Francia, la patria literaria de Mario Vargas Llosa

Francia fue la patria literaria del escritor hispanoperuano Mario Vargas Llosa, un declarado admirador de Victor Hugo y Gustave Flaubert que inició su carrera literaria en París y acabó incorporándose en la Academia Francesa seis décadas después, en 2023.
El autor de "Conversación en La Catedral" murió este domingo a los 89 años de edad en Lima.
"Fue en París donde me convertí en escritor", reconoció Vargas Llosa en su discurso de entrada en la Academia, el 9 de febrero de 2023.
Ese día se convirtió en el primer escritor sin obra original en francés que entraba en ese templo de las letras fundado en 1635.
El autor de "La ciudad y los perros" ya había publicado algunos cuentos en la prensa peruana, con poco más de 20 años, pero incluso esos inicios estuvieron vinculados con la cultura francesa: su primer premio literario se lo concedió "La Revue Française" por el relato "El desafío", en 1957.
Cuando estudiaba en Lima "aspiraba secretamente en convertirme en un escritor francés. Estaba convencido de que es imposible ser escritor en Perú, un país sin editoriales y con escasas librerías", recordaba Vargas Llosa ante los académicos franceses.
El autor de "Pantaleón y las visitadoras" cumplió finalmente su deseo en 1959, cuando desembarcó en París casado con Julia Urquidi, su primera esposa.
Tan solo poner los pies en París, Vargas Llosa se compró un ejemplar de "Madame Bovary" de Gustave Flaubert.
Pero también descubrió con sorpresa que en "la capital cultural del mundo" se leía desde hacía tiempo a autores como el mexicano Octavio Paz.
"Fue en consecuencia gracias a Francia que descubrí otra América Latina", explicó.
- Periodista en la AFP -
En París vivió varios años, trabajando como traductor, dando clases de español y como periodista en el Servicio Español de la Agencia France Presse.
En la capital francesa acaba de escribir su primera novela, "La ciudad y los perros", que logró el premio Biblioteca Breve (Seix Barral) en 1962.
Moldeado por las lecturas de clásicos como Alexandre Dumas ("Los tres mosqueteros"), Vargas Llosa aspiraba a contar historias que atraparan al lector, y al mismo tiempo, a participar en los debates políticos y sociales, como Jean-Paul Sartre o Albert Camus.
Pero en París se topa con la moda del "Nouveau Roman", una escuela literaria que privilegiaba la experimentación estilística a expensas de la narración.
Vargas Llosa también indaga en su estilo ("La casa verde", "Conversación en la catedral"), pero no olvida sus ansias de ser un contador de historias, como Gabriel García Márquez.
Francia también sucumbirá a la fascinación del "boom" latinoamericano.
"A partir de los años 1970, fueron los escritores sudamericanos los que ayudaron a una nueva generación de escritores franceses a no desesperar de la literatura de ficción", reconocía el académico Daniel Rondeau al saludar la entrada de Vargas Llosa en el templo de las letras francesas.
- Del castrismo a Tocqueville -
En los años 1970 protagoniza un viraje ideológico radical: de simpatizar con causas como la Revolución cubana pasa a redescubrir el liberalismo clásico, simbolizado por Alexis de Tocqueville, y a denunciar todo tipo de totalitarismos, de izquierda o de derecha.
Ese cambio, que le granjeó la hostilidad de parte de la intelectualidad latinoamericana, también tuvo su traducción en la arena intelectual francesa.
Vargas Llosa traba amistad con el ensayista anticomunista Jean-François Revel (también académico, elegido en 1997), conocido por sus acerbas críticas a la clase intelectual parisina.
En 2004 publica "La tentación de lo imposible", un ensayo sobre una de sus obsesiones literarias, "Los Miserables" de Victor Hugo.
Previamente, en 1976, había publicado "La orgía perpetua" (2006) sobre "Madame Bovary" de Gustave Flaubert.
"Mario Vargas Llosa fue de Francia, por la Academia, por su amor a nuestra literatura y a lo universal", escribió este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, en X. "Con su obra, opuso la libertad al fanatismo, la ironía a los dogmas, un ideal férreo ante las tormentas del siglo".
La práctica totalidad de su obra ha sido traducida al francés, esencialmente en la editorial Gallimard. Fue el primer escritor extranjero vivo que entró en la prestigiosa colección de la Pléiade, en 2016.
"Nunca me he sentido un extranjero en Europa, ni, en verdad, en ninguna parte" explicó Vargas Llosa en su discurso de recepción del Nobel, en diciembre de 2010.
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