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China desafía la creciente "fragmentación" de la economía mundial y seguirá el camino "correcto" de la globalización económica

Durante el Foro para el Desarrollo de China, Pekín reafirmó su compromiso con la apertura económica, en un contexto de tensiones crecientes con Washington bajo el mandato de Donald Trump.


China reafirma su compromiso con la apertura económica en medio de tensiones con Washington. Foto: Hispan TV
China reafirma su compromiso con la apertura económica en medio de tensiones con Washington. Foto: Hispan TV

En un momento clave para el comercio internacional, China emitió un mensaje contundente al mundo: no retrocederá en su apuesta por la globalización. En el marco del Foro para el Desarrollo de China, el primer ministro Li Qiang expresó que su país continuará por lo que denominó el "camino correcto" del desarrollo global, una postura que contrasta con el giro proteccionista que impulsa Donald Trump desde la Casa Blanca.

La cumbre, celebrada en Pekín, reunió a líderes empresariales y funcionarios de alto nivel de múltiples países. En ese espacio, Li Qiang alertó sobre la "creciente fragmentación" de la economía mundial, un fenómeno que, según su visión, amenaza con debilitar el progreso colectivo. "Nos oponemos firmemente al desacoplamiento y la ruptura de cadenas de suministro. La globalización es el camino a seguir", enfatizó.

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¿Cómo responde China a la política económica de Donald Trump?

El regreso de Donald Trump al poder despertó tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. Desde su discurso inaugural, el líder republicano dejó claro que su política exterior se centrará en "América primero", una estrategia que desencadenó medidas proteccionistas, restricciones tecnológicas y una renovada presión sobre las empresas chinas que operan en territorio estadounidense.

Pekín, lejos de adoptar una postura confrontacional directa, optó por reforzar su narrativa de cooperación global. En palabras de Li Qiang, "China no cerrará sus puertas al mundo. Cuanto más se abra, más fuertes serán nuestras capacidades para avanzar". Esta declaración no solo responde al nuevo contexto en Washington, sino que también envía una señal de estabilidad a los mercados internacionales, preocupados por una posible ruptura entre las dos mayores economías del planeta.

Además, el Gobierno chino intensificó sus contactos diplomáticos y comerciales con países de Asia, África y América Latina, en un intento por reducir su dependencia de los mercados occidentales y contrarrestar las sanciones impuestas por EE. UU.

¿Qué papel juega el Foro para el Desarrollo de China en la estrategia global de Pekín?

El Foro para el Desarrollo de China se convirtió en un espacio importante para la proyección internacional del régimen chino. Este año, más de 70 empresarios internacionales, incluidos representantes de Apple, Qualcomm y Blackstone, asistieron al evento. La presencia de estas figuras indica que, a pesar de las tensiones, China sigue siendo un actor relevante e indispensable en la economía mundial.

Durante el foro, se destacaron medidas concretas para atraer inversión extranjera, como la reducción de barreras regulatorias y una mayor protección a la propiedad intelectual. El mensaje fue claro: "China busca mostrarse como un entorno confiable y predecible en un escenario global marcado por la incertidumbre".

La estrategia va en línea con el deseo del presidente Xi Jinping de consolidar a China como un líder del sur global, capaz de ofrecer una alternativa al modelo económico promovido por Washington. Aunque Xi no estuvo presente físicamente en el foro, su influencia se hizo sentir en cada intervención oficial.

¿Pekín y Washington pueden evitar una confrontación económica directa?

Las posibilidades de una reconciliación económica entre Washington y Pekín parecen, por ahora, limitadas. Con Donald Trump al frente del gobierno estadounidense, se espera una política exterior más agresiva hacia China. En sus recientes declaraciones, el mandatario acusó a Pekín de "manipular los mercados" y prometió aranceles aún más estrictos para proteger los intereses de su país.

En contraste, el gobierno chino evitó una retórica incendiaria. Li Qiang insistió en que 2el mundo necesita cooperación más que confrontación". Sin embargo, esta visión choca con la realidad política actual, en la que las potencias compiten por liderazgo tecnológico, influencia geopolítica y recursos estratégicos.