Ciencia

El producto doméstico que todos tenemos y que produciría cáncer de ovario, según la OMS

La OMS ubicó al talco dentro del grupo 2A, es decir, que las pruebas sobre su relación con la aparición de tumores en humanos aún son limitadas.

Cerca de 30 especialistas determinaron que este producto es “probablemente cancerígeno para los seres humanos”. Foto: composición LR/difusión
Cerca de 30 especialistas determinaron que este producto es “probablemente cancerígeno para los seres humanos”. Foto: composición LR/difusión

El talco, un mineral de origen natural utilizado en productos cosméticos y que todos tenemos en casa, fue clasificado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una sustancia “probablemente cancerígena” para los seres humanos. Esta determinación proviene de la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), entidad de la OMS encargada de evaluar el potencial cancerígeno de diversas sustancias. En ese sentido, luego de analizar la evidencia científica disponible, la IARC concluyó que el talco podría estar asociado con el desarrollo de cáncer de ovario.

En términos de clasificación, el talco fue ubicado en el grupo 2A, que representa el segundo nivel más alto dentro de la escala de identificación de riesgos. Esto significa que, aunque las pruebas sobre su relación con la aparición de tumores en humanos son limitadas, existe evidencia suficiente de su capacidad para inducir cáncer en animales de laboratorio. Además, los estudios han identificado una “fuerte evidencia mecanicista” que respalda esta posibilidad.

La incidencia del talco en el cáncer de ovario

Diversas investigaciones han evidenciado un incremento en la incidencia de cáncer de ovario entre personas que reportaron el uso de polvos corporales en la zona perineal. Aunque los análisis se enfocaron en talco libre de amianto, en la mayoría de los estudios realizados en humanos no se pudo descartar por completo la posible contaminación con esta sustancia.

Según la Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), el talco presenta “características clave de carcinógenos en células humanas y en sistemas experimentales”. Además, este organismo de la OMS ha clasificado al acrilonitrilo, un compuesto utilizado en la industria textil y en la fabricación de plásticos de consumo, como una sustancia 'cancerígena' para los seres humanos.

Cualquier persona puede tener contacto el talco a través del uso de productos cosméticos. Foto: difusión

Cualquier persona puede tener contacto el talco a través del uso de productos cosméticos. Foto: difusión

¿Cómo se llegó a la conclusión de que el talco produciría cárcel de ovario?

Un grupo de alrededor de 30 especialistas internacionales llevaron a cabo una revisión exhaustiva de la literatura científica existente y ha determinado que el talco es “probablemente cancerígeno para los seres humanos”, ubicándolo en la categoría 2A.

El nivel de certeza respecto a su potencial cancerígeno es comparable al que existe sobre los efectos del consumo de carne roja o el impacto del trabajo nocturno en la salud. Es decir, la solidez de la evidencia científica que respalda su capacidad para inducir cáncer es similar, aunque esto no significa que el riesgo asociado sea equivalente en cada caso.

Además, los investigadores identificaron una mayor incidencia de cáncer de ovario en estudios sobre exposición ocupacional en mujeres empleadas en la industria de la pulpa y el papel. No obstante, los expertos reconocen que no se pudo descartar la influencia de otros factores, como la exposición simultánea al asbesto, y advierten que el incremento en la tasa de cáncer de ovario se basó en un número limitado de casos dentro de dichos estudios laborales.

Preocupación por la exposición del talco en los humanos

El talco es un mineral extraído en diversas regiones del mundo. De acuerdo con la IARC, además de la exposición ocupacional que enfrentan quienes trabajan en su extracción o procesamiento, la población en general puede entrar en contacto con esta sustancia a través del uso de productos cosméticos y polvos corporales que lo contienen, como maquillajes y desodorantes.

Aunque su presencia en otros ámbitos ha sido menos estudiada, también se ha detectado en alimentos, medicamentos y distintos productos de consumo. La agencia del cáncer de la OMS también ha manifestado su preocupación por la posible contaminación del talco con asbesto, una sustancia similar al amianto y reconocida como un potente agente cancerígeno.