Quién fue Karenna Groff, la exjugadora de fútbol del MIT y mujer del año 2022 de la NCAA que murió en el accidente aéreo en Nueva York
Un accidente aéreo en Nueva York cobra la vida de Karenna Groff, exjugadora de fútbol del MIT y Mujer del Año 2022 de la NCAA, junto a su familia. La tragedia ocurrió mientras viajaban para celebrar un cumpleaños y la Pascua.
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Un accidente aéreo en el norte de Nueva York acabó con la vida de seis personas, entre ellas, Karenna Groff, exjugadora de fútbol del MIT y galardonada como Mujer del Año 2022 de la NCAA. Este desastre, ocurrido durante un viaje familiar, se ha convertido en una dolorosa pérdida para todos los que conocían a la joven, destacada no solo por su talento en el deporte, sino también por sus logros académicos y su compromiso social.
El avión que transportaba a Karenna Groff y a su familia se estrelló el pasado fin de semana en un campo fangoso de Copake, Nueva York, cerca de la frontera con Massachusetts. La familia se dirigía a Catskills para celebrar un cumpleaños y la Pascua, pero la tragedia se interpuso en su camino. Además de Karenna, las víctimas incluyeron a su madre, el Dr. Michael Groff, su padre Dr. Michael Groff y su hermano Jared Groff.
Karenna Groff, la vida destacada de una mujer intachable
Karenna Groff fue una joven que marcó la diferencia en cada aspecto de su vida. Nacida en Weston, Massachusetts, se destacó en el fútbol, llegando a ser considerada una jugadora All-American en su tiempo en el MIT, donde estudió ingeniería biomédica. A lo largo de su carrera, mostró un compromiso inquebrantable con el deporte, pero también con su comunidad. Durante la pandemia de COVID-19, se unió a la iniciativa openPPE, colaborando en la creación de un diseño innovador de mascarillas para proteger a los trabajadores esenciales.
El reconocimiento más significativo de su carrera llegó en 2023, cuando fue galardonada como Mujer del Año por la NCAA, un premio que refleja tanto sus logros en el campo deportivo como su capacidad de liderazgo fuera de él. A lo largo de su vida, Karenna fue un ejemplo de dedicación y esfuerzo, tanto en el fútbol como en sus estudios de ingeniería biomédica. Además, su empatía y deseo de mejorar la vida de los demás la convirtieron en un modelo a seguir para muchas generaciones.
Después de graduarse, Karenna Groff y su novio, James Santoro, también graduado del MIT, se mudaron a Manhattan, donde Karenna inició su camino en la escuela de medicina de la Universidad de Nueva York. Su novio trabajaba en el sector financiero. La joven prometía un futuro brillante, pero su vida fue trágicamente truncada por un accidente que ha dejado un vacío imposible de llenar.
¿Qué ocurrió en el accidente aéreo que involucró a Karenna Groff y su familia?
El sábado pasado, Karenna Groff, su familia y su novio abordaron un avión privado propiedad de su padre, el neurocientífico Michael Groff. El grupo volaba hacia el Aeropuerto del Condado de Columbia en un Mitsubishi MU-2B bimotor, pero poco después del mediodía, el avión sufrió un accidente en un campo de Copake, Nueva York, a unos 32 kilómetros al sur de su destino. A bordo, además de Karenna, se encontraban su madre, la Dra. Joy Saini, su padre, el neurocientífico Dr. Michael Groff, su hermano, Jared Groff y el novio de Karenna Groff, James Santoro, entre otros. Todos ellos perdieron la vida en el siniestro.
El piloto del avión había solicitado un nuevo plan de aproximación poco antes de estrellarse, tras fallar en la primera tentativa. Durante los intentos de reprogramar la ruta, los controladores aéreos intentaron advertir al piloto sobre la baja altitud, pero no recibieron respuesta. En los últimos momentos del vuelo, se registró un video que muestra el avión descendiendo a gran velocidad antes de impactar contra el suelo.
El avión, que había sido actualizado con tecnología avanzada y certificada por la Administración Federal de Aviación, según la NTSB, no sufrió fallos mecánicos evidentes, aunque las condiciones climáticas podrían haber jugado un papel importante en el desastre. La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) inició una investigación para determinar la causa exacta del accidente, que podría tardar hasta dos años en ser concluida.
