El actor Fernando Luque puso en duda la denuncia de Eva Bracamonte contra Guillermo Castrillón y tildan de “lamentable” y “vergonzoso” su opinión.,El director de teatro Guillermo Castrillón fue acusado por Eva Bracamonte de haberla acosado sexualmente y muchos esperaban que los actores y actrices peruanas opinen al respecto. El primero en hacerlo fue el actor Fernando Luque. A través de su cuenta de Facebook, Fernando Luque hizo una extensa publicación para dar a conocer su sentir sobre la denuncia en contra de Guillermo Castrillón, a quien dijo conocer y respetar. PUEDES VER Guillermo Castrillón hace su descargo después de que Eva Bracamonte lo acusara de acosador Fernando Luque aseguró haber leído ambas versiones y concluyó que “es una situación demasiado compleja como para acusar a Castrillón, de buenas a primeras, de ser un perverso monstruo agresor que como mínimo debe dejar el quehacer teatral para siempre”. Para el actor que actúa en la teleserie ‘De vuelta al barrio’, la responsabilidad es de ambos porque si bien Guillermo Castrillón propuso esa polémica forma de trabajo, Eva fue la que aceptó. “Si uno analiza la denuncia de Eva de manera objetiva y fría -cualidades difíciles de adquirir en tiempos tan sensibles- se puede inferir, sin temor a equivocarse, que a pesar de la manera brutal, irresponsable y aterradoramente radical que tiene Castrillón de dirigir, no se puede probar que haya existido perversidad de su parte, entendiendo aquí perversidad como el querer aprovecharse de su condición de director para satisfacer sus bajas pasiones. Lo que hay, eso es innegable, es un método artístico que yo no recomendaría a ningún ser humano, pero que no llega a cruzar los límites de lo legal, puesto que en la medida en que Castrillón no impone su método sino que lo propone, no queda duda de que sí es cierto que hay consenso entre ambas partes, como bien alega el director en su respuesta. Que quiero decir con esto: que la responsabilidad, en este caso particular, es mutua. No se puede comparar este suceso con un crimen de género o algo por el estilo. Eso sería absolutamente desproporcionado e injusto. Y es justamente por ello que me atrevo a decir lo que pienso y a explicar por qué considero que no hay perversión por parte de Castrillón”, sostuvo Luque. “Eva estaba en todas su capacidades físicas y psicológicas para decidir si seguía o no por ese camino, pues no era una niña de siete años, ¿o sí? Entonces, ella decidió quedarse, decidió asumir la responsabilidad de entregar su cuerpo y su energía a un proceso que, de entrada, era de altísima intensidad y que no escondía en lo más mínimo sus métodos de exploración artística. Es como si en un primer ensayo, un director, para fines artísticos, me de un beso. Ante eso, yo le digo, oye, no me gusta eso, no lo vuelvas a hacer. Él accede, pero en los siguientes ensayos, si bien no me da un beso, hace cosas igual de incómodas, e incluso agresivas. Yo, sin embargo, sigo yendo a ensayar. Y de pronto, en un ensayo, me mete un puñete, y me incita a que lo ataque, para “dar todo de mí”. Yo, sin embargo, sigo yendo a ensayar. Finalmente, en un último ensayo, me mete el dedo al cu**. Yo, para ser completamente honesto, a estas alturas del partido no me sentiría en derecho de reclamar absolutamente nada, porque para ese entonces yo ya he aceptado esa dinámica de trabajo. Y si la acepté por amor al arte o por debilidad, da igual, es mi responsabilidad, pues tuve miles de opciones para retirarme de dicho proceso”, prosiguió. De acuerdo a la opinión de Fernando, el hecho se justifica porque ocurrió solo en el lugar de ensayo. “Pues seamos honestos aquí: todo lo que ella consideró como propio de una agresión, ocurrió dentro del sagrado espacio de creación, y en ningún otro lugar. He ahí pues la salvación de Castrillón. Pues en la medida en que esto fue así- la misma Eva lo delata con sus declaraciones- no tenemos derecho a especular que Castrillón hizo esto para satisfacer sus perversiones, sino que lo hizo porque así lo consideró necesario para su obra, y, como bien dije antes, Castrillón fue muy claro, desde un inicio, de cuáles eran sus métodos para conseguir dichos objetivos, métodos que la actriz aceptó en todas sus condiciones mentales”. Finalmente consideró que todo se trata de un malentendido. “Yo no conozco a Eva, pero basándome en la lectura de su denuncia, me atrevo a decir que dudo mucho que esté haciendo todo esto por rencor o algo semejante. Yo creo que ella de verdad se ha sentido ultrajada. Pero que ella se sienta ultrajada no significa que en realidad haya sido ultrajada, por más duro que eso suene. Lo que ha ocurrido aquí es un terrible malentendido. Ella ha creído, de corazón, que Castrillón quería aprovecharse de ella. Y eso, debemos admitirlo, no es cierto, o en todo caso no hay pruebas para demostrarlo, y mientras no las haya, no se puede decir todo lo que se ha dicho de este señor. Si queremos ahora hacernos los moralmente irreprochables y destruir la carrera de un brillante artista como Castrillón porque no estamos de acuerdo con sus maneras de hacer arte, fantástico, pero que quede claro que no estamos siendo justos aquí, sino primos hermanos de un sentimentalismo que tarde o temprano nos va a costar caro”. Las críticas a Luque no faltaron: “Que lamentable opinión, vergongoza posición la que tiene sin embargo es usted varón por lo tanto siempre verá las cosas desde su propia naturaleza (...) no se trata este caso de sensibilidad sino delito de tocamientos indebidos tipificado en nuestro código penal”, “Ay, qué pena que pienses así y justifiques algo injustificable”, “Que deplorable tu forma de pensar. Qué nula tu capacidad de empatizar” y “Que triste por decir lo menos de tu post, también desnuda tu pensamiento”.