Con contundente marcha, transportistas demandan al Gobierno y Congreso detener la ola de asesinatos
Llegaron al Parlamento para pedir medidas efectivas contra el sicariato, pero no fueron recibidos. Señalan que el estado de emergencia es inútil. Realizarán un paro este jueves con la participación de 12 gremios de Lima y Callao.
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Han llorado y enterrado a varios de sus compañeros de oficio. Han marchado y pedido medidas efectivas contra la criminalidad. Han tenido esperanza y mucha paciencia. Pero no más. Esta se acabó y ayer lo expresaron en las calles caminando juntos hacia el Congreso.
Fue un paro parcial, pero de gran impacto en la población. Participaron socios, choferes y cobradores de diferentes empresas de transporte, sobre todo de Lima norte. El grupo Etuchisa (Los Chinos) lideró la movilización con una caravana de ocho buses que partieron desde Puente Piedra con cientos de personas.
“El estado de emergencia es un chiste, una burla porque te matan a las 7:30 p.m. No sirve”, gritaban los conductores que avanzaban por la Panamericana Norte.
“El Gobierno tiene un sistema de inteligencia, que trabaje, pues. Que deje de perder el tiempo y salga a las calles”, arengaron a continuación.
De esta manera, los transportistas alzaron su voz contra las ineficientes medidas que el Gobierno ha aplicado para combatir la criminalidad. Al llegar al Congreso, un grupo de dirigentes ingresó para conversar con la presidenta de la comisión de Transportes, al no poder hacerlo con el titular del ese poder del Estado.

Los manifestantes dejaron su duelo por unos minutos para pedir seguridad y justicia. Foto: Miguel Vásquez
El punto de concentración de los manifestante fue el paradero Fundición en Puente Piedra, a las 4 a.m. Dos horas después, la ciudad sintió el impacto del paro, pues no había buses en las principales vías y paraderos como Puente Nuevo, Pro, Pilas, Caquetá, entre otros. Ello se debía a que varias líneas se solidarizaron con Los Chinos y no salieron a trabajar hasta media mañana.

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Ante ello, la Policía Nacional se vio en la necesidad de sacar sus buses para trasladar a las personas, pues el Metropolitano, la Línea 1 del Metro y los corredores no se daban abasto.
La marcha y la tolerancia
El mayor punto de concentración de los manifestantes fue el paradero Pro. Ahí, con carteles en mano, cintillos negros y globos rindieron homenaje al conductor Loymer Benigno, asesinado por sicarios el último viernes.
El primer tramo del viaje lo hicieron a bordo de buses. En el trayecto se detenían para recoger a otros choferes. Uno de los momentos más sentidos de la jornada fue cuando los buses se detuvieron cerca del paradero donde Loymer fue ultimado. Los transportistas bajaron y rezaron. Luego continuaron hasta el MegaPlaza, desde donde comenzaron su marcha.

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Ante la poca presencia de buses en horas de la mañana, el Ejecutivo otorgó tolerancia para el ingreso de los trabajadores y estudiantes. El Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) exhortó a los empleadores a ser flexibles con el horario. Por otro lado, el Ministerio de Educación (Minedu) decidió dar una tolerancia de dos horas a los estudiantes para que puedan llegar a su centro educativo.
Cabe mencionar que algunas universidades decidieron suspender sus clases presenciales para cuidar la integridad de sus estudiantes.

La marcha tuvo como propósito llamar la atención de las autoridades en torno a la inseguridad en que viven. Foto: Kevinn García
Algunas incidencias
A pesar de que la marcha se desarrolló por un largo tramo de manera pacífica, a la altura del centro comercial MegaPlaza hubo algunos conatos de bronca y enfrentamientos entre choferes y policías. Los transportistas detenían a los buses de otras líneas y les exigían que se sumen a la protesta. Se paraban frente a la unidades y obligaban a los pasajeros a bajar. Esto generó la respuesta de la policía, que intervino por unos minutos a algunos conductores. Luego de conversar con los dirigentes, los dejaron libres.
Superado el incidente, siguieron avanzando rumbo al centro de Lima. Los conductores respetaron el espacio que la policía les brindó para desplazarse.
Así llegaron al puente Santa Rosa, en el Cercado de Lima. Desde ese punto, continuaron por el jirón Amazonas hasta la avenida Abancay. Una vez frente al Congreso, la policía solicitó el DNI de los dirigentes para poder coordinar una reunión al interior del Parlamento.
Luego de una caminata bajo el sol de casi 4 horas, los dirigentes ingresaron al Congreso con la esperanza de que sus denuncias sean escuchadas. Lamentablemente, salieron a los 10 minutos indicando que no los iban a recibir hasta que culmine la hora de almuerzo de los congresistas.
“Hemos ingresado y nos dijeron vengan en 30 minutos, estamos en refrigerio. Seguimos siendo la burla, prefieren comer que atender a la población”, sostuvo un directivo de la empresa Etuchisa.
Luego de una breve reunión entre los transportistas, determinaron que solo los dirigentes iban a permanecer a la espera de la reunión en el Parlamento y el resto se trasladaría al cementerio para el entierro de su compañero.

La Policía tuvo que emplear sus buses para trasladar a las personas en Lima norte: Foto: Kevinn García
Atentado en pleno paro
Un hecho que indignó a los transportistas poco antes de su marcha fue enterarse de que un bus de la empresa El Rápido, de la línea 42, había sido atacado a balazos cuando salía a cubrir su ruta diaria. Este hecho ocurrió al promediar las 5 a.m. en el cruce de las avenidas Ricardo Palma y Los Sauces, en el distrito de San Martín de Porres.
Según testigos del hecho, el bus atacado era el primero de esa ruta que salía a operar. Dos sujetos que esperaban a pocos metros a bordo de una motocicleta abrieron fuego sobre la unidad, e impactaron sus proyectiles muy cerca del conductor. “Escuché dos disparos y cuando salgo a ver, todos los pasajeros del bus estaban asustados”, contó a un canal de televisión.
Por la tarde se informó que algunos trabajadores de la empresa Etuchisa han decidido no trabajar hasta que tengan las garantías de que no serán atacados por la delincuencia.
Alistan nuevo paro
En tanto, el presidente de la Asociación Nacional de Integración de Transportistas (Anitra), Martín Valeriano, indicó que el Ejecutivo deberá cumplir con los acuerdos a los que llegaron en una reciente reunión para proteger a los trabajadores del sector transporte, quienes vienen siendo amenazados y asesinados por extorsionadores. En caso de no tener una respuesta por parte de las autoridades, realizarán un nuevo paro en todo Lima y Callao este 10 de abril.
“En Lima y Callao hay 12 gremios formales que agrupan a 460 empresas. Se le ha dado una tregua al ministro para que cese la criminalidad. Hasta el momento, no han parado las cosas, las muertes continúan. Si no hay respuestas, nos vamos a pronunciar sobre una medida de fuerza (…) Tomaremos cartas sobre el asunto con las demás organizaciones”, anunció.