Dina Boluarte recicla a sus ministros censurados: Gobierno designó a tres en otros cargos y carteras
Cuestionados exministros como Juan José Santiváñez, Julio Demartini y Leslie Urteaga regresan al Ejecutivo con el respaldo de Boluarte, pese a las críticas que aún persisten.
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Como si nada hubiera pasado. Así es la dinámica de Dina Boluarte con sus cuestionados exministros. El círculo cercano a la presidenta parece inamovible del Poder Ejecutivo mientras ella continúe en el sillón presidencial. La presidenta ha optado por "reciclar" a ministros cuestionados, manteniéndolos en cargos dentro del Ejecutivo, como asesores o incluso al frente de otros ministerios.
Estos regresos a la función pública no se limitan al reciente caso de Juan José Santiváñez, censurado exministro del Interior, quien ahora reaparece como asesor presidencial. Hay otros casos similares de exministros que, pese a los cuestionamientos, han vuelto a la escena bajo el amparo de Boluarte. Es el caso de Julio Demartini, exministro de Desarrollo e Inclusión Social, bajo cuya gestión estalló el escándalo del programa Qali Warma; o de Leslie Urteaga, exministra de Cultura, hoy investigada por presuntos actos de corrupción ocurridos durante su paso por ese ministerio.
Juan José Santiváñez: de ministro censurado a asesor presidencial
El 21 de marzo, con 78 votos a favor, el Congreso de la República censuró a Juan José Santiváñez como ministro del Interior. Las mociones de censura señalaban que su gestión había fracasado en enfrentar el incremento de la delincuencia en el país. Las cifras respaldaban el reclamo: durante su gestión se alcanzaron niveles históricos de violencia, con más de 490 homicidios registrados en los primeros 80 días del año.
A pesar de ello, la presidenta Boluarte despidió al exministro con un fuerte abrazo, tras la juramentación de Julio Díaz Zulueta como su sucesor. Ese gesto parecía anticipar algo que se confirmaría poco después: Santiváñez volvió al Ejecutivo como jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental del Despacho Presidencial, cargo oficializado el 17 de abril en el diario El Peruano.
En su nuevo puesto, el exministro será responsable de coordinar la agenda presidencial y de recopilar información sobre el avance de las políticas públicas. Por esta labor, percibirá un salario mensual de S/ 17.568, equivalente a más de S/ 245.000 anuales.
En política, las coincidencias rara vez son inocentes. El retorno de Santiváñez podría responder a más que un gesto de agradecimiento o un premio a su lealtad. Fuentes cercanas al Gobierno señalaron a este diario que en el entorno presidencial existe el temor de que, presionado por sus problemas legales y económicos, el exministro decida colaborar con la justicia, ofreciendo información sensible sobre el Ejecutivo. Por ello, mantenerlo cerca, brindarle protección y un ingreso estable sería una forma de disuadir cualquier intento de cooperación con la Fiscalía.
Julio Demartini: el caso Qali Warma no detuvo al exministro
En noviembre de 2024, Noemi Alvarado, extrabajadora del programa Qali Warma, denunció la distribución de insumos alimenticios en mal estado dentro del programa social. Según su testimonio, mediante el pago de coimas a funcionarios, alimentos distribuidos por la empresa FrigoInca—pese a estar en malas condiciones—eran aceptados y entregados a los beneficiarios, en su mayoría, niños. Todo esto ocurrió durante la gestión de Julio Demartini como ministro de Desarrollo e Inclusión Social, cartera responsable de supervisar el programa.
El caso tomó un giro aún más oscuro tras la muerte de Nilo Burga, hecho que aún se investiga por sospechas de un posible intento de "silenciamiento". Además, la aparición de un audio entre Carlos Guillén, cercano a Boluarte, y Alvarado, en el que se sugiere que había personas interesadas en atentar contra Demartini, incrementó las sospechas. Finalmente, el 31 de enero, el entonces ministro presentó su renuncia. En su discurso de despedida aseguró haber logrado "avances históricos en la política social del país".
Su etapa fuera del aparato estatal fue breve. Poco más de un mes después, Demartini informó ante el Poder Judicial—en el marco de un proceso que buscaba restringir su salida del país—que había sido contratado como asesor en el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), liderado por Úrsula León. Su contrato establece un arraigo laboral hasta el 31 de diciembre y un sueldo mensual de S/ 15.600.
Cabe mencionar que Mincetur no fue la primera opción para su reubicación. Fuentes indicaron a La República que Boluarte consideró nombrarlo embajador del Perú ante la Santa Sede. Incluso, el canciller Elmer Schialer llegó a respaldar públicamente esta posibilidad. De haber sido designado, Demartini habría obtenido inmunidad diplomática, lo que podría haber complicado las investigaciones en su contra por el caso Qali Warma.

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Leslie Urteaga: de Cultura al Midis, con investigaciones a cuestas
Tras la salida de Demartini del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social, la vacante fue ocupada por una figura ya conocida en el entorno de Boluarte: Leslie Urteaga, exministra de Cultura. Después de un receso de poco más de tres meses, Urteaga regresó al Ejecutivo para liderar el Midis. Su anterior gestión, sin embargo, no estuvo exenta de controversias.
Actualmente, Urteaga es investigada por presuntos actos de corrupción durante su paso por el Ministerio de Cultura entre 2018 y 2019. Se le acusa de haber autorizado la compra irregular de 1.500 hitos de concreto sin los requisitos técnicos adecuados, lo que habría generado un perjuicio económico al Estado de S/ 27.075. Como directora general de Patrimonio Arqueológico Inmueble, habría autorizado informalmente a un funcionario para recibir los productos, validando su recepción con 29 días de retraso y sin la debida coordinación técnica. Además, se ha cuestionado la participación de un proveedor de más de 80 años cuya empresa no cuenta con un local verificable ni dirección física, lo que pone en duda la legalidad del contrato.

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Consultada al respecto, Urteaga aseguró estar colaborando con las investigaciones: “Estoy yendo a todas las diligencias a las que se me convoca. Estoy a disposición de las investigaciones, como siempre lo he hecho”, declaró.
Su nueva gestión al frente del Midis tampoco ha estado libre de polémicas. El programa Wasi Mikuna, creado para reemplazar a Qali Warma, ha sido blanco de denuncias similares: cerca de 50 escolares resultaron intoxicados en un colegio de Piura tras consumir alimentos distribuidos por dicho programa. La situación ha provocado que el Congreso apruebe la interpelación de Urteaga, quien ahora deberá responder ante el pleno por la gestión del programa social.

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"La presidenta tiende a ser dependiente de ciertos actores claves que le faciliten y orienten la agenda política y toma de decisiones"
Ya sea porque ese grupo de confianza es cada vez más reducido o porque existen razones específicas para que Dina Boluarte prefiera tenerlos cerca, el Gobierno ha adquirido la tendencia de mantener a viejos ministros cuestionados dentro del Poder Ejecutivo, para el politólogo Víctor Ueda, director académico de la Asociación de Estudios en Ciencias Sociales 'Leviatán', esto se debe a que existe una especie de dependencia funcional de los exministros en la gestión política presidencial.
"La presidenta tiende a depender de ciertos actores clave que le facilitan y orientan la agenda política y la toma de decisiones. Es probable que, ante el manejo de cualquier situación de crisis, prefiera evitar decisiones que incrementen la polarización con otros poderes, como el Parlamento. Por ello, su vínculo con asesores que le ayudan en el manejo político genera una constante delegación de funciones a través de la figura de los asesores", indicó el politólogo a este medio.