Jóvenes en Perú enfrentan bajos salarios por desajuste entre su formación y las exigencias del mercado laboral, según expertos
Un reporte del mercado laboral peruano expuso que en algunos sectores los puestos nivel junior siguen sin superar la Remuneración Mínima Vital (RMV).
En 2024, el salario pretendido de los peruanos aumentó un 6,48%. Sin embargo, y de acuerdo con el último reporte del mercado laboral de Bumeran, portal líder de empleo en Latinoamérica, a nivel junior el sueldo promedio más bajo no alcanza el monto de la Remuneración Mínima Vital (RMV) de S/1.130.
“La cantidad de personas disponibles para ciertos puestos influye en las expectativas salariales”, señaló Fernando Cuadros, economista y ex viceministro de Empleo, a La República.
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Alejandra Dinegro, especialista laboral de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), explicó a este diario que son cuatros los factores que afectan los salarios en Perú: sectores económicos, nivel de especialización, experiencia laboral, y ubicación geográfica.
En ese sentido, las posiciones con remuneraciones pretendidas promedio más bajas en el nivel junior se observan en Comunicaciones Externas con S/1.028, seguida por Arte y Cultura con S/1.035, Asesoría Legal Internacional con S/1.100 soles, Atención al Cliente, Ingeniería Electromecánica, Selección y Administración de Base de Datos con S/1.500.
Cabe señalar que el poder adquisitivo de los trabajadores en Lima al cierre de 2024 se ha reducido en S/100. Perú tiene el octavo peor salario en Sudamérica, según Bloomberg.
Avisos de empleo
En el mercado laboral peruano, las convocatorias de empleo revelan una tendencia: los puestos más solicitados suelen ser aquellos relacionados con el área de Ventas, Comercial, Atención al Cliente, Administración y Contabilidad. Esto se debe, en gran parte, a que no exigen experiencia previa, lo cual facilita el acceso para jóvenes que buscan su primer empleo.
Sin embargo, este panorama también expone una problemática profunda en el país: la falta de alineación entre la formación académica y las demandas del mercado, lo que empuja a muchos jóvenes al empleo informal o a desempeñarse en áreas distintas a su especialización.
Al respecto, Dinegro agregó que si bien la inteligencia artificial (IA) está en modo beta en el país y, por ende, fuera de la currícula del sistema educativo, afecta negativamente a los profesionales cuando se postulan a un trabajo. Esto debido a que en un mundo post pandémico, la habilidad en su uso se ha convertido en un requisito indispensable. La falta de inversión en constante capacitación hace que aspiren a un menor salario.
“En ese trance, muchos de los jóvenes se van al mercado informal o terminan trabajando en aquellas áreas donde no han estudiado”, afirmó la especialista laboral.
Cuadros explicó que el empleo en Perú está marcado por una alta participación en los sectores tanto formal como informal de servicios y comercio, caracterizados por ofrecer puestos de baja calificación y fácil reemplazo. Es por ello que concentran la mayor parte de las vacantes disponibles.
Por otro lado, la industria manufacturera, que aporta mayor valor agregado y mejores salarios, representa solo entre el 14% del empleo nacional. La limitada participación genera una escasez de puestos bien remunerados, en contraste con la abundancia de trabajos en el sector terciario.
Capacitarse en verano
El verano en Perú, que abarca los meses de enero a marzo, suele ser un periodo clave para que muchos jóvenes (nivel junior) evalúen cómo aprovechar su tiempo antes del inicio de clases universitarias o escolares. Este intervalo, marcado por la demanda estacional de mano de obra, también abre oportunidades en empleos temporales.
Los especialistas coinciden que la inserción laboral de estudiantes depende de sus necesidades y prioridades. Bajo ese razonamiento, Cuadros señaló que para quienes necesitan apoyar económicamente a sus familias, optar por un empleo puede ser una alternativa viable, especialmente como prácticas relacionadas con su campo de estudio.
Dado que enfrentan realidades diversas, también es factible iniciar un emprendimiento estacional mientras buscan un trabajo formal en su rubro, aseguró Dinegro. Ante esta dinámica, se recomienda a los jóvenes no conformarse con la educación universitaria o técnica y buscar constantemente complementar su formación con cursos y capacitaciones específicas que el mercado laboral actual demanda.
“Esto no solo les permitirá aspirar a mejores salarios, sino también a cubrir el elevado costo de vida en el país”, afirmó la especialista laboral.
Actualmente, según la información de la Planilla Electrónica del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), en el sector privado formal el salario promedio es de S/2.700. Cuadros detalla que este varía según el tamaño de la empresa: las microempresas ofrecen alrededor de S/1.700, mientras que en medianas y grandes, los salarios superan los S/3.200.
Brecha de género persiste
Según el mismo reporte de Bumeran a diciembre 2024, la distribución de postulaciones por género varía según el nivel del puesto. En el nivel junior, las mujeres representan el 46,10% de las postulaciones, mientras que los hombres alcanzan el 53,90%.
Para los niveles senior y semi senior, la participación femenina es del 32,34%, frente al 67,66% correspondiente a los hombres. En cuanto a los cargos de jefe o responsable, las mujeres constituyen el 29,31% de las postulaciones, mientras que los hombres representan el 70,69%.