Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez: el caos vehicular como una de las causantes del retraso en su inauguración
El exministro de Transporte advirtió que la falta de accesos eficientes y el caos vehicular en las vías de ingreso serían factores clave en el retraso de la inauguración del nuevo terminal aéreo.
El Gobierno, en coordinación con Lima Airport Partners (LAP), anunció la reprogramación del inicio de operaciones del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez para el 30 de marzo de 2025. Este retraso, según el exministro de Transporte, Carlos Estremadoyro, responde no solo a la necesidad de garantizar seguridad y eficiencia operativa, sino también a la falta de infraestructura vial adecuada, lo que podría generar serios problemas de acceso y congestión vehicular.
En ese marco, Estremadoyro explicó que el diseño actual de las vías de acceso al nuevo terminal presenta graves deficiencias. “Por un lado, sería bueno que abran y que se genere un caos para que se den cuenta de que está mal lo que están haciendo, pero, por otro lado, va a ser feo tener un aeropuerto tan lindo por dentro, pero sin forma adecuada de llegar”, indicó.
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¿Cómo impactará el caos vehicular en el acceso al aeropuerto?
El exministro destacó que el ingreso principal al terminal dependerá de un puente limitado en capacidad y diseñado para soportar un flujo específico de pasajeros. Sin embargo, “no puedes depender de una sola puerta de entrada a un aeropuerto tan grande para casi 40 millones de personas”, advirtió sobre el riesgo de colapso en las vías cercanas, como Morales Suárez y Gambetta, especialmente ante el aumento de la demanda.
Además, otro punto crítico señalado es la falta de un acceso directo al transporte público masivo, como la Línea 4 del Metro de Lima. “El transporte público está previsto desde la fosa con la Línea 4, pero eso está en plena construcción. Una vez que esté lista, ¿cómo se conectarán los pasajeros que lleguen por tren al terminal?”, cuestionó. Para solucionar este problema, propuso la construcción de un túnel que permita conectar las estaciones con las nuevas instalaciones del aeropuerto.
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El exministro también mencionó los riesgos asociados a la ubicación del puente principal de acceso, cerca de la desembocadura del río Rímac. “Un eventual colapso del puente, ya sea por desbordes o accidentes, podría dejar aislado al aeropuerto”, enfatizó.
Problemas internos en el nuevo terminal
Además de los problemas externos, Estremadoyro alertó sobre deficiencias en el equipamiento del terminal. Según informó, los escáneres y otros dispositivos de seguridad no estarán disponibles para la fecha prevista de inauguración. “Hace tres meses, me informaron que los equipos apenas estaban en proceso de pedido. Sin estos dispositivos, se generará un cuello de botella en los controles de pasajeros”, explicó.
Por otro lado, mencionó que la implementación de áreas VIP y otras instalaciones auxiliares también está retrasada, lo que podría impactar en la experiencia de los usuarios. “Si vamos a inaugurar algo tan bonito como el nuevo terminal, hagámoslo bien. Que no falle nada”, puntualizó.
El futuro de la demanda aérea y la capacidad del aeropuerto
Con una infraestructura diseñada para atender a 40 millones de pasajeros, el nuevo Jorge Chávez estará preparado para el incremento sostenido de la demanda. No obstante, Estremadoyro advierte que sin accesos adecuados, la capacidad operativa quedará comprometida. “En cualquier aeropuerto del mundo hay varios accesos. Si seguimos con este diseño, el puente será un embudo que limitará el crecimiento del aeropuerto”, subrayó.
Asimismo, destacó el potencial de atracción de pasajeros internacionales, especialmente de mercados como China. “Imagínate que logremos atraer el 10% de los pasajeros que vienen a Latinoamérica desde China. Eso sería un salto significativo en la demanda, pero necesitamos infraestructura que soporte ese crecimiento”, explicó.