Agencias

Osaka abre una futurista Expo 2025 en un mundo de divisiones


La Exposición Universal de 2025 abrió el domingo sus puertas en la ciudad japonesa de Osaka, que quiere poner el acento en las tecnologías del futuro y la concordia ante un mundo enfrentado a "numerosas divisiones".

Unos 160 países y regiones participan en este evento organizado regularmente desde mediados del siglo XIX como escaparate de las técnicas, el conocimiento y las distintas culturas del mundo.

La Expo 2025 se celebra hasta el 13 de octubre en la isla artificial de Yumeshima, en la bahía de Osaka, la tercera ciudad más poblada del país.

La organización quiere revalidar el éxito de la edición de 1970 en la misma ciudad, que tuvo un gran impacto en un Japón en pleno auge económico.

En unos tiempos inciertos por los cambios y las divisiones, el tema elegido en esta ocasión es "la sociedad del futuro", con el acento en la inteligencia artificial (IA) o la tecnología espacial.

"Después de haber superado la pandemia del covid, el mundo está ahora enfrentado a una crisis marcada por numerosas divisiones", dijo el primer ministro nipón, Shigeru Ishiba, en una futurista ceremonia inaugural.

"Es extremadamente importante que las personas del mundo entero se unan y aborden la cuestión de la vida en nuestra época, al exponer tecnologías punteras y la diversidad de culturas y formas de pensar", agregó.

Para resaltar esta idea de unidad, todos los pabellones de los países participantes están rodeados por la mayor estructura arquitectónica de madera del mundo, un imponente "Gran Anillo" de enormes armazones.

Otras de las atracciones destacadas de la Expo 2025 son un meteorito de Marte, un corazón artificial creado a partir de células madre o 32 esculturas de Hello Kitty con forma de distintas algas.

Organizadas regularmente a través del mundo desde 1851, las Exposiciones Universales ofrecen la ocasión a los países de rivalizar a través de la arquitectura de sus pabellones y de compartir su cultura, técnicas y conocimientos.

Aunque han perdido lustre, estos eventos llegaron a ser grandes acontecimientos en el mundo menos globalizado e interconectado de antaño y dejaron como legado monumentos como la torre Eiffel de París, levantada para la edición de 1889.

- Críticas por la sostenibilidad -

Dignatarios extranjeros y la familia imperial de Japón asistieron al espectáculo inaugural del sábado, dirigido por un maestro de ceremonias controlado por la IA, pero con referencias a tradiciones niponas como la danza kabuki o los tambores taiko.

El emperador Naruhito dijo que espera que la Expo 2025 "ofrezca a los pueblos del mundo entero la ocasión de respetar no solo su propia vida, sino también la de los otros".

Pero los distintos conflictos actuales se infiltraron al evento. En el pabellón de Ucrania, una señal azul y amarilla reza "No está a la venta", en una clara referencia a la invasión de Rusia, ausente de la feria.

Dentro del "Gran Anillo" convivirán una delegación palestina con otra israelí que, según dijo su responsable Yahel Vilan, llega "con un mensaje de paz".

El lema del pabellón de Estados Unidos es "América la Bonita". Sin evocar las políticas de su presidente Donald Trump, la muestra se centra en los paisajes del país, la IA y su tecnología espacial.

Cerca, el pabellón de China expone muestras lunares traídas por sus sondas espaciales y dedica un amplio espacio a la tecnología verde.

La ecología y la sostenibilidad son temas recurrentes en la Expo que, sin embargo, ha sido criticada por su naturaleza temporal.

Después de octubre, gran parte del recinto de esta isla artificial será desmantelado para dejar espacio a un complejo de casinos y solo un 12,5% del Gran Anillo de madera se reutilizará.

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