Donald Trump y el territorio desconocido de los aranceles

Jerome Powell, presidente del Tesoro de los EEUU advierte efectos negativos duraderos para la economía causada por la política arancelaria de Trump.

El mercado mundial viene siendo afectado de manera múltiple a partir de la imposición arancelaria aplicada por el presidente de los Estados Unidos Donald Trump. ¿Su razón? Proteger a la industria de su país, aunque sin mayor explicación ni detalle.

No obstante, la autoridad más importante en materia de política monetaria estadounidense, Jerome Powell señaló, hace apenas dos días, que el contexto de alta volatilidad de los mercados financieros -suscitados tras las reformas arancelarias de Trump- no se veía desde la década de los setenta del siglo pasado.

Se refiere exactamente a la crisis de estanflación (estancamiento más inflación) ocurrida, en ese momento, tras el aumento arbitrario de los precios del petróleo. Dicha decisión súbita ocasionó en el mercado un incremento generalizado en los costos de producción y, por ende, en el precio de los bienes y servicios.

“El nivel de aumento en los aranceles es significativamente mayor de lo anticipado”, indicó Powell. Sin embargo, lo que procura alertar el presidente del Sistema de la Reserva Federal de dicho país, no es lo que percibe ahora, sino lo que se avecina: crecimiento débil, inflación cada vez más alta e incremento del desempleo.

Lo que más preocupa al Fed es que “no existe una experiencia moderna para guiarnos (hacia una solución)”. En otras palabras, las consecuencias reales de las decisiones monetarias de Trump resultan aún desconocidas.

Mientras el presidente Trump sigue repitiendo que “otros países están pagando las tarifas”, Powell lo desmiente afirmando que “una parte de esa carga la paga los consumidores estadounidenses”.

Y así empieza a ocurrir. Tan solo ayer se supo cómo las empresas de transporte de mercancía y productos empiezan a anunciar aumentos considerables en sus precios debido a las restricciones e incrementos arancelarios.

Para tener una idea, según Amazon, más del 60 % de los artículos vendidos en su plataforma son ofrecidos por vendedores externos.

Las bravatas comerciales parecen dar sus primeros efectos y los más afectados son, nuevamente, la ciudadanía y el empresario de a pie. Y, aunque este camino podría aún corregirse, la moraleja más importante debería quedar clara para quienes, movidos por fanatismos, intentan emular a Trump en su quehacer político y económico, a todas luces, nefasto.