Mexico

La presidenta Sheinbaum busca cambiar el rumbo musical de México al lanzar campaña contra los 'narcocorridos'

Esta campaña se da en el marco de la tensión entre Estados Unidos y México sobre los aranceles.Trump sostiene que México está tomado por el narcotráfico y, aunque Sheinbaum rechaza estas acusaciones, quiere dejar claro que en México hay tolerancia cero hacia el narco.

Enfrentando la polémica, Sheinbaum promueve la música mexicana frente a las acusaciones de censura y los narcocorridos. Foto: EFE
Enfrentando la polémica, Sheinbaum promueve la música mexicana frente a las acusaciones de censura y los narcocorridos. Foto: EFE

"Me levanto, un baño y luego me pongo a forjar. Es veneno, da pa' arriba de muy buena calidad. Los teléfonos no paran nunca de sonar. Si no es alguna plebita, es porque un cliente quiere más"​. Esta canción se titula 'PRC', es del cantante mexicano Peso Pluma, quien es uno de los que más desata controversia por componer letras que hacen apología al narcotráfico. En la letra se distingue un léxico particular: "forjar" se refiere a la producciòn de drogas; 'veneno' a las drogas mismas.

Desde hace unos años se critica este tipo de canciones que específicamente pertenecen al género musical 'narcocorrido', inspirado en los 'corridos' mexicanos. Algunas autoridades piden la disminución del consumo de estas letras y que no se transmitan en espacios públicos. A ellos se sumó la presidenta Claudia Sheinbaum, quien lanzó una campaña llamada "México canta y encanta" para promover otras temáticas en la música popular mexicana.

¿Censura o bienestar cultural? Sheinbaum defiende su campaña en medio de las críticas

Claudia Sheinbaum, asegurando que no se trata de censurar manifestaciones artísticas, impulsa la iniciativa "México canta y encanta", con el objetivo de fomentar nuevos enfoques en la música popular del país. "Yo no soy partidaria de las prohibiciones, desde mi punto de vista es mejor la educación y que la propia sociedad vaya haciendo a un lado estos contenidos musicales que la prohibición per se", declaró Sheinbaum hace una semana.

Esto coincide con un contexto turbulento: el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha incrementado la presión sobre México mediante amenazas arancelarias. Además, exige acciones más contundentes contra el crimen organizado. Trump ha llegado a calificar a los cárteles como grupos terroristas y afirma que “el narcotráfico controla al gobierno mexicano”.

Ante estas declaraciones, Sheinbaum —líder progresista con alto respaldo popular— ha desmentido dichas acusaciones. Sin embargo, ante la necesidad de mantener una relación diplomática con el mandatario republicano, ha decidido lanzar esta campaña como una forma de reafirmar el compromiso del país con el combate al narcotráfico.

De la tradición al narcotráfico: La evolución del corrido al narcocorrido

Los corridos son un género musical tradicional mexicano que surgió en el siglo XIX durante la Independencia y que ganó popularidad durante la Revolución mexicana. El género es conocido por narrar acontecimientos históricos, batallas, hazañas heroicas o historias de amor y desamor. A lo largo del tiempo, el corrido se adaptó a diferentes contextos sociales y empezó a refejar las realidades y preocupaciones de distintas épocas. Su estructura y estilo sencillo, con letras narrativas y melodías pegajosas, lo convirtieron en uno de los géneros más populares en la música mexicana.

El 'narcocorrido' es una variante moderna del corrido que surgió en las últimas décadas del siglo XX. Está estrechamente vinculada con la cultura del narcotráfico en México y otros países de América Latina. Esta subcultura musical se caracteriza por narrar las historias de los narcotraficantes, sus logros, sus enfrentamientos con autoridades y rivales, y la vida de lujo que a menudo acompañan. A través de letras explícitas, los narcocorridos glorifican la figura del narcotraficante, describiendo sus éxitos y su poder, a veces con un tono de admiración.

Estas canciones a menudo celebran la riqueza, el poder y la influencia de los cárteles de drogas, y a veces los presentan como héroes populares que desafían las autoridades y las normas sociales. Esta glorificación del narcotráfico ha generado controversia, ya que se argumenta que los narcocorridos fomentan la violencia y la cultura del crimen, sobre todo entre los jóvenes, quienes podrían verse influenciados por las narrativas de poder y éxito que promueven.