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Cardenal vetado por el papa Francisco desafía voluntad del santo padre y exige participar del Cónclave: fue destituido por fraude financiero

"No pueden negarme ese derecho", sentenció Angelo Becciu, quien fue acusado de malversación y abuso de poder en una investigación acerca de los fondos de la Secretaría de Estado. Fue destituido por el papa Francisco en 2020.

Becciu afirmó que fue excluido del cónclave solo mediante una nota de la Sala de Prensa, sin recibir un acto formal que oficializara dicha decisión. Foto: Composición LR.
Becciu afirmó que fue excluido del cónclave solo mediante una nota de la Sala de Prensa, sin recibir un acto formal que oficializara dicha decisión. Foto: Composición LR.

A solo días del inicio del Cónclave, el Vaticano se ve envuelto en la primera polémica tras el deceso del papa Francisco. El cardenal Angelo Becciu, destituido por Jorge Bergoglio en 2020 tras una investigación por malversación de fondos, desafió públicamente la decisión del pontífice y anunció su intención de asistir a la elección del nuevo papa.

Becciu argumenta que ningún documento canónico le impide participar. “Soy un cardenal elector. El Código de Derecho Canónico me otorga ese deber y ese derecho”, afirmó en una conferencia celebrada en Roma. El papa Francisco, sin embargo, había dejado en claro que el purpurado no debería formar parte del proceso. Esta disputa marca un punto de inflexión en la ya compleja coyuntura que vive la Iglesia tras el fallecimiento del líder argentino.

¿Puede el cardenal Becciu legalmente asistir al Cónclave?

La normativa eclesiástica establece que todo cardenal menor de 80 años tiene derecho a votar en el Cónclave. No obstante, el caso de Becciu es excepcional. En 2020, el papa Francisco le retiró los derechos cardenalicios tras revelarse su implicación en operaciones financieras opacas, incluyendo una millonaria inversión en bienes raíces en Londres. Aunque conservó el título de cardenal, su rol como elector quedó suspendido, según fuentes del Vaticano.

El canonista italiano Giuseppe Dalla Torre explicó que “no existe un precedente directo, pero la voluntad del papa reinante tiene fuerza jurídica si se expresa de manera clara”. Por su parte, Becciu insiste en que su exclusión sería “una violación de la tradición apostólica”. El choque entre principios legales y decisiones personales revive viejos debates sobre el equilibrio de poder en la curia romana.

¿Por qué Becciu fue destituido?

Becciu, quien ocupó el cargo de sustituto de Asuntos Generales, quedó vinculado al escándalo relacionado con la adquisición por parte de la Santa Sede de un inmueble de lujo en Londres, valorado en 200 millones de euros. También enfrentó otras acusaciones por el manejo de fondos de la Secretaría de Estado, entre ellas, transferencias a la Cooperativa Spes de Ozieri, liderada por su hermano Antonino, y a Cecilia Marogna, quien se presentó como experta en inteligencia.

Becciu fue condenado en primera instancia a 5 años y seis meses de prisión, aunque su apelación está programada para el próximo otoño. Si participa en el Cónclave, el número de electores aumentaría de 135 a 136, generando tensión sobre su aceptación. En un Sacro Colegio con cardenales poco familiarizados entre sí, especialmente los de regiones periféricas, las Congregaciones Generales jugarán un papel clave. Estas reuniones permitirán establecer vínculos, identificar liderazgos y formar alianzas. Su desarrollo será determinante para el equilibrio dentro del Cónclave.

La polémica que refleja tensiones profundas dentro del Vaticano

La figura del papa Francisco ha estado marcada por una política de transparencia y reforma dentro del Vaticano, especialmente en temas financieros. La caída de Becciu se interpretó como símbolo del combate del pontífice contra la corrupción eclesiástica. La rebelión del cardenal no solo pone en entredicho esa política, sino que revela resistencias de sectores más conservadores, reacios a los cambios impulsados desde 2013.

“La lucha contra el mal uso de los fondos de la Iglesia fue una de las banderas de Francisco, y Becciu encarna justamente lo contrario”, expresó la periodista vaticanista Franca Giansoldati. Por eso, más que un simple desacuerdo, este episodio representa un conflicto ideológico en el seno de la Santa Sede. Con el Cónclave a la vuelta de la esquina, la Iglesia católica se enfrenta a un momento de profunda reflexión sobre su presente y su futuro.