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Malas noticias para inmigrantes de Florida: Ron DeSantis presiona a estas ciudades para perseguir a indocumentados

El gobernador Ron DeSantis impulsa medidas contra inmigrantes indocumentados en Florida, presionando a ciudades latinas para que cooperen con ICE en labores migratorias

Las autoridades locales insisten en que la colaboración con ICE se centrará en inmigrantes con antecedentes penales y que se respetarán los derechos de todos los residentes. Foto: Agencia EFE.
Las autoridades locales insisten en que la colaboración con ICE se centrará en inmigrantes con antecedentes penales y que se respetarán los derechos de todos los residentes. Foto: Agencia EFE.

Florida es el tercer estado con mayor número de inmigrantes en Estados Unidos. Sin embargo, se ha convertido en el epicentro de una política anti migratoria liderada por el gobernador Ron DeSantis. Bajo su mandato, las ciudades con alta presencia latina, como Doral y Orlando, están siendo presionadas para intensificar su colaboración con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), generando incertidumbre entre los inmigrantes indocumentados.

En el Doral, donde el 70,7% de los residentes son inmigrantes y un 48% de origen venezolano, el Concejo municipal está a punto de aprobar la participación de su policía en labores migratorias. Mientras tanto, en Orlando, se ha permitido que ICE entrene a los oficiales locales.

Presiones de DeSantis a ciudades con alta población inmigrante

El gobernador DeSantis ha implementado una política estatal que prohíbe las ciudades santuario y sanciona a los funcionarios que no cumplan con las leyes migratorias. Estas medidas han forzado a más de 100 agencias gubernamentales y a todos los condados en Florida a firmar acuerdos con ICE, lo que permite a las autoridades locales actuar como agentes migratorios.

Ciudades como Coral Gables, Hialeah y Miami Springs ya participan en este programa, al que recientemente se han sumado Doral y Orlando. En Doral, pese a las protestas de residentes y activistas, el concejal Rafael Pineyro defendió la decisión al afirmar que la colaboración con ICE se enfocará en individuos con antecedentes penales. Sin embargo, la medida ha sido vista por muchos como una traición hacia una comunidad que ya enfrenta dificultades y discriminación.

El impacto en los inmigrantes y la comunidad latina en Florida

La implementación de estas medidas ha creado un clima incierto entre los inmigrantes, especialmente aquellos sin documentos. En el Doral, Susana Ríos, una venezolana protegida por el Estatus de Protección Temporal (TPS), describió las acciones como una traición más. Por su parte, José González, un joven inmigrante de 21 años, expresó su preocupación tras ver las recientes deportaciones de venezolanos sin derecho a juicio, afirmando que todos sus compatriotas se encuentran en peligro.

En Orlando, el miedo también se ha intensificado. La autorización para que ICE entrene a los oficiales locales ha generado desconfianza entre los inmigrantes hispanos, quienes temen que esta colaboración derive en discriminación y persecución. El activista Adelys Ferro, del Caucus Venezuela-America, considera que estas medidas erosionan la relación entre la policía y la comunidad, dificultando la colaboración en otros ámbitos.

Una estrategia respaldada por amenazas y nuevas herramientas

El gobernador DeSantis no ha dudado en utilizar amenazas para garantizar el cumplimiento de su agenda migratoria. El alcalde de Orlando, Buddy Dyer, recibió una carta del fiscal estatal James Uthmeier advirtiéndole que podría ser destituido si no permitía la colaboración policial con ICE. Acciones similares forzaron al concejo municipal de Fort Myers a revocar su voto contra un acuerdo migratorio.

Además, Florida implementó el Panel de Responsabilidad de las Fuerzas del Orden (LEAD), una herramienta que permite a ciudadanos y oficiales denunciar de forma anónima a las agencias que no cumplan con las leyes migratorias.

Esta iniciativa busca garantizar que todas las entidades gubernamentales se alineen con las políticas de Ron DeSantis, fortaleciendo su enfoque de "mano dura" contra los inmigrantes indocumentados.