Sociedad

Ingreso al nuevo Jorge Chávez seria un caos pese a postergación de operaciones: "Embotellamientos serán inevitables"

El nuevo Aeropuerto Jorge Chávez promete modernizar el transporte aéreo, pero los problemas de congestión vehicular y falta de infraestructura adecuada anticipan un caos en los accesos, según especialistas.

Las principales vías de acceso como Faucett y Morales Duárez seguirán enfrentando graves complicaciones en el tránsito. Foto: composición LR.
Las principales vías de acceso como Faucett y Morales Duárez seguirán enfrentando graves complicaciones en el tránsito. Foto: composición LR.

El reciente aplazamiento de la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, programada ahora para el 30 de marzo de 2025, no resolverá el problema crónico de congestión vehicular en las vías de acceso. A pesar del tiempo extra concedido, expertos advierten que la situación podría agravarse, afectando no solo a los usuarios del terminal aéreo, sino también a los residentes y conductores que transitan por las zonas cercanas.

Como se sabe, la construcción de este megaproyecto busca posicionar al país como un centro estratégico de conexión aérea en la región. Sin embargo, la infraestructura vial que rodea al aeropuerto no ha sido modernizada al mismo ritmo, lo que genera preocupación entre autoridades y especialistas. Las avenidas Faucett, Morales Duárez y Tomás Valle, principales vías de acceso al terminal aéreo, ya enfrentan embotellamientos constantes que podrían agravarse con el incremento del tránsito.

Nuevo Aeropuerto Jorge Chávez: Aumento del caos vehicular sin plan de contingencia

Para obtener un panorama más amplio sobre esta problemática, La República contactó al exministro de Transporte, Carlos Estremadoyro, y al presidente de Luz Ámbar, Luis Quispe Candia. Estremadoyro advirtió que los accesos principales al aeropuerto, como las avenidas Faucett, Morales Duárez y Tomás Valle, ya enfrentan graves problemas de tráfico. “Con la llegada de los buses de transporte exclusivo al terminal, el cambio de carril necesario para su ruta generará caos vehicular en puntos críticos, como el cruce de Morales Duárez con Faucett. Esta situación complicará la labor del personal de tránsito y podría provocar un efecto dominó de congestionamiento en las zonas aledañas”, puntualizó.

Además, señaló que no existe un plan de contingencia claro para manejar el incremento de vehículos que se espera con la inauguración. “Aunque el aplazamiento da más tiempo para trabajar en soluciones, la falta de infraestructura adecuada para un megaproyecto como este plantea un reto significativo”, enfatizó Estremadoyro.

Congestión vehicular. Foto: LR.

Congestión vehicular. Foto: LR.

Por su parte, Luis Quispe, destacó también la ausencia de un ingreso peatonal seguro y adecuado, lo que aumenta la dependencia de transporte vehicular. “La decisión de limitar los accesos principales al ingreso por Morales Duárez no solo incrementará los embotellamientos, sino que también complicará el tránsito para pasajeros y trabajadores del aeropuerto”, explicó.

Según el experto, tres empresas operarán con 26 buses exclusivos para conectar puntos clave de Lima con el aeropuerto. Sin embargo, esta flota resulta insuficiente para cubrir la demanda, especialmente considerando que el servicio solo está disponible hasta las 10 de la noche. “La falta de transporte público regular y un horario restringido podría generar la aparición de transportes informales, como autos colectivos, lo que empeorará el caos vehicular”, añadió.

Impacto de las obras colaterales en la congestión vehicular

Otro factor que intensifica la problemática es la construcción de la Línea 2 del Metro, que afecta tramos críticos como Tomás Valle y el Óvalo Garibaldi. Esta obra, aunque necesaria para mejorar la conectividad en el futuro, actualmente dificulta el tránsito en las vías cercanas al aeropuerto. “Sin un plan coordinado entre estas obras y el aeropuerto, los embotellamientos serán inevitables”, subrayó Quispe Candia.

Los especialistas coinciden en la necesidad de habilitar accesos adicionales. Quispe Candia sugirió reabrir el ingreso por Faucett, donde se encuentra una de las estaciones proyectadas de la Línea 2 del Metro. “Este acceso permitiría una distribución más eficiente del flujo vehicular y peatonal, similar a otros aeropuertos internacionales donde los pasajeros utilizan buses internos para llegar a las puertas de embarque”, explicó.

Un desafío aun sin resolver

Por otro lado, el exministro Estremadoyro recomendó realizar estudios de tráfico exhaustivos para adaptar la frecuencia de los buses y establecer paraderos mejor ubicados. “Es crucial que el aeropuerto opere con servicios que atiendan las 24 horas del día, especialmente considerando el aumento progresivo de pasajeros que se espera”, concluyó.

A pesar de las medidas que puedan implementarse en las próximas semanas, los problemas de congestión vehicular persistirán. Con más pasajeros, más vehículos y una infraestructura que no está a la altura de un megaproyecto de esta magnitud, el nuevo Aeropuerto Jorge Chávez enfrenta un inicio complicado, donde el tránsito promete ser el primer gran obstáculo a superar.