Bolsonaro lidera marcha masiva en Sao Paulo para pedir amnistía: dice ser perseguido como Le Pen y Trump
Bolsonaro convocó a una protesta en Sao Paulo para exigir una amnistía a favor de los bolsonaristas condenados. El expresidente de Brasil alegó ser perseguido como Trump y Le Pen, mientras enfrenta cargos que podrían llevarlo a prisión por 40 años.
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La Avenida Paulista, una de las arterias más emblemáticas de Brasil, se convirtió este domingo en el epicentro de una masiva protesta liderada por el expresidente Jair Bolsonaro. Vestidos de verde y amarillo, miles de simpatizantes se congregaron en Sao Paulo para respaldar al exmandatario, acusado de encabezar un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022. El evento buscó presionar al Congreso para que apruebe una ley de amnistía que beneficie a los más de 500 condenados por los actos del 8 de enero de 2023.
Bolsonaro, inhabilitado políticamente hasta 2030, reiteró su inocencia ante una multitud estimada en 45.000 personas, según cálculos basados en imágenes captadas por drones. Durante su intervención, el líder ultraderechista se comparó con figuras internacionales como Donald Trump y Marine Le Pen. Denuncia un supuesto patrón global de inhabilitación de dirigentes conservadores.
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Protesta liderada por Bolsonaro
La protesta en Sao Paulo tuvo como eje central el reclamo de una amnistía para los bolsonaristas condenados por los disturbios del 8 de enero de 2023. En aquella jornada, miles de simpatizantes del expresidente invadieron y destruyeron instalaciones del Congreso, la Corte Suprema y el Palacio de Planalto, exigiendo una intervención militar para evitar la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva.
Durante el acto, predominó un ambiente de fervor nacionalista. Los asistentes, en su mayoría con camisetas de la selección brasileña, corearon consignas como “¡No hubo golpe!” y portaron carteles con la leyenda “Amnistía ya”. Uno de los símbolos más notorios fue el lápiz labial, convertido en emblema tras el caso de Débora Rodrigues, una mujer que escribió con ese objeto sobre una estatua del Supremo Tribunal Federal y ahora enfrenta una posible condena de 14 años. En la protesta se exhibió incluso una réplica inflable gigante del labial, mientras se ironizaba sobre el uso de esta “arma” como motivo de encarcelamiento.
Bolsonaro dice ser un perseguido
Desde el escenario, Bolsonaro afirmó ser víctima de persecución política y judicial. En su discurso, insistió en que el verdadero objetivo de las instituciones brasileñas es impedir su participación en las elecciones de 2026. Alegó que su situación se asemeja a la de líderes conservadores que han enfrentado obstáculos legales en otras democracias, como Marine Le Pen en Francia o Donald Trump en Estados Unidos.
“El activismo judicial está siendo utilizado en todo el mundo para inhabilitar a la derecha”, denunció el exmandatario, quien llegó al acto acompañado de su esposa Michelle, varios de sus hijos y gobernadores de siete estados. Sostuvo que, sin su presencia en las urnas, Brasil no puede hablar de democracia. Su mensaje buscó reforzar la narrativa de victimización que ha mantenido desde que perdió las elecciones frente a Lula.
El evento también sirvió como termómetro para medir el apoyo popular con el que aún cuenta Bolsonaro. Aunque la asistencia fue significativa, las cifras no representan un consenso social. Como expone un reporte de EFE, una encuesta de la firma Quaest reveló que el 56 % de los brasileños se opone a una posible amnistía para los condenados por los ataques a los poderes del Estado.
Las acusaciones contra Bolsonaro
Bolsonaro enfrenta un juicio ante el Supremo Tribunal Federal por liderar una presunta conspiración para subvertir el orden democrático. Según la fiscalía, entre 2021 y 2022, el expresidente promovió acciones para impedir la asunción de Lula mediante el respaldo de las Fuerzas Armadas. Entre los acusados también figuran exministros y altos mandos militares.
Los cargos que pesan sobre el exmandatario incluyen intento de golpe de Estado, abolición violenta del Estado democrático de derecho, organización criminal, daños al patrimonio y otros delitos conexos. De ser hallado culpable, Bolsonaro podría recibir una pena de hasta 40 años de prisión. Además de estar inhabilitado por decisión del Tribunal Superior Electoral debido a sus ataques infundados contra el sistema de votación, el expresidente ha acumulado un número creciente de causas judiciales.