Política

Reserva Comunal Yanesha va por la autogestión

A 36 años de creación. Las diez comunidades adyacentes reciben incentivos por cuidar los bosques y lo invierten en proyectos. Cuestionan la cogestión porque solo existe en el papel.

Reconocimiento. Pobladoras yaneshas identifican las zonas de la reserva comunal que tiene una superficie de 34.744 hectáreas y 7.000 metros cuadrados. Foto: AMARCY
Reconocimiento. Pobladoras yaneshas identifican las zonas de la reserva comunal que tiene una superficie de 34.744 hectáreas y 7.000 metros cuadrados. Foto: AMARCY

La Reserva Comunal Yanesha, ubicada en el distrito de Palcazú, provincia de Oxapampa, región Pasco, fue la primera en ser reconocida como tal en 1988. Acaba de cumplir 36 años de creación y es cogestionada por las diez comunidades de su entorno, representadas por ECA-AMARCY (Ejecutor de Contrato de Administración - Asociación para el manejo de la Reserva Comunal Yanesha) y el Estado, representado por Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp).

Hoy en día, la comunidades que la integran –San Pedro de Pichanaz, Santa Rosa de Pichanaz, Loma Linda Laguna, Shiringamazú, Alto Iscozacín, Siete de Junio, Nueva Esperanza, Alto Lagarto, Santa Rosa de Chuchurras y Buenos Aires– han empezado a mirar sus bosques como un gran activo, pues los incentivos que reciben por su conservación son invertidos en proyectos productivos que administran directamente.

El presidente de AMARCY, Erick Valerio Benavides, refiere que a partir de este hecho la organización yanesha ha ido fortaleciendo sus actividades en diferentes proyectos como turismo, crianza de peces y cultivo de cacao.

“AMARCY ha comenzado a generar proyectos para las comunidades. En este caso ya tenemos como cinco comunidades”, expone.

 Fruto. Comunera muestra el cacao que impulsan en la RCY. Foto: DRIS

Fruto. Comunera muestra el cacao que impulsan en la RCY. Foto: DRIS

Al respecto, el kornesha (presidente) de la Federación de Comunidades Nativas Yanesha (Feconaya), Jaime Chihuanco Cuñibo, refiere que el objetivo de la reserva es conservar los muchos recursos que hay dentro de la reserva y hacer un manejo responsable de ellos.

“Tenemos el cacao de monte, eso lo cuidamos, sacamos semilla para hacer viveros y tener plantones resistentes a las enfermedades. Hay una garantía de semilleros”, explica.

Agrega que también se involucran en el cuidado del árbol huayruro, que sirve para el trabajo de artesanía, y en la promoción del turismo, con circuitos que permitirán al visitante conocer árboles añejos de distintas variedades.

Queremos ser autónomos

Ante estos propósitos, Erick Valerio pide al Estado que ponga atención a la conservación de los bosques.

“Sabemos que las leyes peruanas están hechas para los grandes intereses, pero las comunidades indígenas decimos que nosotros somos los verdaderos actores y dueños. Gracias a estos bosques salvamos al mundo y el mundo también nos tiene que responder”, subraya.

Asimismo, cuestiona que como cogestores de la reserva no tengan igualdad de condiciones.

“Cómo es posible que si administramos de manera conjunta, el Estado, a través de Sernanp, tenga presupuesto y nosotros como ejecutores no lo tengamos para cumplir nuestro rol. Tenemos la cogestión solo en documentos. Así hemos sobrevivido estos 36 años”, lamenta. Pero le anima saber que han conseguido fondos climáticos con un presupuesto de casi 15 millones de euros que se van a ejecutar en las diez reservas comunales que existen en el país.

 Dirigente. Erick Valerio, representante yanesha en AMARCY. Foto: AMARCY

Dirigente. Erick Valerio, representante yanesha en AMARCY. Foto: AMARCY

“Nos sentimos orgullosos que por primera vez los pueblos indígenas de las reservas comunales vamos a tener presupuestos para ejecutarlos. No sabemos cuánto le toca a cada reserva, dependerá del avance que tengan, porque todos no estamos en el mismo nivel. La parte técnica lo decidirá, pero ya se está armando el plan de trabajo”, manifiesta.

Informa que tienen el soporte técnico y financiero de la ONG Desarrollo Rural Sustentable (DRIS), lo que les ha permitido avanzar como ejecutores de contratos de administración.

“Más adelante quisiéramos también ser autónomos, ya fortalecidos en temas de ejecución de proyectos. Eso visionamos y a eso queremos llegar”, sostiene Erick Valerio.

En tanto, han solicitado al Estado que se incluya un capítulo en el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sinanpe), con una partida para los ejecutores de contratos administrativos.

Valerio Benavides concluye indicando que la Reserva Comunal Yanesha afronta, como en toda la Amazonía, la invasión del territorio y cultivos ilícitos en las zonas del amortiguamiento del área natural. Manifiesta que para solucionar estos peligros cuentan con una mesa técnica y el comité de gestión de la reserva comunal que involucra a todas las autoridades.

Invasión de colonos los afecta

El kornesha de Feconaya, Jaime Chihuanco Cuñibo, informa que antes de la creación de la Reserva Comunal Yanesha algunos colonos fueron adjudicatarios de tierras en el lugar, y que eso se está respetando. Sin embargo, después, la zona fue invadida por personas que fueron llegando de otras regiones.

“En reuniones les hemos dicho que se retiren porque esa área es parte de la reserva reconocida por resolución ministerial, y que nunca van a tener título de propiedad. Eso se les ha hecho entender y algunos se están retirando. Ellos se encuentran cerca de la comunidad nativa de Alto Lagarto que colinda con Pozuzo”, refiere.