Redadas ICE: inmigrante guatemalteco se esconde en un árbol durante 8 horas para evitar ser detenido y deportado en Texas
Un inmigrante guatemalteco pasó ocho horas escondido en un árbol en Texas para evitar a ICE, reflejando el temor creciente ante las redadas migratorias.
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En un dramático esfuerzo por eludir su detención, un inmigrante latino quedó atrapado durante 8 horas en un árbol en Texas después de la llegada de oficiales del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). El suceso, documentado por testigos y activistas, concluyó sin conflictos, pero reveló el miedo en aumento entre las comunidades migrantes.
El protagonista, Raúl Ical, de 29 años y originario de Guatemala, fue finalmente arrestado de forma pacífica y llevado a un centro de procesamiento migratorio. Su caso ha llamado la atención debido a cómo intentó eludir la detención, además de la reacción de entidades de defensa de derechos humanos que se presentaron en el lugar.
¿Qué llevó a Raúl Ical a trepar a un árbol para no ser deportado?
La mañana de su arresto, Raúl Ical se desplazaba en un vehículo cuando notó que agentes federales lo seguían. Al detenerse, salió del auto, corrió hacia una casa cercana y, en cuestión de minutos, trepó a un árbol donde permaneció durante horas, negándose a bajar.
De acuerdo con fuentes próximas, Ical ya había sido expulsado en una situación previa. Esta segunda detención implicaría una eventual expulsión instantánea, lo que justificaría su respuesta desesperada. Su elección de esconderse en el árbol muestra el grado de ansiedad que experimentan muchos inmigrantes frente a las operaciones de ICE.
¿Qué organizaciones apoyaron a Raúl Ical y cómo lo hicieron?
A medida que la situación se prolongaba, activistas de derechos civiles, incluyendo miembros de LULAC (Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos), acudieron al lugar para brindar apoyo legal y moral a Raúl Ical. Usando megáfonos, le recordaban sus derechos y documentaban todo lo que ocurría.
Su presencia resultó fundamental para asegurar que el operativo no escalara hacia la violencia. Además de evitar conflictos, los activistas intentaron garantizar que Ical obtuviera un trato justo y humano. Luego de su voluntaria entrega, confirmaron que seguirán su caso mientras aguarda una resolución migratoria.