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California demanda al gobierno de Estados Unidos tras la guerra comercial por los aranceles de Trump

Gavin Newsom demandó al gobierno de Donald Trump, cuestionando la legalidad de los aranceles impuestos por considerarlos una aplicación indebida de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional.



California demanda al presidente Donald Trump por aranceles inconstitucionales. Foto: composición LR
California demanda al presidente Donald Trump por aranceles inconstitucionales. Foto: composición LR

Gavin Newsom, gobernador de California, presentó una demanda contra el gobierno de Estados Unidos el 16 de abril, cuestionando la legalidad de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, lo cual viene generando una guerra comercial entre las potencias. La acción judicial, interpuesta ante la Corte de Distrito del norte de California, cuestiona el uso de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA), argumentando que la normativa no otorga facultades para aplicar aranceles como herramienta de política comercial.

En el documento, se sostiene que la implementación de gravámenes generalizados a países como México, Canadá y China, o la imposición de un 10% a todas las importaciones, excede las competencias presidenciales. Según la querella, cualquier decisión de esa magnitud requiere la aprobación del Congreso. Con esta demanda, se busca sentar un precedente legal sobre los límites del poder ejecutivo en materia económica internacional.

California siente el golpe económico de los aranceles de Trump

En California, la gente empieza a sentir en el bolsillo las decisiones tomadas en Washington. El nuevo arancel del 10% impuesto por el gobierno de Trump puso en jaque a sectores de la economía del estado. Agricultores del Valle Central, muchos de ellos votantes fieles de Trump, ahora se preguntan cómo van a mantener sus cultivos rentables cuando los fertilizantes importados suben de precio y los mercados internacionales empiezan a cerrar sus puertas a productos locales como las almendras y los pistachos.

Pero no son solo los campos los que están en alerta. En Silicon Valley, gigantes como Nvidia perdieron miles de millones por restricciones a la exportación de tecnología. Y si bien estas cifras parecen lejanas, lo cierto es que impactan directamente en pequeñas empresas, startups y, sobre todo, en empleos. Muchos californianos temen que este giro en la política comercial federal acabe golpeando su día a día mucho más de lo que imaginaban.

California enfrenta a Trump por aranceles inconstitucionales

No es la primera vez que California le planta cara a Trump en los tribunales, y parece que tampoco será la última. El fiscal Rob Bonta levantó la voz con fuerza, diciendo que los nuevos aranceles impuestos sin consultar al Congreso son simplemente inconstitucionales. Para él, se trata de una medida tomada de forma autoritaria, que ignora las reglas democráticas y perjudica directamente a los californianos.

Gavin Newsom no se quedó tranquilo. Ya pidió al Congreso estatal que apruebe un fondo especial para futuras demandas contra el gobierno federal, anticipando que esta no será la única batalla por librar. Es una muestra clara de hasta qué punto la relación entre California y la Casa Blanca de Trump está marcada por la desconfianza, la tensión y una visión completamente distinta sobre cómo debe manejarse la economía del país.

"No somos Washington D.C.": Newsom marca distancia con la política de Trump

Ante las puertas que se cierran desde Washington, California optó por abrir otras por su cuenta. Newsom intensificó los lazos con otros países y regiones, en un intento por mostrar que el estado sigue comprometido con el comercio global. Ha recibido a embajadores europeos y estrechado lazos con el gobernador de Columbia Británica, dejando claro que, aunque EE.UU. mire hacia adentro, California mira hacia adelante.

"No somos Washington D.C.", dijo Newsom, reflejando el sentir de muchos californianos que no se sienten representados por las políticas de Trump. En este pulso entre la costa oeste y la Casa Blanca, lo que está en juego no es solo el comercio, sino también el modelo de país que se quiere construir.