Sociedad

‘Piti’, el narcotraficante peruano que fundó un imperio de la droga en uno de los barrios más peligrosos de Argentina desde Lima

Fernando Estrada González, alias 'Piti', se entregó a la justicia argentina en abril de 2023, tras más de una década como fugitivo con un historial delictivo que incluye vínculos con el narcotráfico.

‘Piti’ estuvo prófugo por más de una década, hasta que decidió entregarse a las autoridades en 2023. Foto: Composición LR/ TN/ La Nación
‘Piti’ estuvo prófugo por más de una década, hasta que decidió entregarse a las autoridades en 2023. Foto: Composición LR/ TN/ La Nación

Durante más de una década, Fernando Estrada González, alias 'Piti', fue una sombra inalcanzable para la justicia de Argentina. Su nombre figuraba en los registros más delicados de la Interpol, con una orden de captura vigente desde octubre de 2010. Sin embargo, en abril de 2023, algo inesperado ocurrió: a través de su abogado, el narcotraficante peruano anunció su intención de entregarse. Horas después, lo cumplió.

Este giro sorprendió incluso a los agentes que llevaban años tras sus pasos, lo que los llevó a preguntarse qué motivó a 'Piti' a salir de la clandestinidad luego de tanto tiempo. Entre las hipótesis fiscales, una toma fuerza: el cerco sobre su entorno más cercano. En menos de un año, su sobrino John Paul Revilla Estrada, conocido como 'Burro', y su socio Raúl Maylli Rivera, alias 'Dumbo', fueron capturados en Perú. Al parecer, la estructura del imperio se desmoronaba.

¿Cómo manejaba 'Piti' su imperio de la droga en Argentina desde Lima?

Durante su vida como prófugo, 'Piti' no dejó de ejercer poder. Desde el Perú, manejaba buena parte del tráfico de drogas que salía de Lima rumbo al Bajo Flores, uno de los barrios más peligrosos en Buenos Aires. Allí, su organización controlaba unas siete hectáreas del llamado 'sector de los peruanos', epicentro del negocio ilícito.

La organización, dirigida en dos frentes por los hermanos Estrada González —Marcos desde prisión y 'Piti' desde la clandestinidad—, operaba con una estructura compleja: turnos rotativos de 28 días, funciones divididas, roles precisos y una logística aceitada para garantizar la venta ininterrumpida de droga. El ciclo comenzaba cada viernes y se repetía, semana tras semana, sin pausa.

 Fernando Estrada Gonzáles, alias 'Piti', tenía un pedido de captura desde el año 2010. Foto: Primera Edición

Fernando Estrada Gonzáles, alias 'Piti', tenía un pedido de captura desde el año 2010. Foto: Primera Edición

Policía estuvo cerca de atrapar a ‘Piti’ meses antes de su entrega

Un accidente de tránsito que obligó a la amputación de un dedo del pie izquierdo de 'Piti' en 2022, y que lo llevó a internarse en una clínica de Arequipa, estuvo a punto de delatarlo. Detectives antidrogas estuvieron cerca, pero no lograron detenerlo. Esa fue una de las últimas señales de movimiento del narco antes de entregarse meses después.

Tras su captura, persisten muchas dudas. Su entrega parece haber sido una jugada táctica, quizás una forma de protegerse frente a nuevos enemigos o viejas traiciones. Lo cierto es que el ocaso de 'Piti' no marca el fin del narcotráfico en el Bajo Flores. Según investigaciones fiscales, la venta de droga continúa en el mismo sector, aunque los puntos de entrega cambian con frecuencia.

¿Cómo empezó el imperio de la droga de los hermanos Estrada Gonzáles?

El imperio delictivo de los hermanos Estrada González comenzó a forjarse a sangre y fuego en la década de los 90. A fuerza de tiros y homicidios, lograron establecerse y expandirse hasta ocupar un extenso territorio de siete hectáreas dentro de la Villa 1-11-14, en el Bajo Flores. Su poder se consolidó con el tiempo, siempre marcado por la violencia.

'Piti', uno de los líderes, fue detenido por el asesinato de Antonio Eusebio Gallardo, ocurrido el 11 de junio de 1998 en las inmediaciones del Barrio Rivadavia II, frente a la manzana 24 de la villa. Tras pasar varios años en prisión por ese crimen, recuperó su libertad, pero no abandonó el negocio: volvió a manejar el tráfico de drogas hasta que quedó prófugo.

Su principal socio fue su hermano Marcos, con quien no siempre tuvo una relación estable. Juntos controlaban la venta de cocaína, pasta base y marihuana mediante un sistema de turnos rotativos que les permitía repartirse el territorio sin enfrentamientos directos.