Las aves más peligrosas y rápidas del mundo: pueden superar los 300 kilómetros por hora para cazar a sus presas
Con una estructura aerodinámica, sus alas largas y musculatura potente le permiten maniobrar y cazar con precisión en el aire. Ingenieros han utilizado estas características para mejorar la eficiencia de aviones modernos.
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Sus presas no lo ven venir. Este implacable depredador pertenece a un selecto grupo de aves que gobiernan el cielo por su impresionante astucia y visión. El halcón peregrino se ganó el respeto de todos los carnívoros aéreos por su asombrosa velocidad similar a un carro de Fórmula 1. Sin duda, una bestia natural de potencia y aceleración que durante años fascinó a la zoología y a diversos científicos.
Estas aves rapaces, a diferencia de un coche de F1, no necesitan largas horas de descansos ni constantes revisiones para desafiar la velocidad. Los halcones pueden alcanzar los 380 kilómetros por hora en picada y en un vuelo vertical pasan los 100 kilómetros.
¿Cómo pueden romper récords de velocidad?
Los halcones peregrinos, familia de aves de presa, asombran a los científicos cuando se lanzan en picada y superan los 300 kilómetros por hora. Sin duda, esta hazaña no sería posible sin la estructura aerodinámica de su liviano cuerpo. Este tipo de depredadores poseen alas largas y puntiagudas e incluso tienen una musculatura potente que les ofrece un control excepcional en el aire. Por este motivo, los ingenieros aeronáuticos han estudiado estas características y las han plasmado en aviones para mejorar su eficiencia.
La forma aerodinámica de este animal, liderado por sus fuertes músculos pectorales y un sistema respiratorio eficiente, permiten a esta ave ejecutar descensos a alta velocidad sin perder el control e incluso pueden maniobrar con precisión para atrapar a sus presas en pleno vuelo.
¿Dónde habitan los halcones peregrinos?
El ave más rápida del mundo reside permanentemente en la costa noroeste de América y en algunas zonas templadas. Los halcones que vuelan en el norte suelen migrar largas distancias e incluso arriban en Sudamérica. Este tipo de rapaces prefieren campos abiertos y acantilados, ya sean montañas o costas, y a veces se adaptan a entornos urbanos, como cornisas de edificios para cazar palomas. Esta conducta refleja su increíble adaptabilidad y capacidad de supervivencia en diferentes entornos.
Las primas de las águilas cazan más de 450 especies en América del Norte y hasta 2.000 en todo el mundo. Es importante destacar que entre sus presas favoritas destacan grulla gris, palomas, roedores, conejos, peces y los colibríes. Asimismo, utilizan una impresionante técnica de caza. Los halcones localizan a sus presas desde alturas que van desde los 90 hasta los 900 metros y se lanzan en picada con una precisión letal para dar un golpe contundente con las patas o un mordisco en el cuello para asegurar la captura.