Política

Sodalicio: Vaticano oficializa la disolución de la organización religiosa investigada por abusos sexuales

Al inicio de la Semana Santa se oficializó la desaparición del grupo de sodálites fundado hace 54 años por Luis Figari. Sin embargo, Pedro Salinas y José Enrique Escardó advierten que este grupo religioso seguiría adherido a la Iglesia católica.

El Papa Francisco oficializó la disolución del Sodalicio por abusos sexuales, físicos, psicológicos y por corrupción financiera. Foto: Composición/LR
El Papa Francisco oficializó la disolución del Sodalicio por abusos sexuales, físicos, psicológicos y por corrupción financiera. Foto: Composición/LR

Justicia. El Vaticano oficializó la disolución del grupo católico Sodalicio o también conocido como Sodalitium Christianae Vitae (SCV) debido a los abusos sexuales, físicos y psicológicos contra menores de edad y otros, que empezaron con las denuncias en contra su fundador Luis Figari y que, en 2024, fue expulsado. El decreto, que lleva la firma del Papa Francisco, condena todos los hechos denunciados, así como la corrupción financiera dentro de las operaciones económicas de este grupo de sodálites.

Con esta decisión se extingue de manera definitiva este grupo religioso que, durante muchos años, causó daños irreparables a decenas de personas y se ocultó tras la imagen de sacerdotes. En comunicación con La República, el periodista Pedro Salinas resaltó que, incluso si el sumo pontífice falleciera, la decisión es irreversible. "El Sodalicio ya fue, no existe, no existirá jamás", exclamó.

Lo que sigue ahora, cuenta Salinas, es continuar con el proceso de desmantelamiento de la sociedad del clérigo, que tiene ramificaciones en todos los continentes y estará a cargo del comisario monseñor Jordi Bertomeu. “Tendrá un desafío muy grande por delante, porque lo que va a hacer es histórico. No ha pasado antes; está ocurriendo por primera vez en el Perú”, expresó.

El exprocurador y abogado José Ugaz también se refirió a la extinción de este grupo religioso e indicó que la decisión del Vaticano deja un mensaje claro: la justicia peruana no ha estado a la altura para sancionar a quienes cometieron delitos.

"Llega después de mucho tiempo la desactivación de esta organización que se encargaba de la comisión de actos delictivos, de depredación, que han malogrado los proyectos de vida de muchos adolescentes y que siguen padeciendo las consecuencias emocionales que este conjunto de personas causaron".

El Sodalicio será desmantelado

En otro momento, la primera víctima que denunció al Sodalicio, José Enrique Escardó, publicó que, si bien este grupo dejó de existir, ahora la Iglesia católica iniciará un largo proceso para ordenar lo que dejó este grupo religioso. Esta nueva etapa estará encabezada por el sacerdote Jordi Bertomeu.

El proceso, según explicó Escardó, consiste en la liquidación de los inmuebles e instalaciones de este grupo religioso, así como en la reparación económica de las víctimas, una vez que hayan sido correctamente escuchadas. Además, puntualizó que es necesario recuperar los negocios y bienes que los acusados pusieron a nombre de terceros.

"La liquidación de los bienes muebles e inmuebles, la situación de los que viven en las comunidades y su migración a la vida social o a otros espacios de vida religiosa, la reparación económica de las víctimas y sobrevivientes luego de un nuevo espacio de escucha y determinación de cuántas y cuáles son, la responsabilidad civil y penal de los líderes, la recuperación de los negocios y bienes puestos a nombre de terceros (como las 36 empresas en fideicomiso en Acres, empresa fundada por López Aliaga), la incardinación de los sacerdotes en las diócesis que les correspondan, entre otras cosas", detalló.

Salinas coincide con Escardo. "Que disuelvan el Sodalicio no quiere decir que los curas desaparezcan, los curas siguen siendo curas. Sus incardinaciones, sus destinos ya no dependen del Sodalicio, depende del comisario Jordi Bartomeu y del arzobispo de Lima, Carlos Castillo".

