cobradores a cualquier hora del día y toda su familia queda desamparada. ¿Quién les brinda una indemnización a ellos? Las autoridades que nos gobiernan no son capaces de responder”, dijo Kathy Herrera, cobradora de una unidad de transporte.

Loymer Benigno era conductor de la empresa Etuchisa. Fue asesinado en Los Olivos. Foto: Miguel Vásquez
Después de recorrer un tramo, los buses se detuvieron en Caquetá y desde ahí la marcha de sus ocupantes siguió en pie hasta la zona de Acho y el puente Trujillo.
Disturbios fuera del Congreso
En horas de la tarde, tras la llegada de los gremios hasta los exteriores del Congreso, se registraron algunos enfrentamientos, principalmente porque la policía reforzó sus barreras y porque algunos dirigentes no pudieron ingresar al Parlamento, lo que generó que muchos trabajadores no se sintieran representados.
La Policía utilizó bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes que intentaban sobrepasar el cordón de seguridad. Testigos mencionan que, en respuesta, algunos manifestantes arrojaron botellas y otros objetos.
La respuesta de Dina
Por la tarde, la respuesta al paro de transportistas que dio la presidenta Dina Boluarte, terminó por indignar a los dirigentes.

Son 15 los transportistas asesinados por las bandas de extorsionadores. Foto: Grecia Infante
“Un día de paro no va a hacer desaparecer a esta lacra social. Un paro de transporte lo único que logra es que pierdan el transportista, los empresarios del sector, los conductores y los cobradores; y pierde el Perú, porque se paraliza el movimiento habitual de trabajo de los peruanos”, dijo, lo cual fue secundado por el premier Gustavo Adrianzén.
Acto seguido, intentó librarse de su responsabilidad política por la inseguridad ciudadana que sufre el país. En una sesión del Cuarto de Guerra, la jefa de Estado aseguró que su gestión no es la responsable de la criminalidad, sino que es un problema que aqueja al país desde antes que asuma funciones.
Por la noche, el dirigente Julio Campos anunció una nueva movilización y un paro nacional, al cual serán convocados otros gremios y sectores productivos como bodegueros, empresarios de Gamarra, estudiantes, sindicatos de trabajadores y población en general.