Trump dice que Sheinbaum aceptó detener la migración y ella lo desmiente: "No es nuestra postura"
Donald Trump asegura que la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, aceptó "detener" la migración cerrando la frontera sur. Sheinbaum respondió categóricamente: "No es nuestra postura" y reafirmó el enfoque humanitario de su gobierno.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, generó controversia este miércoles al afirmar que en una conversación con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ella estuvo de acuerdo en "detener" la migración mediante el cierre de la frontera sur. A través de su red social Truth Social, Trump publicó: “Claudia Sheinbaum estuvo de acuerdo con detener la migración a través de México y hacia Estados Unidos, cerrando de hecho nuestra frontera sur”. Esta afirmación forma parte de su estrategia de presionar a México para tomar medidas más estrictas en relación con los flujos migratorios hacia EE. UU.
Sin embargo, Sheinbaum respondió rápidamente a la declaración de Trump, desmintiendo su versión. La presidenta mexicana, en un mensaje a través de sus redes sociales, dejó claro que la postura de su gobierno es completamente diferente. “La postura de México no es cerrar fronteras sino tender puentes entre gobiernos y pueblos”, declaró Sheinbaum, subrayando que su administración mantiene un enfoque de respeto a los derechos humanos en la gestión de la migración. Aseguró además que su estrategia es integral, trabajando para atender las caravanas migrantes antes de que lleguen a la frontera.
¿Por qué Trump dijo que Sheinbaum estuvo de acuerdo con "detener" la migración?
Donald Trump ha sido un firme defensor de políticas migratorias más severas y de un control más estricto de la frontera sur de Estados Unidos. En este contexto, su declaración sobre la postura de Sheinbaum parece reflejar su interpretación de la conversación entre ambos. Según Trump, Sheinbaum habría aceptado las medidas propuestas por él, incluyendo el cierre de la frontera sur para detener el flujo migratorio. La afirmación de Trump dice textualmente: "Claudia Sheinbaum estuvo de acuerdo con detener la migración a través de México y hacia Estados Unidos, cerrando de hecho nuestra frontera sur".
Sin embargo, la versión de Sheinbaum es diametralmente opuesta. La presidenta de México insistió en que, aunque hubo una conversación sobre la migración, su postura sigue siendo la de "tender puentes", no la de cerrar fronteras, lo cual dejó claro en su respuesta inmediata. Para Sheinbaum, el enfoque del gobierno mexicano se basa en garantizar los derechos humanos de los migrantes, apoyando a las personas antes de que lleguen a la frontera y atendiendo las causas fundamentales del fenómeno migratorio.
Sheinbaum y Trump tuvieron una llamada para definir algunos acuerdos entre EE. UU. y México. Foto: Composición LR
La respuesta de Sheinbaum: ¿qué postura defiende México en relación con la migración?
La postura de México, como lo reiteró Sheinbaum, se enfoca en la atención integral de los migrantes, priorizando los derechos humanos y no medidas de control que afecten directamente a las personas en tránsito. En su respuesta a Trump, Sheinbaum aseguró que “no es nuestra postura” cerrar las fronteras, sino más bien implementar políticas de cooperación internacional y respeto hacia los migrantes.
El gobierno mexicano continúa trabajando en la implementación de políticas migratorias que incluyen la ayuda directa a las caravanas antes de que lleguen a la frontera, mejorando las condiciones de los migrantes y colaborando con otros países en soluciones más duraderas. Esto implica, según Sheinbaum, “tender puentes” tanto con Estados Unidos como con los países de origen de los migrantes, en lugar de optar por soluciones unilaterales que agraven la situación en la región.
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¿Qué implicaciones tendría un cierre de frontera para México y EE. UU.?
Un posible cierre de la frontera entre México y Estados Unidos tendría repercusiones tanto económicas como humanitarias. En términos económicos, ambos países dependen enormemente del comercio transfronterizo, especialmente con productos esenciales como alimentos, automóviles y productos manufacturados. El cierre de la frontera afectaría gravemente a miles de empresas y consumidores en ambos países.
Desde un punto de vista migratorio, un cierre de la frontera también podría generar una crisis humanitaria aún más grave. México, que ya enfrenta desafíos significativos para gestionar el flujo de migrantes, podría ver un aumento de personas varadas en su territorio sin acceso a servicios básicos. Esto podría dar lugar a tensiones tanto internas como con los organismos internacionales que trabajan en defensa de los derechos humanos de los migrantes.
Además, un cierre de la frontera no resolvería las causas fundamentales de la migración, como la violencia, la pobreza y la inseguridad en varios países de Centroamérica. Para México, seguir con la política de tender puentes entre gobiernos y pueblos sería la solución más viable y humana para abordar el problema de manera sostenible.