Cultural

Carlos Bernasconi, el hacedor

Homenaje. El gran creador interdisciplinario falleció a los 99 años de edad. Fue un verdadero maestro, guía de las nuevas generaciones de artistas.

Reconocido como uno de los artistas más importantes del Perú, con una vasta obra. Foto: difusión
Reconocido como uno de los artistas más importantes del Perú, con una vasta obra. Foto: difusión

Llegué cuando preparaba una muestra en el Cultural Británico, en Miraflores. Sus numerosas piezas artísticas, que parecían infinitas, sobre todo las escultóricas, estaban desperdigadas en el piso y, tras de ellas, él estaba de pie, mirándolas, en silencio. La imagen era como si fuera la de un dios creador mirando toda su obra. Esa es la imagen que me asalta ahora cuando recibimos la noticia de que el artista plástico Carlos Bernasconi (Lima, 1924) ha muerto después de trajinar 99 años por este mundo.

La noticia era triste, pero se difundió con mucho afecto por su familia: “Lucia Irurita, Sandra y yo lamentamos profundamente el fallecimiento del más grande artista multidisciplinario Carlos Bernasconi. Extraordinario en todos los ámbitos y como ser humano excepcional. Desde ya te estamos extrañando. Love you, gatao”, anotó la actriz Cécica, hija del artista, en su cuenta X.

Carlos Bernasconi, como se ha dicho, era un artista interdisciplinario. Trabajaba pinturas, grabados, esculturas, dibujos, cerámica, joyas, escenografía teatral. Y también narraciones. 

 Visiones. Otra obra elocuente del recordado artista. Foto: difusión

Visiones. Otra obra elocuente del recordado artista. Foto: difusión

Estudió en la Escuela de Bellas Artes y después migró hacia Europa, Roma. Alguna vez contó que allí estudió grabado de monedas y medallas en la única escuela que había en el mundo.

Como promotor de arte, fundó la Escuela de Bellas Arte de Ayacucho, que marcó una carrera de docencia universitaria.

Como artista, con sus amigos, el arquitecto César Ruiz Mendoza y el ceramista Félix Oliva, adquirieron un espacio en la calle Bellavista de Miraflores para hacer un taller. Después fue solo suyo cuando compró las partes de sus amigos. Y ahí también, en el primer piso, su esposa Lucía hizo un teatro.

 “Sin título”, obra en el LUM. Foto: difusión

“Sin título”, obra en el LUM. Foto: difusión

Quien quizá mejor ha descrito su afán creador, como cita en un perfil José Vadillo, es su amigo Sebastián Salazar Bondy: “Bernasconi funde, repuja, suelda, granula, riela, escultor de pequeños objetos, orfebre de rostros y cuerpos, para rostro y cuerpo femeninos, inventor de alhajas más para el gusto que para la codicia”.

Entre sus obras, destacamos sus grabados de las series “Espantapájaros” y “Los arrieros”, bellos en sus trazos fuertes y evocación del campo.

En esculturas, además de sus figuras ecuestres, está una pieza intensa, “Sin título”, que en mayo de este año dejó al Museo Lugar de la Memoria. El artista contó que la hizo tras los viajes a Ayacucho y al campo de concentración nazi Mauthausen-Gusen, en Austria.

“Sin el recuerdo, no habrá paz”, fue su mensaje.

 El campo. Hermoso grabado de la serie “Espantapájaros”. Foto: difusión

El campo. Hermoso grabado de la serie “Espantapájaros”. Foto: difusión