Chile pone en marcha ambicioso proyecto portuario paralizado por 12 años para competir en la región
El proceso de licitación incluye obras como rompeolas, dragado y vías de acceso, con un cronograma que proyecta su operatividad inicial en 2036 tras múltiples retrasos y consultas ambientales.
Tras doce años de espera, Chile ha iniciado el proceso de licitación para construir un megapuerto que busca potenciar su competitividad en el mercado del comercio marítimo regional. Este proyecto tiene como objetivo posicionar al país como un actor estratégico en el Pacífico Sur, compitiendo con iniciativas similares en la región.
Las primeras obras incluyen la construcción de un rompeolas, el dragado de la dársena y el desarrollo de infraestructura vial y ferroviaria. Las proyecciones apuntan a que el puerto podría recibir su primera nave en 2036, convirtiéndose en un punto clave para el comercio internacional.
¿Cuál es el puerto que Chile buscará mejorar para competir en el mercado del comercio marítimo en la región?
El Puerto de San Antonio ha sido identificado como el eje del desarrollo portuario de Chile. Con una capacidad proyectada de movilización de hasta 6 millones de TEUs anuales y preparado para recibir naves de última generación de hasta 400 metros de eslora, el megapuerto tiene como objetivo modernizar la capacidad portuaria del país.
El proyecto se desarrollará en fases y comenzará con la construcción del Terminal Mar, cuya licitación está programada para 2030. Las instalaciones incluirán dos frentes de atraque y serán gestionadas por concesionarios privados, con una inversión total estimada en US$2.500 millones.
Puerto de San Antonio: ¿por qué se retrasó su ejecución?
El proyecto Puerto Exterior fue anunciado originalmente en 2018, pero enfrentó múltiples retrasos debido a evaluaciones ambientales, consultas con comunidades locales y la complejidad técnica de su implementación. Además, los sindicatos han mostrado preocupaciones sobre el impacto de la automatización en los puestos de trabajo, lo que también contribuyó a posponer su ejecución.
En paralelo, el desarrollo una megaobra en Perú generó presión competitiva, resaltando la necesidad de acelerar la modernización del sistema portuario chileno. No fue hasta este año que el Ministerio de Transportes de Chile inició formalmente la precalificación de empresas interesadas en el proyecto, un paso crucial para asegurar la solvencia técnica y económica de las futuras adjudicatarias.
¿Qué otros proyectos marítimos tiene Chile para mantenerse relevante en la región?
Además del Puerto Exterior en San Antonio, Chile está desarrollando otras iniciativas marítimas para mejorar su infraestructura portuaria. Entre ellas destaca la ampliación de los terminales en Valparaíso y la implementación de tecnologías avanzadas en puertos clave para incrementar la eficiencia operativa.
Estos proyectos forman parte de un plan nacional que busca fortalecer la conectividad y capacidad logística del país sureño, considerando el crecimiento esperado del comercio marítimo en las próximas décadas. Las inversiones también incluyen medidas de mitigación ambiental y la participación de comunidades locales en los procesos de consulta y desarrollo, garantizando un enfoque inclusivo y sostenible.
El Puerto Exterior de San Antonio se perfila como un componente esencial de este esfuerzo, con un cronograma que contempla la finalización de las primeras obras para 2026 y su operatividad total en 2036.