Convulsión en Siria, tras caída de Bashar al-Ásad, alerta al mundo

La convulsión en Siria tras la caída de su presidente, el dictador Bashar al-Ásad, alerta al mundo. La ONU (Organización de las Naciones Unidas), otros organismos multilaterales y potencias como Estados Unidos, China y Rusia han expresado su atención al conflicto en que se pone fin a una cruenta tiranía en Medio Oriente, pero se refuerza el avance islamismo radical.

En el Perú, el Ministerio de Relaciones Exteriores comunicó que “sigue atentamente el desarrollo de la situación en Siria” e invocó a los connacionales que se encuentren en ese país “a tomar contacto con la Sección Consular de la Embajada (peruana) en Egipto” para que les otorgue la asistencia que puedan requerir. 

Bashar al-Ásad fue depuesto después de 24 años que encabezar un régimen tiránico que sucedió al de su padre, Háfez al-Ásad, quien gobernó desde 1971. Los rebeldes de una coalición islamista, que incluye insurgentes que integraron Al-Qaeda, derrocaron al jefe de Estado y este huyó a Rusia, donde recibió asiló.

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El grupo insurgente Hayat Tahrir al-Sham (HTS) logró tomar la capital siria, Damasco, y los rebeldes llegaron a entrar al palacio del mandatario y ocasionar diversos destrozos.

De este modo, culminaba una ofensiva que había comenzado el pasado 27 de noviembre y que ha generado cientos de muertes. Al menos 910 personas, incluyendo 138 civiles, han perecido en Siria desde que se lanzó este ataque relámpago, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, organización no gubernamental con sede en el Reino Unido, pero que tiene una extensa red de informadores en el terreno del agitado país de Medio Oriente.

Este observatorio también reportó este domingo 8 que hubo bombardeos israelíes en la zona este de Siria y advirtió que la frecuencia de estas descargas aumentó después de la caída de al-Ásad. Además, el Ejército de Estados Unidos comunicó que sus aviones atacaron más de 75 objetivos del grupo fundamentalista Estado Islámico (EI) en territorio sirio y golpeó a líderes, operaciones y campos de esa organización.

En la convulsa situación y avance de islamistas, la comunidad internacional alerta las posibilidades de un peligroso fortalecimiento de los más sangrientos grupos fundamentalistas.

El líder islamista de la coalición rebelde, Abu Mohamed al Jolani, integró la filial en Siria de Al-Qaeda, sanguinario grupo terroristas que derribó las Torres Gemelas en Estados Unidos el 2001, pero ha buscado cambiar su imagen a un perfil moderado: renunció a sus antiguos lazos y tiene discursos de pluralismo y la tolerancia. Recientemente los insurgentes dejaron de usar su nombre de guerra y empezaron a llamarlo por su nombre real, Ahmad al-Sharaa. Empero, las dudas todavía se mantienen.

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La caída

Después de dos semanas de ofensiva relámpago de los rebeldes de la alianza Hayat Tahrir al-Sham, en que avanzaron tomando ciudades clave de Siria, lograron dominar Damasco. Pronto, el palacio de Ásad empezó a ser saqueado por manifestantes que ansiaban la caída del régimen, responsable de una dura opresión. “¡Siria es nuestra, no es de la familia Ásad!”, gritaron combatientes en las calles. En la plaza, se podía escuchar disparos como señal de alegría.

Además de los cientos de muertos, la violencia del conflicto ha desplazado a 370.000 personas, según la ONU (Organización de las Naciones Unidas). El país ha padecido una sangrienta guerra civil por la represión de masivas manifestaciones que estallaron en clamor de democracia en 2011, un proceso histórico en la región reconocido como la Primavera Árabe.

“La 'primavera' siria llegó en invierno” tituló la periodista Angeles Espinosa, analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico, en el diario español El País, en referencia a los padecimientos que ha pasado ese país para llegar al derrocamiento de su dictador.

Multitudes de sirios celebraron la caída de Ásad, que puso fin a más de medio siglo de duro gobierno de la dinastía que fundó su padre, Hafez, un dictador exmilitar. El sábado, una estatua del patriarca, en una plaza con su nombre en la zona sur de Damasco, fue derribada por la muchedumbre. Lo mismo ocurrió el viernes en la ciudad de Hama, al norte de la capital, donde la gran cabeza fue arrastrada por un camión.

