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Capturado en EEUU: presunto cabecilla del Cártel de Sinaloa acepta cargos por contrabando de fentanilo y armas

Humberto Arredondo Soto, vinculado al Cártel de Sinaloa, admitió ante un juez en Estados Unidos su participación en una red que intercambiaba drogas sintéticas por armamento de alto poder.

Humberto Arredondo Soto admitió operar una red que intercambiaba fentanilo por armas para el Cártel de Sinaloa. Foto: Composición GLR/ @Eco1_LVM / ADN40
Humberto Arredondo Soto admitió operar una red que intercambiaba fentanilo por armas para el Cártel de Sinaloa. Foto: Composición GLR/ @Eco1_LVM / ADN40

El presunto líder de una célula del Cártel de Sinaloa, identificado como Humberto Arredondo Soto, se declaró culpable ante un tribunal federal en Estados Unidos por delitos de tráfico de drogas y armas. De acuerdo con el Departamento de Justicia, Arredondo Soto coordinaba el envío de pastillas de fentanilo y metanfetamina desde Culiacán a cambio de armamento que ingresaba ilegalmente a México para abastecer a su organización.

La comparecencia ocurrió frente al juez J. Nicholas Ranjan en una corte del Altiplano de Estados Unidos, donde el imputado aceptó su responsabilidad en el funcionamiento de una Organización Internacional de Narcotráfico (OTD). Dicha red estaba conformada por al menos nueve personas, algunas de las cuales también enfrentan cargos en territorio estadounidense. El intercambio de drogas por armamento tenía como destino final a diversas células del Cártel de Sinaloa, especialmente aquellas con presencia en la colonia Guadalupe Victoria en Culiacán, Sinaloa.

Intercambiaban fentanilo por armas de alto poder

Las autoridades estadounidenses detallaron que el grupo criminal, liderado por Humberto Arredondo Soto, se dedicaba a traficar grandes volúmenes de pastillas de fentanilo y metanfetamina hacia Estados Unidos. A cambio, recibían armamento de alto poder que se distribuía en el norte de México. Las armas eran utilizadas para fortalecer el control territorial del Cártel de Sinaloa, principalmente en zonas donde el conflicto con fuerzas del Ejército y de la Guardia Nacional es más intenso.

La acusación incluye evidencia obtenida mediante interceptaciones telefónicas y vigilancia, donde Arredondo Soto y sus colaboradores discutían rutas de tráfico y operaciones logísticas. Los fiscales señalaron que la red criminal operaba con un alto nivel de sofisticación y que contaba con contactos en diversos estados del país norteamericano.

Además de la declaración de culpabilidad de Arredondo Soto, el Departamento de Justicia confirmó que otros miembros de la célula, entre ellos Jesús Balbino “N”, enfrentan procesos similares. Se estima que una decena de sujetos formaban parte activa de esta red, la cual mantenía vínculos directos con estructuras del Cártel de Sinaloa en Sinaloa y otras entidades mexicanas.

Culiacán, centro logístico de operaciones del Cártel de Sinaloa

Los informes judiciales identifican a Culiacán como el punto neurálgico desde donde se coordinaban los envíos de drogas hacia el norte. La colonia Guadalupe Victoria, en particular, funcionaba como centro de acopio y distribución, protegida por células armadas que impedían la entrada de cuerpos de seguridad. Las armas adquiridas por la célula encabezada por Arredondo Soto eran almacenadas en domicilios de esa zona, listos para su despliegue.

Este caso representa un nuevo golpe judicial contra el Cártel de Sinaloa, considerado uno de los grupos criminales más poderosos de México y con fuerte presencia internacional. Las autoridades continúan con las investigaciones para detener al resto de los implicados en esta Organización Internacional de Narcotráfico.