La millonaria máquina de abusos que el Papa busca cerrar en Perú
Acciones. Durante 53 años, el Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) creció en Perú sin que nadie le pusiera freno a sus malas prácticas y abusos contra sus miembros. El Papa Francisco busca cerrar hoy este imperio económico, que se apoyó en una red de encubrimiento con autoridades religiosas, como Cipriani, y políticas, como López Aliaga.
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Autor: Paola Ugaz
Conclave en latín significa con llave, cumclavis. El concepto se refiere a la práctica de hace ocho siglos atrás donde se encierra a los cardenales de la Iglesia Católica y se les quita los móviles hasta que elijan al sucesor del papa, quien combina en igual cantidad, poder político y espiritual. En estos días, el actor Ralph Fiennes protagoniza la película del mismo nombre que compite por el Oscar y que muestra las intrigas para elegir al sucesor del Papa. Lo que sucede en la película de Fiennes es una mínima muestra de lo que se mueve alrededor del clero en el Perú desde inicios del 2025, que tiene a Lima como el epicentro de decisiones y definirán el legado del Papa Francisco.
La decisión del Papa Francisco para cerrar el Sodalicio de Vida Cristiana (SCV) y sus ramas ha destapado un entramado económico que lidera el sacerdote Jaime Baertl desde Colombia y una red de encubrimiento que iba de Lima a Roma donde se encontraban autoridades religiosas como el cardenal emérito Juan Luis Cipriani; el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga; y el ex ministro de salud, Hernán Garrido Lecca.
La estructura financiera
La estructura básica del esquema financiero era muy similar al Opus Dei en lo que se refiere a tener los bienes no a nombre de la institución sino en terceros de confianza. Por un lado, está la Asociación Civil San Juan Bautista (ACSJB), no lucrativa y propietaria de los 9 cementerios, entre otros bienes, y por otro lado, organizaciones lucrativas como Inversiones San José. Por ejemplo, las misiones obtienen capital por las actividades fúnebres que realizan utilizando los beneficios del Concordato. Luego, ACSJB, que es una organización sin fines de lucro, transfiere las ganancias (que llegan a millones de soles o dólares) a las personas jurídicas vinculadas al Sodalicio. Ello se hace mediante la simulación de operaciones que posteriormente puedan justificar la ausencia de retorno de dicho dinero a las arcas de las misiones.
Estas transferencias de dinero a través de supuestos préstamos terminan desapareciendo a raíz de que —¡oh milagro!— la empresa su puestamente tiene una acreencia a favor de ACSJB por el mismo monto del dinero que este le presta. Es así como, el dinero de los cementerios no llega a ningún puerto caritativo o social, sino a los bolsillos de los elegidos.
Los que manejan el Sodalicio S.A. que diri ge ahora desde Colombia, el sacerdote Jaime Baertl, son Mario Rivarola Moran, Ary Alcán tara, Gonzalo Flores Santana, Miguel Angel Díaz, Renzo Bacigalupo, Pedro Komatsudani, el chileno Juan José Cueto Plaza y los sodálites Juan Carlos Len, Javier Len, Gonzalo Len, Carlos Neuenschwander, José Antonio Am brozic y José Antonio Dávila.
Denuncias y renuncias
El inédito anuncio de la supresión del Sodalicio ha removido las capas tectónicas de la Iglesia Católica en Perú, ya que desde ese día no han dejado de sucederse cambios, denuncias y renuncias: se desveló las verdaderas razones del exilio del cardenal Juan Luis Cipriani; se aceptó la “renuncia” del expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Miguel Cabrejos, y se inició un proceso cuyo desenlace no está escrito aún: el destino de los bienes del Sodalicio y la atención a sus decenas de víctimas.
¿Cómo funcionaba el poder del Sodalicio? Para muestra varios botones: el ”Operativo Valkiria” de noviembre del 2023 que dirigió la fiscal Marita Barreto, hoy removida, reveló que el abogado del Sodalicio, José Luis Hauyón, y el ex ministro de Salud, Hernán Garrido Lecca, se movieron en las sombras como asesores de la ex fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y pidieron que no se investigue a la organización. El cardenal Juan Luis Cipriani recibió en el 2011 tres denuncias contra Luis Fernando Figari y las hizo desaparecer. Y por último, el expresidente de la Conferencia Episcopal, Miguel Cabrejos, no supo explicar ante el Papa Francisco las acciones que tomó ante las denuncias de las víctimas del Sodalicio: solo presentó nueve comunicados sobre el tema publicados en los últimos diez años.
