Pedro Salinas: “Sin el Papa Francisco jamás se habría suprimido el Sodalicio”
El periodista quien, junto a Paola Ugaz, destapó la red de abusos sexuales, físicos y psicológicos enquistada en el Sodalicio de Vida Cristiana, relata a La República el camino para llegar a la supresión del movimiento y el rol fundamental del fallecido Santo Padre para lograrlo.
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“El Papa Francisco ha muerto”, fue el mensaje que recibió el periodista Pedro Salinas por WhatsApp a las 3 de la madrugada del 21 de abril. Como agnóstico, esta noticia no debió remecerlo. Ni siquiera alarmarlo. Pero lo hizo. Revisó el portal de El País y, al no encontrar nada, pensó que se trataba de una de las muchas fake news que desde hace meses anunciaban la muerte del Santo Padre. La ilusión duró poco. Una serie de medios internacionales confirmaron su fallecimiento.
En las siguientes horas envió condolencias a varias personas que sabía que eran muy cercanas al sumo pontífice. “Fue fuerte. He sentido una tristeza contagiosa muy grande”, dijo a La República.
¿Por qué un agnóstico férreo se conmovió por la muerte del máximo representante de la Iglesia Católica? La respuesta la da él mismo: “Sin el Papa Francisco jamás se habría suprimido el Sodalicio”.

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Pedro Salinas es, junto a Paola Ugaz, uno de los periodistas que destapó una red de abusos sexuales y psicológicos enquistada en la comunidad religiosa Sodalicio de Vida Cristiana con sede en Perú.
La revelación se dio en el 2015 con el libro Mitad Monjes, Mitad Soldados, en el cual se enumeró diversos casos que dejaban al descubierto el rostro oscuro del Sodalicio, grupo fundado por el ex arzobispo de Lima Luis Fernando Figari en 1971.

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Al inicio el Papa Francisco no se interesó por los casos de abuso sexual dentro de la Iglesia
Pese al impacto de este libro que, justamente se publicó en medio de los escándalos por casos similares en otros países que involucran al sacerdote Marcial Maciel, en México y Karadima, en Chile, desde la Santa Sede no se hizo absolutamente nada.
La inacción quedó confirmada cuando en el 2018, el Papa Francisco visitó Chile y Perú. “Nosotros pensamos que vino para reunirse con las víctimas, pero no”, cuenta Salinas.
El Santo Padre no solo no se reunió con los afectados, sino que rechazó ante la prensa peruana las acusaciones contra Karadima y el entonces obispo Juan Barros, quien también fue acusado por abuso. “El día que me traigan una prueba contra el obispo Barros, ahí voy a hablar. No hay una sola prueba. Todo es calumnia. ¿Está claro?”, sentenció.
Las consecuencias de sus palabras fueron explícitas. Las víctimas del Clero y todos aquellos que exigían una pronta atención de parte de la Iglesia para los casos de abusos protestaron contra el Santo Padre. “En todo su Pontificado ese fue el viaje más desastroso”, recuerda Salinas.
El Papa Francisco no fue ajeno. Ni bien llegó a Roma se reunió con tres víctimas de Karadima y “empatiza por primera vez con los casos de abuso”. Ese fue el inicio de una serie de acciones que emprendió rápidamente ese mismo año y que resultaron, en Perú, con la supresión del Sodalicio.
“Sufre una conversión, da un giro de 180 grados en su visión del fenómeno de la pederastia dentro de la Iglesia Católica”, cuenta el periodista.
Decisiones del Papa Francisco fueron decisivas para suprimir el Sodalicio
En el caso del Sodalicio, entre las acciones más destacadas está la visita a Perú, en julio del 2023, de la Misión Scicluna-Bertomeu, una dupla de sacerdotes dedicada a investigar casos de pederastia en la Iglesia.
Ambos llegaron al país por orden expresa del Papa, quien les encargó determinar la culpabilidad del Sodalicio en las acusaciones de vejaciones sistemáticas de índole física, psicológica y sexual. Para esto entrevistaron por horas a los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz, a miembros del Sodalicio y a las víctimas.
Posteriormente, en agosto del 2024 el sumo pontífice expulsó a Figari, fundador del Sodalicio y, tan solo un mes después, hizo lo mismo con 10 miembros de dicho movimiento. Entre los que se encontraban el exsuperior general Eduardo Regal y el arzobispo emérito de Piura, José Antonio Eguren.
En diciembre de ese mismo año, Salinas y Ugaz, junto a otros involucrados, se reunieron con el Santo Padre en el Vaticano. Ahí el Papa les confirmó su intención de proteger a las víctimas y castigar al movimiento.
Luego, el 14 de abril de 2025, se hizo oficial la disolución del Sodalicio de Vida Cristiana y del Movimiento de Vida Cristiana, es decir, de todos los grupos ligados al Sodalicio.

En diciembre del 2024, Pedro Salinas se reunió con el Papa Francisco. Foto: difusión
"Gracias al Papa es imposible que el Sodalicio se restituya"
“Soy agnóstico. Lo sigo siendo, pero he llegado a ser un agnóstico papista, hasta ayer, porque creía en este Papa. Era un Papa honesto, íntegro, que si se equivocaba enmendaba sus errores. Eso yo no lo he visto en los Papas anteriores como Ratzinger o Wojtyła que eran infalibles, que nunca se equivocaban, que nunca daban entrevistas en los aviones con una naturalidad como lo hacía el Papa Francisco. A mí me ha dado cierta esperanza de que en la Iglesia hay gente extraordinaria”, comenta Salinas lamentando, una vez más, el fallecimiento de quien fue decisivo para que su investigación contra el Sodalicio tenga un resultado.
Después de Mitad Monjes, publicó otro libros en los que ahonda en el caso Sodálite: Sin noticias de Dios y La verdad nos hizo libres.
Debido a los ataques, investigaciones y allanamientos que sufrió por su investigación, prefiere darse un respiro y ya no seguir con el caso. Además, tiene la certeza de que el Sodalicio ya no existe y no lo hará jamás.
“Gracias al Papa Francisco es imposible que ellos regresen. Sé que piensan pedirle al próximo Papa que revierta la decisión, pero no se puede. Esa posibilidad solo existe en sus cabezas”, dice riéndose.