¿Cómo afecta la pirotecnia a niños con trastorno del espectro autista?
Muchos acostumbran recibir la Navidad y el año nuevo con juegos pirotécnicos, que generan intensos ruidos. Sin embargo, según especialistas, esto puede ser muy peligroso para los niños con autismo.
Por: Luis Fernando Apaza
Es una costumbre que en fiestas de navidad y año nuevo las personas hagan uso de los juegos pirotécnicos, que generan intensos ruidos en el aire. Esto, si bien puede ser de gran algarabía para algunos, para otros resulta un tomento, pues deben soportar los minutos que duran los explosivos. Así lo explica la presidenta de la ONG Autismo AQP, Rosa Vásquez Contreras; quien considera que son los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) los más perjudicados con esos ruidos.
De acuerdo a la especialista, los Trastornos del Espectro Autista son discapacidades en el neurodesarrollo; es decir, que los niños que presentan esta condición son bastante sensibles a los sonidos y pueden presentar algunos problemas en la comunicación y en la interacción social. Por consiguiente, en las festividades de navidad y año nuevo, los ruidos que emiten la pirotecnia pueden ocasionar una crisis en los menores.
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“Imagínate, si el ruido de una licuadora puede ser incómodo; el sonido de las pirotecnias es mucho más para ellos, porque esos sonidos son bastante estruendosos”, refiere.
Explica que los niños con TEA, cuando no son prevenidos por sus progenitores de la situación que van a soportar; en su momento crítico, corren el riesgo de autolesionarse o golpear a alguien.
En ese sentido, Vásquez Contreras recomienda a los padres a cuidar a sus menores, hablándoles del tema y cuidándolos de los fuertes sonidos con audífonos. Además, recomienda alejarlos un poco de la calle. De la misma manera, aconseja a las personas que no acostumbren usar juegos que generen ruidos demasiado estruendosos.
“Que iluminen el cielo, pero con juegos tal vez menos ruidosos”, dice.
Vale precisar que, de acuerdo a la especialista, los ruidos de la pirotecnia en las festividades de la navidad y año nuevo no solamente afectan a los niños con autismo, sino también a animales y personas mayores de edad.