Abu Mohamed al Jolani llegó a Damasco y se dirigió a la célebre mezquita de los Omeyas donde pronunció un discurso en el que afirmó con solemnidad que Siria fue “purificada”.

Factor Rusia

Ante el avance de los rebeldes, Bashar al-Ásad y su familia salieron de Siria y llegaron a Rusia, que ha sido su aliado. El gobierno de este país confirmó que estaba en Moscú. Luego, se supo que han recibieron asilo por “razones humanitarias”, según medios estatales rusos.

Rusia ha sido clave para el régimen de al-Ásad en los 13 años de la guerra civil: usó su fuerza aérea y soldados para atacar a opositores del hoy derrocado líder. Por este apoyo, recuperó territorio que tomaron oponentes y mantuvo el poder.

En los últimos días, aviones rusos bombardearon las posiciones de los rebeldes para frenar su avance, pero fracasaron.

Rusia anunció que solicitó reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU para tratar el caso de Siria.

Los rebeldes que derrocaron a al-Ásad “garantizaron” la seguridad de las bases militares rusas en Siria, según reportaron agencias de noticias rusas citando a fuentes del Kremlin.

Otro importante aliado de al-Ásad ha sido Irán. Las facciones pro al-Ásad mantienen fuertes vínculos con este gobierno.

Comunidad internacional

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que su país discutirá con “todos los grupos sirios” la transición de poder. Añadió que al-Ásad debería “rendir cuentas” y calificó la situación como una “oportunidad histórica” para reconstruir Siria, aunque con riesgos.

Sin embargo, su sucesor electo, Donald Trump, opinó que la potencia del norte no debe involucrarse. “Siria es un desastre (...). Esta no es nuestra lucha”, comentó. Además, atribuyó la caída de al-Ásad a la pérdida de apoyo de Rusia.

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El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, celebró el fin del “régimen dictatorial” del país de Medio Oriente y lo instó a reconstruirse luego de la repentina caída de al-Ásad.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, declaró que la caída del gobierno de al-Ásad es “positiva” y muestra “la debilidad” de algunos de sus apoyos, Rusia e Irán.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el derrocamiento de al-Ásad como un “día histórico” y describió al mandatario como un “eslabón central” de lo que llamó “eje del mal” dirigido por Teherán.

El futuro de Siria y sus impactos en la región e irradiación al mundo son todavía inciertos.

“Es la caída de una de las dictaduras más antiguas”

“Es la caída de una de las dictaduras más antiguas que se mantenían todavía en el mundo y en particular en el Medio Oriente. Ha caído después de que pudo resistir la guerra civil que empezó el 2011. Es sorprendente que en pocos días se ha derrumbado”, comentó el internacionalista Francisco Belaunde, en RPP.

Reiteró que Rusia, Irán y el grupo Hezbolá del Líbano fueron vitales para que se mantenga en el poder Bashar al-Ásad y que los rebeldes islamistas que han ganado también despiertan preocupación por sus lazos y perfiles, aunque se muestren como moderados. “Ha salido una dictadura que es terrible, pero son reemplazados por un grupo que también podría ser terrible, algo así como los talibanes en Afganistán”, dijo.

“Los que han celebrado son la gente, que en muchos casos se exilió justamente por la persecución de Bashar al-Ásad. Están contentos por la caída, pero claro, no se sabe qué es lo que viene después, más allá de eso. Muchos también deben de estar pensado cómo serán los que ahora van a gobernar. Tal vez no puedan volver. La mitad de la población de Siria son desplazados, internos o hacia fuera”, añadió el especialista.

MÁS DATOS

GIGANTE ASIÁTICO. El gobierno chino “sigue de cerca el desarrollo de la situación en Siria y espera que Siria vuelva a la estabilidad lo antes posible”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de China.

ALIADOS SE VAN. Los diplomáticos de Irán, país aliado de Bashar al-Ásad, abandonaron supuestamente la embajada en Damasco antes de que esta fuese asaltada por “individuos desconocidos” este domingo 8, según informó la televisión estatal iraní.

(David Pereda Z., con información de AFP, agencias y prensa internacional)