Ciencia

El Mecanismo de Anticitera, la misteriosa computadora de hace 2.000 años, sería solo un juguete defectuoso, según estudio científico

Un nuevo estudio de científicos argentinos sugiere que el Mecanismo de Anticitera, un antiguo artefacto hallado en un naufragio, pudo haber sido inexacto y poco funcional.

El Mecanismo de Anticitera podría no haber sido un dispositivo de medición celestial, según nuevo estudio. Foto: Museo Arqueológico de Atenas
El Mecanismo de Anticitera podría no haber sido un dispositivo de medición celestial, según nuevo estudio. Foto: Museo Arqueológico de Atenas

Un artefacto que por décadas ha desconcertado a la comunidad científica podría no ser la maravilla tecnológica que muchos imaginaban. El Mecanismo de Anticitera, considerada la primera computadora analógica, ha sido interpretado como una calculadora capaz de predecir eclipses, registrar calendarios y mostrar las posiciones del sol y la luna en el zodiaco. Sin embargo, una nueva simulación por computadora revela que podría haber sido un antiguo juguete defectuoso, más decorativo que funcional.

El descubrimiento publicado por los científicos argentinos Esteban Guillermo Szigety y Gustavo Francisco Arenas, pone en duda la precisión mecánica del dispositivo enigmático. Los investigadores replicaron el funcionamiento del Mecanismo de Anticitera y revelaron que sus engranajes, especialmente por sus dientes triangulares y errores de fabricación, provocaban fallos mecánicos tras pocos giros. A pesar de su fama como una herramienta astronómica avanzada, el estudio concluye que este artefacto antiguo se atascaba tras avanzar apenas cuatro meses, obligando a un reinicio completo.

 El mecanismo se compone por una manivela, numerosos engranajes entrelazados y diversos indicadores. Foto: Museo Arqueológico de Atenas

El mecanismo se compone por una manivela, numerosos engranajes entrelazados y diversos indicadores. Foto: Museo Arqueológico de Atenas

La misteriosa computadora analógica de 2.000 años

Desde que fue recuperado de un naufragio en 1901, el Mecanismo de Anticitera ha sido calificado como la primera computadora antigua. Con una estructura compleja de engranajes y un sistema de manivela, ofrecía funciones que parecían demasiado avanzadas para su tiempo. Se creía que servía como calculadora celeste, eventos astronómicos y reflejar los calendarios griego y egipcio, así como el movimiento de cuerpos celestes.

 Recreación del mecanismo hecho por investigadores del University College de Londres en 2021.

Recreación del mecanismo hecho por investigadores del University College de Londres en 2021.

Pero su deteriorado estado, tras más de dos milenios bajo el mar, ha dejado espacio para interpretaciones múltiples. Durante años, escaneos CT permitieron visualizar su interior y reconstruir parcialmente su diseño. Sin embargo, la precisión de esas mediciones también enfrenta límites, algo que el nuevo estudio destaca con preocupación. La herramienta de lujo admirada por su complejidad podría haber sido simplemente un modelo educativo o un objeto demostrativo con más valor estético que científico.

Los engranajes de triángulos señalan el camino

A diferencia de estudios previos, los investigadores integraron en su simulación por computadora la forma exacta de los dientes triangulares de los engranajes. Este detalle resultó crucial para comprender la causa del funcionamiento irregular del artefacto. Según sus hallazgos, la geometría imperfecta generaba atascos, obligando al usuario a reajustar el dispositivo constantemente.

“El mecanismo solo podía avanzar unos cuatro meses antes de trabarse o desengancharse”, revela el estudio, comparando el comportamiento del dispositivo con una impresora moderna propensa a errores. Esta falta de continuidad cuestiona su utilidad como herramienta astronómica real. La precisión mecánica, clave en cualquier artefacto predictivo, simplemente no era sostenible en este caso, al menos con las medidas que se tienen actualmente del objeto.

El verdadero potencial del Mecanismo de Anticitera sigue sin resolverse

El nivel de artesanía detrás del Mecanismo de Anticitera sigue siendo innegable. Por eso, los científicos detrás del estudio consideran poco probable que se tratara únicamente de un juguete defectuoso. “Si nunca se diseñó para ser preciso, detallado o funcional, ¿por qué emplear tanto esfuerzo en su construcción?”, se preguntan los autores.

Una posibilidad más plausible es que la reconstrucción moderna esté basada en medidas alteradas por la corrosión y la degradación de sus materiales. Los escaneos CT ofrecen imágenes útiles, pero su resolución es limitada, y los componentes podrían haber perdido su forma original. Así, el Antikythera Mechanism quizá sí fue una herramienta astronómica efectiva en su tiempo, y su potencial real permanece oculto tras el paso de los siglos. La historia del artefacto antiguo más intrigante del mundo continúa siendo un misterio histórico sin resolver.