"Lo que debería suceder, si la Iglesia católica es coherente con estas medidas, es que los sacerdotes deberían ser dimitidos del estado clerical, incluido el exarzobispo de Piura y Tumbes, José Antonio Eguren, uno de los abusadores y encubridores del Sodalicio. Y eso también se lo dije al papa", comentó José Enrique Escardó.

José Escardó, primer denunciante del Sodalicio, se pronuncia

José Enrique Escardó enfatizó que, pese a la extinción de este grupo de religiosos, es necesario que se haga justicia civil y penal contra los investigados.

"Es una medida que reivindica a las víctimas en el sentido de la reparación y la prevención. Pero falta que se haga la conexión con la justicia civil y penal, que es la justicia real, la cual brindaría también una reparación mayor a las víctimas. El Estado peruano ha mostrado su peor rostro en el caso Sodalicio", expresó.

En esa misma línea, Escardó responsabilizó a la Iglesia católica por los daños ocasionados a las víctimas de los abusos cometidos por el grupo de religiosos, así como por la impunidad que favoreció a los integrantes del Sodalicio.

"Lo que pedimos es un proceso de sanidad en el que se reconozca al individuo, su afectación y sus necesidades personales. Cada víctima ha sufrido de manera distinta y tiene necesidades distintas. La Iglesia católica también es responsable de ello porque generó el medio ambiente que permitió que surjan organizaciones como el Sodalicio y miles de agresores de todo tipo en el mundo entero. Además, es responsable de la impunidad de estos agresores", dijo.

 Reunión entre José Enrique Escardo y el papa Francisco

Reunión entre José Enrique Escardo y el papa Francisco

Sin embargo, José Enrique contó que, en 2010, uno de los expulsados del Sodalicio, Alejandro Bermúdez, le escribió por correo electrónico para pedirle perdón en “nombre de los hermanos” de la Iglesia católica. No obstante, tiempo después —narra Escardó—, Bermúdez utilizó ese mensaje para mentir en una universidad de Canadá.

De igual manera sucedió con José Ambrozic, quien fue su director espiritual. Le pidió disculpas, pero la respuesta de la víctima no fue la que esperaba.

"No lo acepté y le dejé en claro que el perdón lo tiene que pedir todo el consejo directivo del Sodalicio mirando a los ojos a las víctimas y diciéndoles por qué le piden perdón en su caso específico y qué necesita cada víctima para su proceso de sanación. Eso no ha sucedido con nadie", comentó.

Mensaje al Vaticano

En otro momento, José Enrique Escardó resaltó la importancia de que, desde el Vaticano, se realice un seguimiento a los demás casos de agresiones cometidas por grupos religiosos. Escardó mencionó que, en caso de que desde Roma no se preste la atención necesaria, se estaría incurriendo en un engaño.

"También es importante seguir de cerca la actitud del Vaticano con respecto a los demás casos. Porque si no entienden lo sucedido y cambian sus políticas para enfrentar la violencia eclesial, entonces estamos ante un engaño o una estrategia de marketing. El caso Sodalicio debería cambiar la manera de actuar del Vaticano en adelante. Y eso se lo dije al papa en mi audiencia privada con él el 24 de enero. La Iglesia católica es cómplice. Todo ello lo haremos desde la organización que presido, Red de Sobrevivientes Perú", enfatizó.

Escardó advirtió que, desde el Vaticano, se está modificando la postura con respecto al caso del Sodalicio. Además, envió un mensaje al próximo papa para que continúe la lucha por la justicia.

"El Vaticano solo reacciona al escándalo. Eso me lo dijeron representantes del Vaticano. Y el grupo que piensa como el papa es muy pequeño. Pero aquí estamos los sobrevivientes y nuestros aliados para seguir movilizando voluntades, que somos los que hemos logrado esto", aseguró.