Ciencia

Este es la única construcción humana que se puede ver desde la Estación Espacial Internacional

Gracias a sus 32.000 hectáreas de invernaderos que reflejan la luz solar, esta construcción humana situada en Europa se puede observar desde el espacio, según reportes de la NASA.

Esta producción es tan alta que permite abastecer a gran parte del continente europeo con cultivos como tomates, melones, pepinos y pimientos. Foto: Dall-e
Esta producción es tan alta que permite abastecer a gran parte del continente europeo con cultivos como tomates, melones, pepinos y pimientos. Foto: Dall-e

Las megaconstrucciones reflejan el notable ingenio humano para transformar el entorno a gran escala. Ejemplos representativos incluyen el Santuario Histórico de Machu Picchu, que se extiende por 325,92 kilómetros cuadrados, y el conjunto de pirámides de Giza en Egipto, cuya altura llega a los 140 metros. Estas edificaciones son consideradas entre las más sobresalientes del mundo y se han consolidado como referentes arqueológicos de renombre internacional. No obstante, pese a su imponente tamaño, ninguna de ellas puede observarse desde el espacio.

Existe un único lugar de la Tierra visible desde el espacio, según la NASA. Este complejo tiene una concentración de cultivos bajo plástico, utilizada para proteger y optimizar la producción de frutas y verduras, ha alcanzado tal escala que puede observarse fuera del planeta. La magnitud de estas áreas, junto con la alta reflectividad de las láminas plásticas que las cubren, permite que este fenómeno.

Su gran extensión y brillo hacen que sea visible desde la Estación Espacial Internacional y desde satélites.

Su gran extensión y brillo hacen que sea visible desde la Estación Espacial Internacional y desde satélites. Foto: NASA Jet Propulsion

¿Cuál es el único lugar en el planeta visible desde el espacio?

El mar de plástico en Almería, al sur de España, es una vasta zona de invernaderos que cubre cerca de 32.000 hectáreas Estas estructuras, hechas con láminas de plástico, permiten cultivar frutas y verduras todo el año. Su gran extensión y brillo hacen que sea visible desde la Estación Espacial Internacional y desde satélites.

 El llamado ‘mar de plástico’ es una zona de invernaderos que ocupa una superficie de más de 40 000 hectáreas.

El llamado ‘mar de plástico’ es una zona de invernaderos que ocupa una superficie de más de 40 000 hectáreas. Foto: difusión

Según estudios citados por la NASA, los invernaderos en Almería generan anualmente entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y hortalizas. Esta producción es tan alta que permite abastecer a gran parte del continente europeo con cultivos como tomates, melones, pepinos y pimientos.

Historia de la Almería en España, la única construcción visible desde el espacio

Esta estructura forma parte de un fenómeno agrícola relativamente reciente: el uso masivo de invernaderos. Su desarrollo comenzó hacia 1950, cuando los alrededores de El Ejido, en la provincia de Almería, estaban dominados por llanuras con pastos y pequeños cultivos al aire libre. Con el tiempo, los agricultores empezaron a cubrir la tierra con arena, mantillo y plástico, con el objetivo de proteger los cultivos del viento y del agua salada subterránea.

Este cambio técnico tuvo un efecto notable. Al estar cubiertos, los cultivos se beneficiaban de un suelo más cálido y con mayor humedad, lo que mejoró significativamente su productividad en comparación con los cultivos al aire libre. Así nació el modelo agrícola intensivo que hoy da forma al conocido mar de plástico.

¿Cómo ha cambiado la economía local de Almería gracias a la agricultura bajo plástico?

La economía de Almería ha experimentado una profunda transformación gracias a la consolidación de la agricultura bajo plástico. Este modelo, basado en la producción intensiva dentro de invernaderos, ha convertido a la provincia en una de las principales huertas de Europa. Desde mediados del siglo XX, esta actividad ha pasado de ser una solución de subsistencia a convertirse en el motor económico del territorio.

Uno de los impactos más notables ha sido el crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto (PIB) provincial. La agricultura intensiva ha generado una alta rentabilidad por hectárea cultivada, lo que ha impulsado significativamente la riqueza local. Almería, que durante décadas fue una de las zonas más áridas y empobrecidas de España, logró reposicionarse como una potencia agroalimentaria en el ámbito internacional.