Economía

Perú y Chile responden al cobre en cuerda floja

Las exportaciones peruanas enfrentan riesgos tras la imposición de altos aranceles, lo que podría impactar a diversas industrias, incluidos metales y MYPES, según expertos.

China, principal socio comercial de Perú, representa más del 36% de sus exportaciones. Foto: composición LR
China, principal socio comercial de Perú, representa más del 36% de sus exportaciones. Foto: composición LR

Los aranceles “recíprocos” anunciados por Donald Trump resultaron más onerosos de lo anticipado y provocaron represalias inmediatas de China, lo que encendió las alarmas en los mercados globales. Y es que el metal más afectado fue el cobre, históricamente considerado un termómetro de la economía mundial. 

La caída por debajo de los US$9.000 por tonelada continuó durante tres días hasta el lunes, tanto en la Bolsa de Metales de Londres como en el Comex de Nueva York, en un movimiento de alta volatilidad (whipsaw), tras haber alcanzado un máximo histórico a fines del mes pasado.

La gran pregunta es, estamos en un período de ¿rebote o tendencia?

Los analistas advierten que la crisis comercial podría estar sembrando las semillas de una recesión. JPMorgan Chase & Co. prevé una contracción económica en Estados Unidos para este mismo año. En tanto, UBS Group AG advierte que las economías asiáticas más expuestas al comercio, como Taiwán y Corea del Sur, podrían sufrir un doble impacto por cada punto porcentual de caída del crecimiento estadounidense.

Repercusión en Perú y Chile  

A pesar de que los futuros en el mercado estadounidense registraron el viernes su mayor caída desde 2011, actualmente se encuentran en niveles cercanos a los mínimos de los últimos dos meses. 

"Nadie debería dejarse llevar por el pánico. Los fundamentos no han cambiado", dijo Victor Gobitz, que dirige la startup Quilla Resources Inc. y ha supervisado algunas de las mayores minas de Perú, según Bloomberg. "El cobre es imprescindible para reducir el consumo de combustibles fósiles".

Su rol en la electrónica, la construcción y la transición hacia fuentes de energía renovables lo posiciona como un recurso clave tanto para el desarrollo económico como para la seguridad nacional de diversos países. 

"Estoy convencido de que los fundamentos a largo plazo son sólidos y difíciles de cambiar", comentó Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, la mayor empresa productora de cobre del mundo, en una entrevista antes de las conferencias internacionales de la industria del cobre, CESCO (Congreso de la Sociedad de la Industria del Cobre) y CRU (un importante evento de análisis del mercado de metales) en Santiago. "Entiendo el nerviosismo y las preocupaciones de los mercados y de las personas que están atravesando esta turbulencia, pero nosotros operamos en un contexto diferente", agregó.

El mayor productor de cobre del mundo y principal proveedor de EE.UU., país que impuso un arancel del 10% a sus exportaciones, reportó una leve alza en su producción durante el primer trimestre de 2025, en comparación con el mismo período de 2024. A pesar de los desafíos, como el corte de energía que afectó a Chile en febrero y redujo la producción del metal, la compañía mantuvo su pronóstico de producción para el año.

El fin de semana, el Wall Street Journal publicó que el país sudamericano recortaría el precio promedio estimado a entre US$3,9 y US$4 la libra (0.000453592 toneladas) desde una proyección actual de US$4,25. 

Por el lado de Perú, la producción de cobre, oro y molibdeno podría encarar mayores aranceles debido a la participación de empresas extranjeras. El cobre, por ejemplo, se vende principalmente como cátodo y en su mayor parte es procesado por la gigante minera Freeport McMoran, que posee un 56% de participación en Cerro Verde. 

Del mismo modo, en el caso del oro, cuya exportación ronda los US$600 millones, la empresa estadounidense Newman, a través de su participación en Yanacocha, también vería afectadas sus exportaciones. Cabe mencionar que la mayor exportadora de este mineral en el país se retirará dado que el proyecto de sulfuros de cobre ha sido cancelado. 

“Esto representa una pérdida de US$2.500 millones en Cajamarca, un departamento con más del 50% de su población en situación de pobreza”, recordó Jorge Manzo Zaconetti, investigador de la facultad de Economía en la Universidad Nacional Mayode de San Marcos (UNMSM).

Otro sector que podría sufriría consecuencias es el de las exportaciones de roca fosfórica, especialmente la producida por Miski Mayo, que exporta por un valor superior a los US$350 millones, y es operada por la norteamericana Mosaic, que controla el 75% de la empresa en contraste con el 25% de los japoneses.

En términos de pequeñas y medianas empresas (MYPES), explicó Zaconetti, el impacto también sería significativo. Exportadores de joyería de oro, platería y productos industriales no tradicionales, que actualmente generan alrededor de US$200 millones en ventas hacia EE.UU., se verían obligados a afrontar mayores aranceles, lo que podría disminuir su competitividad en mercados clave.

Ahora bien, desde el lado de la demanda, especialmente desde China, sigue siendo sólida, lo que ha permitido que los precios se mantengan estables, a pesar de las políticas proteccionistas impulsadas por Estados Unidos. 

De modo que, la principal preocupación, y de acuerdo con el investigador de la UNMSM, son los conflictos en el sur que han impactado proyectos clave como Sulfuros de Yanacocha y Safranal, complicando el panorama.

En ese sentido, criticó la gestión del exministro de Energía y Minas, Rómulo Mucho, quien, a su juicio, cometió un grave error al afirmar que el proyecto Tía María seguiría adelante "sí o sí" sin considerar adecuadamente las implicancias sociales y políticas.

"Un ministro de Estado no puede expresarse en esos términos; es ante todo un político, no un empresario", afirmó Zaconetti. 

Vulnerabilidad exportadora 

Los mercados hacia donde se dirigen nuestras exportaciones están en constante cambio, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad de Perú frente a dinámicas globales más amplias.

Uno de los mayores mercados es Estados Unidos, con aproximadamente US$9.700 millones en productos exportados, lo que representa menos del 14% de las exportaciones totales de Perú. Esta cifra ha disminuido en comparación con el 17% que representaba en años anteriores. 

Por otro lado, China, que ha consolidado su presencia en el mercado peruano, recibe más del 36% de las exportaciones nacionales, alcanzando los US$75.000 millones el año pasado. Si se suman otros países asiáticos como Japón, Corea del Sur e India, la cifra supera el 52%, lo que resalta la creciente dependencia de la economía peruana de mercados asiáticos.

A pesar de la importancia del gigante asiático como destino, lo cierto es que las exportaciones peruanas, tanto mineras como agroindustriales, no representan ni el 1% de las compras que realiza China a nivel mundial. 

En otras palabras, el país asiático sigue siendo un actor clave, pero con un peso limitado dentro de su propio contexto comercial global. Esto implica que Perú, aunque beneficiado por el acceso al mercado chino, se encuentra en una posición relativamente débil frente a cambios en las políticas comerciales de este país.

En cuanto a las relaciones con Estados Unidos, la situación parece más compleja. A pesar de la existencia de un Tratado de Libre Comercio (TLC), las tensiones recientes han generado incertidumbre. 

“Perú es un país pequeño, pero junto a los países más cercanos en Sudamérica deberíamos pensar en una respuesta”, sugirió el exministro de Economía, Pedro Francke, a este diario.