Gonzalo Aguirre, director comercial corporativo de la exitosa empresa peruana Yanbal: "Tenemos la misión de cambiar vidas"
Actualmente, Yanbal se encuentra presente en 8 países del mundo, tiene 3 plantas de producción y una fuerza de venta de más de 500.000 consultoras. Conoce más de su historia.
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"Mi sueño era quitarle el delantal a las mujeres", dijo alguna vez Fernando Belmont, un exitoso empresario peruano que a los 19 años de edad decidió sacar adelante un proyecto con un claro objetivo: empoderar a las mujeres. Proveniente de una familia vinculada al mundo de la belleza, comenzó su carrera como representante en Perú de Helena Rubinstein donde entra en contacto con la más avanzada cosmética internacional.
Al observar que la importación de productos desde Francia generaba pocas ganancias, Fernando tomó una decisión audaz: crear una empresa desde cero, esta vez con productos fabricados en Perú y con las mujeres como protagonistas de su éxito. Así nació Yanbal, una marca que revolucionó la industria cosmética y abrió un camino de independencia económica para miles de mujeres.
Hoy, más de cinco décadas después, el legado de Fernando Belmont sigue vivo a través de su nieto, Gonzalo Aguirre, quien lidera la gerencia comercial de la compañía. En esta entrevista exclusiva para La República, Gonzalo comparte su visión para el futuro de Yanbal, sus políticas de empoderamiento, su paso por la digitalización y más.
Llevas casi 4 años trabajando como director comercial corporativo de Yanbal, ¿siempre supiste que querías continuar el legado familiar?
Inicialmente, no pensé en asumir un cargo tan rápido, pero, por coincidencias de la vida, durante la pandemia del COVID, tuve que regresar al Perú y me pregunté a mí mismo cómo empezar a ayudar. Fue entonces cuando comencé a involucrarme más en la empresa, a realizar diferentes proyectos, y, poco tiempo más tarde, me designaron como encargado del área de ventas a nivel corporativo, que al principio, era un área pequeña y hoy es una gerencia comercial que brinda servicios de estrategia a las diferentes unidades de negocio.
Al ser una empresa familiar, ¿cómo viviste tu infancia dentro de la empresa y cómo llegaste a alcanzar tu rol actual?
En realidad, en mi familia siempre ha habido muchísima exigencia y responsabilidad. Durante mi infancia, pasaba todos los veranos de vacaciones escolares involucrado en las plantas de producción, en los centros de distribución y también en diferentes centros de capacitación con la fuerza de ventas. Pude conocer muy de cerca todo lo que compone Yanbal y, gracias a ello, desarrollé este nivel de atención al detalle, de exigencia, y entendí que, como empresa, tenemos la misión de cambiar vidas.
Fernando Belmont, tu abuelo, creó esta compañía con la visión de ayudar a las mujeres a obtener su libertad económica. Teniendo en cuenta que la mayoría de las consultoras Yanbal son mujeres, ¿qué políticas han incorporado para seguir en esa línea de empoderamiento?
Nosotros declaramos que tenemos tres pilares de marca: la innovación de productos, el emprendimiento y la autoestima. Creemos que la autoestima de nuestras consultoras es una facultad clave para lograr su autorrealización, empoderamiento y libertad económica. Para ello, organizamos charlas que llamamos 'Voces poderosas', donde invitamos a ponentes internacionales y nacionales a expresar lo que significa la autoestima, lo que le da un marco teórico elevado e importante.
Además, la autoestima se va construyendo a lo largo de pequeños logros que se obtienen en la práctica. En nuestro equipo de ventas, esto se refleja especialmente en el emprendimiento. A medida que las personas asumen más responsabilidades y logran ganar más, su autoestima crece. ¿Cómo ganan más? Desarrollando su liderazgo. Este liderazgo se cultiva en reuniones presenciales y virtuales, donde crecen profesional y personalmente, aprendiendo a creer más en sí mismas.
El modelo de negocio de Yanbal siempre se ha caracterizado por ser directa, de puerta en puerta. En un mundo donde la digitalización ya forma parte de nuestra vida, ¿cómo Yanbal se viene adaptando a esta nueva realidad?
La digitalización es algo con lo que todo el equipo de consultoras está muy familiarizado, especialmente con herramientas básicas como WhatsApp, redes sociales y las billeteras virtuales Yape y Plin. Utilizamos estas plataformas para seguir ofreciendo y vendiendo los productos Yanbal; para ello, tenemos muchas capacitaciones virtuales y compartimos materiales que pueden ser fácilmente distribuidos por WhatsApp.
Además, contamos con una aplicación exclusiva llamada Maya, que actúa como un gestor de negocios. A través de esta aplicación, sugerimos a las consultoras las mejores estrategias para ganar más, lo cual es fundamental para obtener mejores resultados, lograr crecimiento y, en última instancia, cambiar sus vidas.

Gonzalo Aguirre estudió en la Universidad de Georgetown en Washington. Foto: Jhonatan Sanchez/ La República
La industria de la belleza en el Perú se encuentra en auge en el Perú con empresas como Aruma y Belcorp, ¿cómo Yanbal ve la competencia?
La competencia para Yanbal es algo positivo porque nos invita a ser más innovadores de lo que ya somos y nos da la oportunidad de demostrar lo que estamos haciendo. (...) Nosotros tenemos laboratorios de investigación y desarrollo de productos de tratamiento facial y de protección solar que nos diferencian del resto. En esa línea, el problema de la competencia se convierte en una oportunidad.
¿Cuál es la visión de la empresa de acá a 5 años?, ¿qué metas de crecimiento han trazado?
Para el 2030 queremos superar los 1,200 millones de dólares de facturación a nivel global. Esta meta nos lleva a trazarnos nuestros objetivos anuales de aquí a 5 años.
¿Cuál consideras que es la mayor enseñanza que te ha dado tu abuelo, Fernando Belmont y tu mamá como personas tan importantes en la industria de la belleza en el Perú?
Creo que es tener la convicción de querer ayudar a los demás y ser consciente que al hacerlo se puede transformar una vida, un hogar y el mundo.