Elecciones 2026: comenzó la trafa, por MIrko Lauer


El proceso electoral apenas comienza, y ya está siendo embarrado desde todas partes. La fábrica de firmas falsas viene de muy atrás, de los tiempos del delincuencial notario chalaco Oscar Medelius, asesinado por sicarios en febrero pasado. Con 300,000 firmas falsas está claro que hay una fábrica, o más, por alguna parte.

    Ya se está notando que no pocos de los 46 partidos que abultan el proceso ya se limpian usando las cédulas de sufragio con las que esperan ser elegidos. Las respuestas con que algunos partidos explican su delito son cómicas e indignantes a la vez. Es la actitud payasa de quienes están seguros de que no les va a pasar nada.

    Por eso con toda razón el penalista Carlos Caro opina que los partidos falsificadores deben ser retirados de la competencia. Esto ha levantado cejas, como si fuera mejor mantener su ilegal inscripción, mientras se discute con calma quién es culpable y quién no. Los partidos falsarios ya se han puesto en modo de víctimas, y no de delincuentes.

    Caro ha hecho notar en TV que los organismos electorales carecen de los recursos tecnológicos para detectar falsificaciones a tiempo, pues de Medelius a la fecha estas se han vuelto masivas. ¿Por qué esta carencia? Uno de los argumentos truchos de los falsificadores es que estas denuncias de la Reniec no son válidas.

    Pero el desdén por el proceso electoral no es solo firmas falsas. Uno de los partidos inscritos quiere subir a bordo como candidato presidencial a Antauro Humala, un ansia ilegal, pues el sujeto está impedido de candidatear y la agrupación que lleva su nombre ha sido tachada por el JNE. Pero a Humala eso le importa un bledo. Quiere la publicidad.

    Aun así, el insolente desprecio por la legislación electoral le viene consiguiendo a este Humala entrevistas y primeras planas. Pues en el fondo la prensa sabe que sus posibilidades de salirse con la suya no son pocas. Algo muy parecido sucede con los partidos que han producido y presentado firmas falsas.

    De modo que el Humala que pinta muros afirmando que él “sí va”, un engaño a sus seguidores, y los partidos que no se dan por aludidos están en lo mismo, dedicados a engañar al electorado. No queremos imaginar qué es lo que cometerán si alcanzan alguna cuota de poder.

Mirko Lauer

Observador

Un poemario cada tantos años. Falso politólogo. Periodismo todos los días. Natación, casi a diario. Doctor por la UNMSM. Caballero de la Orden de las Artes y las Letras, Francia. Beca Guggenheim. Muy poco twitter. Cero Facebook. Poemario más reciente, Las arqueólogas (Lima, AUB, 2021). Próximo poemario, Un chifa de Lambayeque. Acaba de reeditar la novela policial Pólvora para gallinazos (Lima, Vulgata, 2023).