Bertomeu en aparecida
En el portal Religión digital, que dirige José Ma nuel Vidal, se reveló que uno de los hombres más cercanos al Papa Francisco, Jordi Bertomeu, el Comisario Pontificio que dirigirá el cierre de la organización, viajó desde Lima a Aparecida, Brasil, donde se realizó la última asamblea del Sodalicio, del 6 al 31 de enero, dirigida por el cardenal Gianfranco Ghirlanda. Allí sostuvo un encuentro el 22 de enero ante más de un centenar de sorprendidos miembros de la organización para responder preguntas como ¿hay esperanza para nosotros?.
También según Religión Digital, Bertomeu se reunió en la Nunciatura de Lima con el sacer dote y jefe de facto del Sodalicio, Jaime Baertl. Dicho encuentro sacó chispas porque según filtró el expulsado miembro del Sodalicio, el periodista Alejandro Bermúdez, “Bertomeu va tras la plata del Sodalicio”.
La historia del fin del Sodalicio en Perú es una mezcla de los guiones de las películas Spot light (2015) de Thomas McCarthy y Conclave (2024) de Edward Berger. A saber, en el año 2000, aparece el primer denunciante de la organización, José Enrique Escardó; en el 2001, se emite el primer reportaje en el programa de televisión Entrelíneas que condujo Cecilia Valenzuela y que mostró el drama de dos padres, Eduardo Alt y Héctor Guillén, quienes denunciaron el secuestro de sus hijos a manos del Sodalicio; en el 2015, se publicó Mitad monjes, mitad soldados de Pedro Salinas y de quien escribe.
Luego en el 2016, en La República se publicaron los primeros reportajes del manejo financiero del Sodalicio. Y a partir del 2018, se inició la persecución judicial y en medios del ecosistema desinformador contra Salinas, quien escribe y Daniel Yovera. No se escatimaron recursos para levantar un andamiaje idéntico al que dirigió el condenado ex jefe de los servicios secretos, Vladimiro Montesinos, donde los investigadores se convirtieron en investigados.
En esos operativos de desinformación se publicaron libros que buscaron desprestigiar a los periodistas Pedro Salinas y Daniel Yovera, al tiempo que se contrataron plumas a sueldo como de los experiodistas Miguel Ramírez, José Rosales, Mariella Balbi, Umberto Jara, entre otros, para señalar que las pesquisas sobre el Sodalicio no tenían sustento y sus investigadores deberían estar en la cárcel. También se contrató los servicios del ex jefe de prensa del expresidente Alberto Fujimori y de su hija Keiko Sofía, Carlos Raffo, quien convirtió la crisis en una campaña de negación perpetua porque confiaban en el apoyo del partido Fuerza Popular.
El poder político del Sodalicio de Vida Cristiana no se detiene ahí. El empresario que devino en político, Rafael Lopez Aliaga, hoy alcalde de Lima, además de líder de “Renovación popular”, es socio en las empresas del Sodalicio y desde el 2020, la empresa que fundó, Acres Investment, guarda los 9 cementerios del Sodalicio que operan con la marca Parque del recuerdo, para que no sean alcanzados por la Fiscalía y el Vaticano.
Francisco ordenó que en julio del 2023, la misión especial formada por el obispo de Malta, Charles Scicluna, y el monseñor Jor di Bertomeu, vengan a Perú. La llegada de la misión especial a la Nunciatura de Lima significó un cambio decisivo para el Sodalicio, que durante más de 50 años había crecido a costas del concor dato firmado entre Perú y el Vaticano y que amasó una fortuna, que en su momento más célebre, llegó a 1000 millones de dólares.
Ya de vuelta en el Vatica no, el dúo Scicluna-Bertomeu se encargó de la salida del español José Rodríguez del Dicasterio del que de pende el Sodalicio; de la “renuncia” del sodálite José Antonio Eguren como obispo de Piura y Tumbes; y las expul siones de Luis Fernando Figari, Rafael Ismo des, Luis Ferrogiaro, Humberto Del Castillo, Daniel Cardó, Óscar Tokumura, Rafael Ismo des, Erwin Scheuch, Ricardo Trenemann, Miguel Salazar Steiger, Alejandro Bermudez Rosell, José Andrés Ambrozic, Ricardo Adol fo Trenemann, Juan Carlos Len, Jaime Baertl y del propio Eguren.
Suma de factores
¿Qué hizo que por vez primera en la historia de la Iglesia Católica se cierre toda una familia de organizaciones y comunidades que fueron fundadas por el peruano Luis Fernando Figari? Fue un proceso que se sostuvo en una pesquisa periodística y en el ADN de un Sodalicio que ha hecho del matoneo y la persecución judicial una marca registrada ya que denunció y realizó campañas de enlodamiento contra los religiosos que los investigaban dentro y fuera del Vaticano.
La suma de todas esas razones movió la aguja para que el Papa Francisco decida y ordene la supresión que será firmada por la prefecta del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagra da y las Sociedades de Vida Apostólica, Simona Brambilla. Que una mujer firme el cierre de una organización misógina es una justicia poética.