Sociedad

"Mi madre entró por una fractura y terminó sin un dedo": denuncian presunta negligencia médica en hospital Rebagliati

La hija de Elena Arias, una mujer de 70 años, denuncia que tras una operación en el hospital de EsSalud, un torniquete olvidado durante casi tres días provocó la necrosis y posterior pérdida del dedo de su progenitora.

Familia denuncia negligencia médica en hospital Rebagliati tras amputación de dedo de mujer ayacuchana de 70 años. Foto: Silvana Quiñonez/LR
Familia denuncia negligencia médica en hospital Rebagliati tras amputación de dedo de mujer ayacuchana de 70 años. Foto: Silvana Quiñonez/LR

Lo que comenzó como una simple fractura en el dedo anular de Elena Arias, una mujer ayacuchana de 70 años, terminó en una dolorosa pérdida. Su familia denuncia que una presunta negligencia médica en el hospital Rebagliati desencadenó la amputación del dedo. Hoy, su hija exige justicia y respuestas claras por parte del Seguro Social de Salud (EsSalud) y del personal médico responsable.

El calvario de Elena comenzó a mediados de marzo, cuando sufrió un accidente doméstico en su natal Parinacochas, en Ayacucho. El diagnóstico fue una fractura en el dedo anular de la mano derecha. Debido a la falta de especialistas en traumatología en el hospital regional, la mujer tomó la decisión de viajar a Lima por sus propios medios para recibir atención adecuada.

Su hija Doris Peña recuerda que al llegar a la capital, Elena fue llevada primero a una clínica privada. Allí, tras realizarle los exámenes correspondientes, un médico confirmó que se trataba de una fractura seria, pero que podía ser tratada con una operación. El problema: el procedimiento costaba 8 mil soles, una suma inalcanzable para la familia. Por eso, decidieron acudir al Hospital Nacional Edgardo Rebagliati Martins, al que tenía derecho por estar asegurada.

“Vino por una fractura y ahora se va sin un dedo”

“El 19 de marzo mi mamá entró por Emergencia. Finalmente la operan el 21, dos días después, a cargo del doctor Pintado Mejía”, relata Doris. Pero lo que parecía un paso más hacia la recuperación se tornó en pesadilla. “Después de la operación, nadie nos informó cómo había salido. Mi mamá empezó a quejarse de dolor en el pecho, la espalda, y decía que no podía respirar bien. Nos dijeron que era normal tras una operación”.

Elena seguía quejándose al día siguiente. “Las licenciadas solo aflojaban un poco la venda, pero no revisaron bien el dedo porque, decían, no tenían autorización del médico”. Recién el lunes 24 de marzo, un médico de guardia e incluso una interna observaron el dedo superficialmente. Nada los alertó. “Mi hermana le preguntó si ya le darían de alta y el médico respondió que probablemente, pero que ya no estaba de turno”.

Una hora después, todo cambió. La interna regresó para curar la herida y descubrió que el torniquete que habían utilizado en la operación seguía puesto. Habían pasado casi 72 horas desde que fue operada. El dedo estaba completamente necrosado.

“Pensamos que acá iba a tener buena atención. Vino por una fractura y ahora se va sin un dedo”, denunció con indignación Doris.

Denuncian negligencia médica en hospital Rebagliati

Ante la gravedad de la situación, el hospital propuso intentar salvar el dedo con sesiones de cámara hiperbárica. Pero, según la familia, nadie se encargó de gestionar el trámite. Fueron ellos quienes asumieron los costos de manera externa, sin resultados. “Terminó la última sesión el 26 de marzo, pero el dedo ya estaba muerto”, lamenta la hija. “Ningún médico se nos acercó a explicar qué pasaría después. Nadie daba la cara”.

La confirmación final llegó días después, cuando, tras una junta médica, se les informó que la amputación era inevitable. La operación fue programada para este lunes 7 de abril. El doctor Pintado reconoció que había habido una mala praxis posoperatoria, pero nunca reveló quién fue el responsable de no retirar el torniquete.

La falta de información, seguimiento y apoyo psicológico han sido constantes. “Mi mamá llora todos los días. Dice que mejor se hubiera quedado en Ayacucho”. El trato del personal no ha ayudado. “Una enfermera le dijo a mi hermana que hay pacientes que pierden manos o pies, y que lo de mi mamá es ‘solo un dedo’. ¿A quién le gustaría perder parte de su cuerpo por una negligencia?”, se pregunta Doris, entre la rabia y la impotencia.

A la fecha, la familia no ha recibido ningún acercamiento del hospital. “Ni Recursos Humanos ni Atención al Asegurado nos han respondido. Nadie nos ha dicho que el hospital se hará responsable, ni que habrá indemnización. Todo queda en silencio”.

Familiares exigen justicia a Fiscalía y SuSalud

Tras asesorarse con un abogado, han denunciado el caso ante la Fiscalía y la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud). Aun así, el informe médico —documento clave para cualquier acción legal— no ha sido entregado. “Lo solicitamos hace 10 días y todavía no lo tenemos. Nos dicen que puede tardar hasta 20 días”.

Mientras la madre de Doris aún permanece internada, su familia no baja los brazos. Exigen una indemnización justa, cobertura total para las terapias y apoyo psicológico. Confían en que el Ministerio Público y SuSalud actúen con celeridad para evitar que casos como este se repitan.

Hasta el cierre de este informe, el hospital Rebagliati no ha emitido un pronunciamiento oficial, solo se limitó a indicar que el caso de Elena está siendo investigado con la debida urgencia.