Mal momento para Trump: esta ley de Nueva York protege a los inmigrantes indocumentados de las deportaciones masivas
En Nueva York está vigente una ley que se ha convertido en un fuerte freno a las deportaciones masivas de Donald Trump. Esta normativa establece límites a la cooperación entre las agencias estatales y locales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
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Las nuevas tensiones migratorias en Estados Unidos han puesto nuevamente a Donald Trump en el centro de la polémica. Con el Proyecto 2025, el presidente pretende ampliar las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados. Este plan contempla eliminar protecciones clave como el Estatus de Protección Temporal (TPS) y el Parole Humanitario, con la intención de agilizar las expulsiones de personas sin estatus legal.
Sin embargo, en Nueva York existe una ley que actúa como un verdadero muro de contención frente a las deportaciones masivas de Trump. Se trata de la Ley Nueva York Para Todos, una normativa que reafirma el compromiso del estado con la protección de los derechos humanos y la defensa de las comunidades migrantes.

La Ley Nueva York Para Todos representa un serio obstáculo para el Proyecto 2025 de Donald Trump. Foto: composición LR
¿Qué es la Ley Nueva York Para Todos y cómo evita las deportaciones masivas de Donald Trump?
La Ley Nueva York Para Todos limita de forma clara la colaboración entre agencias estatales y locales y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), así como con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Según la Unión de Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU), esta legislación brinda una protección sólida a los inmigrantes indocumentados frente a deportaciones masivas, redadas arbitrarias, detenciones sin orden judicial y otras acciones que han generado un clima de temor en las comunidades migrantes.
Uno de los aspectos clave de la Ley Nueva York Para Todos es que prohíbe el ingreso de ICE y CBP a espacios no públicos —como oficinas gubernamentales, escuelas u hospitales— sin una orden judicial firmada. Además, la norma exige que las autoridades locales informen a las personas detenidas sobre sus derechos antes de cualquier contacto con agentes de inmigración, con el fin de asegurar el respeto al debido proceso legal.
Ciudades santuario en Nueva York donde protegen a inmigrantes de las deportaciones de Donald Trump
Desde 1989, la Ciudad de Nueva York se declaró ciudad santuario e inició una política de protección hacia los inmigrantes indocumentados. Con el tiempo, otras localidades del estado implementaron medidas similares. En 2025, este compromiso sigue firme, y ciudades como Albany, Westchester County, Suffolk County, Monroe County y Rockland County consolidan a Nueva York como un auténtico estado santuario.
Estas ciudades santuario restringen de forma clara la colaboración entre autoridades locales y agentes federales de inmigración. Las leyes locales prohíben que ICE instale oficinas o mantenga presencia en cárceles estatales, incluida la conocida prisión de Riker’s Island. Además, la cooperación solo está permitida cuando existe una orden judicial válida o cuando el inmigrante ha cometido un delito grave comprobado.

En Nueva York existe una ley que actúa como un verdadero muro de contención frente a las deportaciones masivas de Donald Trump. Foto: composición LR

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¿Qué impacto podría tener la Ley Nueva York Para Todos en el futuro político de Trump?
La Ley Nueva York Para Todos representa un serio obstáculo para el Proyecto 2025 de Donald Trump. Esta norma impide que los recursos estatales se utilicen para aplicar políticas migratorias federales. Por eso, aunque la Casa Blanca busque endurecer las medidas contra los inmigrantes indocumentados, su aplicación en Nueva York se ve limitada sin el respaldo de las autoridades locales.
La firme postura adoptada por Nueva York podría convertirse en un referente para otros estados que buscan proteger los derechos de los inmigrantes indocumentados. Al mismo tiempo, envía un mensaje contundente —tanto en el ámbito social como político— de rechazo a las deportaciones masivas, consolidando a Nueva York como un bastión en la defensa de los derechos humanos en un país profundamente dividido.